invocancion y mi sed

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Regresaba de otra agotadora misión, pero mis pensamientos seguían inquietos, especialmente debido al beso que Frost me había dado esa noche. A pesar de la fatiga, tenía que hacer una parada en la tienda de armas de Tenten. Había notado que sus kunais eran de la mejor calidad y también necesitaba algunas bolas de humo para futuras misiones.

Lo que más me intrigaba era mi falta de recuerdos sobre el ataque a mi aldea la noche en que fue destruida. No entendía cómo podía haber estado en un trance tan profundo o en un sueño tan pesado que no escuché los gritos o ruidos del ataque. Me hacía cuestionar si alguien o algo había intervenido para mantenerme inconsciente.

Uno de los jutsus que conocía había sido enseñado por mi cuidador llamado "Soñador". Este nombre no era gratuito, ya que sus jutsus eran tan peligrosos que podían afectarte incluso en tus sueños. Ahora me daba cuenta de que él había sido mi protector esa noche y había hecho todo lo posible para salvarme.

Además de cuidarme, mi cuidador había protegido varios pergaminos importantes. Uno de ellos era el contrato con los tigres dientes de sable, una alianza que nuestra aldea mantenía con estos imponentes animales. Este contrato nos proporcionaba la capacidad de completar trabajos particularmente peligrosos con la ayuda de estos magníficos depredadores.

Mis pensamientos seguían vagando mientras avanzaba hacia la tienda de armas, cargando con el peso de mi pasado y las incógnitas que rodeaban el ataque a mi aldea. El beso de Frost y la presencia de los tigres dientes de sable en mi vida eran solo algunas de las piezas del rompecabezas que estaba decidido a resolver.

Seguía avanzando por las calles de Konoha, mi paso lento y la mirada perdida en el horizonte. No faltaba mucho para llegar a la tienda de Tenten. Mientras caminaba, reflexionaba sobre sentimientos como el amor y el miedo, emociones que, hasta ahora, habían sido ajenas para mí. Lo único que había conocido a lo largo de mi vida era la ira y el enojo, sentimientos que me habían ayudado a superar innumerables pruebas.

Finalmente, llegué a la tienda de Tenten. Cuando entré, noté que ella me observaba con una curiosidad evidente, como si me hubiera reconocido de algún lugar. Si ese era el caso, no podía recordar el encuentro.

Tenten - ¡Buenas! ¿En qué puedo ayudarte hoy? Tenemos todo tipo de armas aquí, y puedo afilar esa katana que llevas en la espalda a un precio razonable. - Mientras hablaba, exhibía orgullosamente las armas que tenía en los mostradores.

- Necesito unas kunais, shurikens, algunos pergaminos y bolas de humo. - Mencioné mientras sacaba el dinero de mi bolsa de pantalón.

Sin embargo, la atención de Tenten se desvió hacia mi katana, que brillaba intensamente como si acabara de ser afilada.

Tenten - Esa katana es realmente especial. Nunca he visto una igual por aquí. ¿Puedes decirme quién es el vendedor o cómo puedo conseguir algunas más? - Preguntó con un brillo de interés en sus ojos.

Después de pagar por lo que necesitaba en la tienda de Tenten, decidí explicarle a Tenten la naturaleza especial de estas katanas. Sabía que no sería fácil conseguirlas y que, además, podrían causar problemas. Intenté transmitirle la idea de que estas katanas tenían una especie de vida propia, aunque comprendía que podía ser difícil de creer. Sin embargo, era importante que ella entendiera la singularidad de estas armas antes de usarlas. Después de nuestra conversación, salí de la tienda y me dirigí de regreso a casa, donde vivía con Frost.

Llevaba en mis manos una bolsa de papel marrón que contenía las cosas que acababa de comprar. No me tomó mucho tiempo llegar a casa. Una vez allí, entré y coloqué la bolsa en una repisa cercana. Luego me dirigí a la cocina, donde encontré a Frost cocinando algo delicioso, ya que su aroma llenaba el ambiente. Le anuncié mi regreso y, con curiosidad, le pregunté qué estaba cocinando.

Frost - Sky Red, no escuché que llegaras. Busqué en Internet recetas deliciosas y sabrosas y elegí la primera que apareció, con la ayuda de algunas vecinas que me dijeron dónde conseguir ingredientes un tanto inusuales. - Mientras hablaba, seguía revolviendo una olla con una cuchara.

De repente, un portal se abrió y tres tigres dientes de sable aparecieron de inmediato: dos machos y una hembra.

Tigre llamado Diego - Vaya, ¿qué tenemos aquí, Sky Red? Nos trajiste un regalo. - Bromeó mientras sacaba su lengua.

Tigre llamado Scar - Diego, no era para eso que venimos. Aunque un bocadillo no suena mal. - Agregó con una sonrisa traviesa.

Una tigresa - Chicos, tranquilos. No tenemos un vacío en el estómago. - Dijo mientras limaba sus dientes.

- Amigos míos, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que los vi, en aquella misión. - Comenté, tratando de calmar a Frost, que estaba temblando de emoción al ver a estos tigres dientes de sable. Pensaba que eran solo un cuento de hadas o un mito, una leyenda.

Frost - No puedo creerlo. Pensé que eran solo leyendas o mitos, que los tigres dientes de sable no existían. - Dijo mientras se abrazaba a mí.

Tigre Diego - Esa misión fue un verdadero dolor de cabeza, pero gracias a ella comimos mucho.

Tigre Scar - Verás, jovencita, técnicamente somos un mito, ya que solo unas pocas aldeas tienen un contrato con nosotros, y para obtener ese contrato, deben superar pruebas extremadamente peligrosas. - Explicó con solemnidad.

Mientras charlábamos sobre el tiempo que había pasado desde la última vez que los invocamos, les conté cómo mi aldea fue completamente destruida y que yo fui el único sobreviviente. Los tigres levantaron sus patas en un gesto de respeto y aprobación.

Tigresa - Cosas, Sky Red, lo extraño es que nadie nos invocó a nuestras hermanas y hermanos para esa pelea. Aunque algunos tigres sintieron que algo malo estaba sucediendo. Por eso es peligroso encariñarse con alguien. - Comentó con seriedad.

Diego - Pero lo bueno es que salvaste el contrato, que es la única conexión que tenemos contigo. - Dijo mientras olfateaba la olla con curiosidad.

Scar - Lo que venimos a decirte es que los ancianos te han elegido para que puedas ascender al modo sabio de los tigres dientes de sable. Te han estudiado cuidadosamente y dijeron que eras capaz de resistir el entrenamiento. - Explicó solemnemente.

El Secreto Oculto de Naruto y Sakura: Su Hijo Perdido(Borrador Y Cancelando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora