𝐄𝐧𝐠𝐚ñ𝐨/𝐇𝐲𝐮𝐧𝐒𝐚𝐞𝐧𝐠/𝐘𝐚𝐨𝐢/𝐒𝐒𝟓𝟎𝟏

Un nuevo hogar

Hyun Joong

Espere sentado con el chofer. Claudia y ese señor no tardaron en llegar. El señor corrió a mí y me abrazo.

— ¡Eres mi hijo! —Dijo feliz, muy feliz. —Sí eres mi hijo. —Me tomo de la cara y le sonreí. No sé qué hacer en este momento. —Ahora mismo nos vamos a casa y nos mudaremos a nuestra mansión.

— ¿Mansión? —pregunte sorprendido. Él señor asintió feliz.

—Sí. Dónde nos quedamos ahora solo es una casa de vacaciones, nosotros vivimos en Miami. Solo que yo he estado yendo y viniendo para buscarte.

Me volvió a abrazar. —Has hecho que mi vida sea completa. Y tu hermano también va a estar muy feliz de conocerte y tenerte con él.

Le sonreí. — ¿Y cuándo nos vamos?

—Ahora mismo. —Se giro al chofer. —Lorenzo llévanos a casa.

—Sí, señor.

El chofer se fue. —Claudia, tomate unas vacaciones, nos vemos en la mansión en unos días.

—Muy bien. Muchas gracias Asher.

Él señor y yo nos fuimos, Claudia me hizo señales de que me tendrá vigilado y me comporte cómo ella dice. No me queda de otra más que seguir con ese estúpido plan. Estuve triste en todo el camino hasta la casa de ese señor, mientras él me miraba sonriendo.

— ¿Hijo, estás bien? —pregunto un poco preocupado.

—Sí, señor estoy bien. Solo, que esto es un poco no sé cómo decirlo. Es mucha sorpresa.

—Ah, te refieres a eso. Yo sé que soy un extraño para ti, pero yo te he buscado mucho tiempo.

— ¿De verdad? Yo, no sabía que tenía un padre que me buscaba.

—Sí y tu hermano también ha querido encontrarte. Se va a poner muy feliz cuando lo veas.

— ¿Entonces, usted está casado?

Sonrió. —No, desde que dejé de ver a tu madre, ya no me volví a casar.

— ¿Por qué?

—Mi prioridad siempre ha sido encontrarte a ti, primero.

—Pero dice que tiene un hijo.

—Sí, tuve un hijo, pero no me case, su madre y yo, nunca tuvimos algo y ella era una amiga que quedó embarazada de mí. Entonces nació Young Saeng, así se llama. Young Saeng se queda dos semanas conmigo y dos semanas con su madre. Justo ahora se está quedando conmigo. Se van a llevar bien.

—Yo no le caigo muy bien a mucha gente. Espero que no me llegué a odiar.

Él sonrió. —Young Saeng no odia a nadie. Es un niño muy bueno, le gusta tener amigos. Así que no te preocupes, se van a llevar bien. Y te iremos conociendo poco a poco, así que cuando lleguemos a casa siéntete libre de hacer lo que quieras. Hay una habitación que siempre te ha esperado. Lleno de juguetes, de ropa, una cama muy grande para ti. Te va a gustar.

Él señor se ve que es muy bueno. ¿Cómo puedo llevar este engaño con personas tan buenas como él?

— ¿Le hago una pregunta?

—Sí. Las que quieras.

—Cómo es que usted abandono a... A mi madre.

—A tu madre siempre la quise. Pero me fui a estudiar a otro país y al mes que me dijo que estaba embarazada de ti, deje mis estudios, pero mi madre dijo que, el hijo era de otro y que me engaño. Nunca le creí, cuando llegué para buscarla. Ella se había ido a otro lugar, no tenía padres, ni a nadie en este mundo, así que me preocupe mucho, nunca logre encontrarla, hasta que años después encontré a Claudia que en ese entonces llego a trabajar conmigo. Dijo me podía ayudar a buscarlos. Luego de unos años, supimos que tu madre había muerto al tenerte a ti y que habías quedado en un orfanatorio, pero no supimos encontrarte, el país es enorme y aunque fuimos a muchos orfanatos, no fue fácil dar contigo. Hasta ahora que Claudia te encontró. ¿Por cierto, cómo fue que te encontró?

Empecé a decir las mentiras que me dijo Claudia. —Ella dio con el señor que me había adoptado y él, le dijo dónde buscarme, yo me fui de esa casa porque él me pegaba y me quitaba el dinero que ganaba para comprarse alcohol. Cuando me encontró Claudia, me pregunto mi nombre, me dijo que si sabía algo de mis padres. Y le conté la historia, señor. Ella dijo que probablemente yo sería su hijo y que me fuera con ella para que usted me viera y bueno lo demás ya lo sabe.

Él sonrió. —Sea lo que sea, al fin te tengo conmigo y ahora puedo ser feliz con mis dos hijos.

Me abrazo por el hombro. —Mira, hemos llegado. —Me gire para ver la casa. Es una casa muy grande y muy bonita.

—Wow, que hermosa casa. ¿Aquí vive?

Él sonrió. —En las vacaciones solamente y cuando tengo que viajar aquí. Mañana mismo nos vamos a tu verdadera casa. Esa te va a gustar mucho más.

Me quedé sorprendido mirándola. Luego la puerta del auto fue abierta por Lorenzo. Me miro serio, luego seguí mirando toda la casa. —Vamos, hijo.

—Sí, señor.

Me tomó de la mano y entramos, la casa por dentro es mucho más hermosa. Entonces mire a un niño jugar con unos muñecos en el piso. Ese debe de ser el hijo del señor. Nos miró y abrazo a su padre. —Young Saeng, mira este es tu hermano. Es Kim Hyun Joong. Y Hyun Joong este es tu hermano Young Saeng. Por favor, Young Saeng trátalo bien y hay que tener mucha paciencia con él.

Young Saeng me sonrió, yo en cambio solamente lo mire fijamente. —Que increíble, tener un hermano mayor y podemos jugar juntos.

Sonreí forzado. — ¿Y será que puedo comer? Es que tengo mucha hambre. —Dije tocándome el estómago.

—Por supuesto, hijo. Young Saeng, llama a Lui.

El niño corrió y luego regreso con un señor de unos 29 años. Lo mire fijamente mientras él nos sonríe. —Esté es Hyun Joong, mi hijo mayor. Desde ahora en adelante por favor atiéndalo muy bien y prepare lo que él quiera, así que por favor prepárale de comer tiene mucha hambre.

—Por supuesto señor. Con permiso.

—Young Saeng, ve a preparar tus cosas, hoy mismo nos volvemos a casa, quiero que Hyun Joong se vaya haciendo la idea de que por fin ya está en su casa.

—Sí, papá.

Él chico subió y yo me quedé ahí mirando alrededor de la casa. — ¿Puedo conocer la casa? —le pregunte emocionado.

—Por supuesto, es tuya ve a conocerla. Pero no tardes.