capítulo 2

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Capítulo 2
Alana Faith.


──¿Por qué tengo que ponerme esto? ──Inquiero hacia Chloe quien me mira de pies a cabeza con una amplia sonrisa sus labios.

──Porque te ves hermosa, y porque yo quiero. ──Suelta.

──¿Patrick vendrá por nosotras?
Niega tomando su teléfono en sus manos.

──No irá. Sus abuelos llegaron de viaje y harán una cena familiar. Así que… nos iremos en taxi.

──¿Y porque en taxi?

──Porque pienso tomarme algunos tragos, Alana.

Intento bajar el ceñido vestido negro que me prestó, una medias transparentes del mismo tono me dan un poco de calor, las mangas llegan a los codos, no muestro mucho pero lo pegado que es me hace sentir un poco incómoda.

Chloe paso un par de minutos maquillándome, y mis ojeras pasaron a segundo plano gracias al corrector y base que aplico, aliso mi cabello el cual está muy largo y como era de esperarse me suplico cortarlo.

Mi hermana me extiende un abrigo, y una bufanda.

──Bien abrigada. Si tienes mucho frío me avisas. Por favor.

No digo nada.

Bajamos las escaleras, mi padre aplaude al verme.

──Creo que yo debería ir a esa fiesta. Debo cuidar a mis bebés.

Mi madre ríe con fuerza y Chloe detrás de mi niega con su dedo.

──Ya no somos bebés, papá. Déjate de inventos. ──Sisea mi hermana tomando su bolso. ──. Llegaremos temprano.

Mi madre en la distancia me observa con una amplia sonrisa en sus labios. Se lo que está pensando, y sé muy bien porque me obliga a ir a esta fiesta.

──Disfruten. Gocen, sanamente. ──aclara. ──.¿Ok?

──Si, mamá. ──Respondemos ambas al unísono.

Nos despedimos rápidamente, y salimos la frente de casa para subirnos al taxi que ya espera por ambas.

Chloe empieza a contarme sobre quienes estarán en la fiesta, e intenta calmar mi ansiedad y mi nerviosismo. Es primera vez que iré a una fiesta de preparatoria y ella quiere que disfrute. Lo sé, puedo verlo en su mirada.

──¿Patrick no se molestó porque vayas sin él?

Niega tecleando un mensaje en su teléfono.

──No. Para nada… sabes cómo es, es un sol. No es un tipejo de mierda. No estaría con él de ser así.

Me muestra un mensaje que recibe en respuesta.

Disfruta, y no dejes que ningunos de esos idiotas se acerque a ti. Te amo. Saludos a Alana. Haz que baile sin parar.

Sonrío.

──Acaso no sabe que no puedo bailar mucho…

Chloe me observa frunce sus labios.

──Él no entiende… lo sabe pero no entiende. Ha sido complicado el explicarle. Siempre es complicado.

Poso mi mano sobre la de ella.

──Bailaré pero no sin parar. Me tomas una foto y se la envías.

──Hecho.

Llegamos a la famosa casa, la música resuena con fuerza, chicas bailando, chicos jugando y demostrando quien tiene los bíceps más grande.

Tontos.

Chloe busca a su grupo de amigas, esas mismas que me han aceptado como parte de ellas y se emocionan al verme y más al notar el vestido que llevo puesto haciendo que una ligera sonrisa se dibuje en mis labios.

──¡Carajos, Alana! Estás bellísima. ──Chilla Chantal.

──No lo digas tanto que me lo creo.

──Pues hazlo. Porque es verdad. Sabes que no sé mentir. ──Sisea guiñándome un ojo. ──. ¿Un trago?

Chloe niega alejando el vaso que me acerca Verónica.

──No.

Su amiga bufa.

──Déjala que lo pruebe.

──No. ──Sentencia mi hermana. No me hace para nada sentir incómoda el hecho que me cuide y que esté al pendiente de lo que quiero y deseo hacer. Al contrario, lo agradezco. ──. No le gusta, y no vamos a obligarla. Mejor busquemos una gaseosa.

