Después de algunos días, la joven que había llevado en mis brazos finalmente despertó. Le expliqué que me dirigía a Konoha y le dije que podía irse cuando lo deseara. Sin embargo, ella se negó a irse y decidió acompañarme. Le advertí que era peligroso, pero Frost, como se llamaba, seguía caminando a mi lado. Parecía sentirse protegida y segura conmigo. Mientras avanzábamos hacia Konoha, me mantuve al tanto de las noticias de la aldea. Al llegar, noté que había un sistema de transporte llamado metrobus. Al entrar, las miradas de sospecha de las personas se posaron sobre mí. Mi atuendo inusual, una túnica que cubría la mayoría de mi cuerpo y una katana en mi espalda, llamaba la atención. Incluso los vigilantes de Konoha no dejaban de observarme. Caminé lentamente, buscando una posada.
Skyred: Vaya, estamos en Konoha. Ha pasado bastante tiempo desde mi última visita, pero siempre que estoy aquí, algo dentro de mí se llena de alegría, aunque no sé exactamente por qué. Oye, Frost, deberíamos pasar la noche en una posada. Es lo único que puedo permitirme con mi dinero en este momento. No tengo lo suficiente para mantenernos por más de esta semana y la próxima. Como te dije, puedes irte cuando quieras. —mientras echaba un vistazo a mi alrededor.
Frost: "No te preocupes. No como mucho y me siento segura contigo. Veo que Konoha te sorprende. Parece que no eres un visitante común por estos rumbos." —sonriéndome.
Caminamos hacia una posada cercana que había avistado. Sin embargo, noté que nos seguían un grupo de Anbus, los agentes especiales de Konoha. Era posible que estuvieran tras la chica, pero sabía que si querían llegar a ella, primero tendrían que pasar por mí. Finalmente, llegamos a la posada y nos dirigimos al dueño. Pedí dos habitaciones, una para Frost y otra para mí. Sin embargo, ella expresó su temor y su deseo de no estar sola. Como resultado, pedí solo una habitación y el propietario nos entregó la llave sin hacer preguntas adicionales. Caminé hacia el segundo piso, con Frost a mi lado. Mientras nos dirigíamos hacia la habitación, el olor persistente de los Anbus seguía en el aire, avivando mi agresividad. Sin embargo, cuando Frost tomó mi mano, sentí un alivio inmediato.
Después de unos minutos, llegamos a nuestra habitación. Abrí la puerta y entramos juntos. Le indiqué que podía descansar en la cama, mientras yo ocupaba el sofá en la habitación.
Llegó la noche y le expliqué a Frost que había una única cosa que le prohibía: tomar mi katana. Le expliqué que mi katana era algo especial, que tenía una especie de vida propia. Esta katana absorbía recuerdos y emociones, lo que la volvía más afilada con el tiempo. Era capaz de atravesar cualquier armadura sin importar su grosor.
Frost asintió comprensivamente, intrigada por mi explicación. - Entiendo, entonces si tomo tu katana, puedo conocer más de ti, tu pasado completo - dijo mientras observaba mi katana con curiosidad.
Le confirmé que sí, pero también le dije que no era el momento adecuado para que conociera todos los detalles de mi pasado. Le mencioné que esta katana me fue entregada por mi cuidador, Eclipse, un hombre cuyo nombre aludía a su estilo de trabajar en solitario. A través de su jutsu único, solo podía verlo una vez, y esto, por supuesto, significaba un destino sombrío para sus enemigos. Eclipse me enseñó una variedad de jutsus originales de mi aldea y se aseguró de que estuviera bien preparado para defenderme. Continué compartiendo con Frost que esta katana fue un regalo de cumpleaños cuando tenía 10 años y que fue forjada por el mejor herrero de armas. Debido a su importancia, la llevo siempre conmigo. Mientras seguía contando mi historia, Frost continuaba sonriéndome y prestando atención, sus ojos mostrando una inocencia que yo había perdido hace mucho tiempo.
Mientras tanto, en la oficina del Hokage...
Naruto, el Séptimo Hokage, revisaba informes que indicaban que un hombre estaba atacando aldeas pequeñas, desprotegidas por shinobis. Shikamaru Nara, su mano derecha, entró llevando más información proporcionada por los Anbu.
Shikamaru: - Naruto, nuestros Anbu han obtenido información crucial. Las aldeas que han sido atacadas no tienen sobrevivientes. Además, investigué la aldea que mencionaste. No encontré supervivientes, solo vi tumbas. Sabiendo que tu hijo tal vez sí sobrevivió, deduzco que fue él quien erigió esas tumbas.
Naruto: - Eso espero, Shikamaru. A veces lamento haber abandonado a mi hijo en esa aldea. Sin embargo, en ese momento, parecía lo mejor para todos. Aquella noche con Sakura, las copas nos llevaron a lo que sucedió...
Shikamaru: - Sakura es consciente de que su aldea fue aniquilada. Conociendo su carácter, no dudo que buscará a su hijo perdido, sin importar los obstáculos.
Naruto: - Así lo espero, Shikamaru. Pronto tendré que contarle la verdad a Hinata. Solo espero que no se sienta herida por lo que hice. Y deseo de corazón que mi hijo no albergue rencor hacia mí - dijo, mientras miraba pensativo por la ventana.
La historia avanza entre la relación de Skyred, Frost y las preocupaciones de Naruto en la aldea.
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El Secreto Oculto de Naruto y Sakura: Su Hijo Perdido(Borrador Y Cancelando)
FanfictionDespués del fin de la Cuarta Guerra Shinobi, en una noche en la que Sakura y Naruto compartieron unas copas, el destino los llevó a una apasionada experiencia. Sin embargo, esta noche de pasión resultó en un embarazo inesperado para Sakura. Aunque N...