Entrelaza su mano con la mía y las cuatro vamos hacia la zona de la piscina mientras la casa se encuentra abarrotada por adolescentes que creen tener la respuesta a todo.

La música electrónica hace chillar mis oídos por un instante, ya luego creo que he perdido audición porque dejo de quejarme.

Llegamos a la zona de la barra, la piscina varias chicas se pasean en sus micros traje de baños con inflables en forma de palmeras y cisnes. Chloe abre una lata de una gaseosa dietética para mí y la sirve en un vaso para extendérmelo.

──No vayas a emborracharte. ──Pide guiñándome un ojo, río divertida.

Verónica y Chantal comienzan a bailar entre ellas, y yo sonrío al verlas como se comprenderán. Es bonita la amistad que tienen.

──¿Tienes frío?

Niego hacia Chloe.

──Estoy bien. ──Sorbo mi gaseosa y me uno a las chicas quienes me invitan a moverme con ellas y eso hago dejando un poco a atrás mi timidez.

Muchos de último años saludan a las chicas, y se sorprenden al verme allí. Y más por como voy vestida, ya el abrigo lo llevo abierto y he guardado la bufanda en uno de los bolsillos, mientras mi hermana va por su segundo trago y canta a todo pulmón la canción que suena con fuerza en los parlantes.

Sia.

Las ganas de ir al baño me invaden repentinamente, y me acerco a Chloe quien me invita que cante con ella el coro y eso hago pero las ganas de ir a vaciar mi vejiga se niegan a irse y me toca susurrarle en el oído que iré al baño, insiste en acompañarme pero niego.

──Yo vengo enseguida. Tu sigue aquí, no te muevas.

──No lo haré.

Me adentro a la casa, y me excuso con quienes invaden el pasillo, vi a una chica salir del baño y ese quedaba justo debajo de las escaleras, voy en esa dirección.

Soy levemente empujada cuando estoy por llegar a la puerta y quién lo hace se detiene de golpe al verme haciendo que me toque elevar mi mirada hacia su rostro para pedirle que se haga a un lado.

Me congelo al verlo.

Nunca pero nunca desde que entre a preparatoria había estado así de cerca de él, Es la primera vez que puedo notar sus orbes en profundidad.

Que noto que tiene un par de lunares muy delicados cerca de su ojo derecho, y que cuando frunce ligeramente su ceño tres líneas se marcan en su entrecejo, sus labios son…

──Alana Faith. ──Susurra mi nombre dejándome anclada al puto suelo de madera que yace bajo mis pies. 

Su cabello liso cae hacia su frente, hace un gesto que si he podido estudiar hasta en la distancia, con su mano lo intenta llevar hacia atrás para que esté no interfiera en su vista.

──¿Qué haces aquí?

Varias personas pasan por el pasillo haciendo que tenga que pegar mi cuerpo a la pared y el hace lo mismo.

──Yo… ──señalo la puerta del baño, ahora con los nervios tengo más ganas de ir.

Mierda.

Da un paso hacia atrás para abrirme la puerta cuando está abre de golpe hacia afuera y golpea su frente.

Una chica borracha sale disparada sin percatarse de lo que acaba de hacer, Maddox lleva su mano a su frente y yo por instinto busco ver qué le sucedió pero entre el bullicio, la luz tenue y la gente alcoholizada es casi imposible, lo agarro de su ante brazo y lo halo hacia el baño cerrando la puerta detrás de él.

──Mierda… ──gruñe. ──. Veo estrellas.

Lo siento en el retrete para poder quedar a una altura razonable, quito sus manos de su rostro con cuidado y tiene una pequeña cortadura. El hematoma será más grande.

──¿Me abrió la frente? ¿Estoy sangrando?

No digo nada, reviso en los gabinetes buscando algo con que limpiarlo y consigo un pequeño botiquín.

Abro un paquete de gasa y limpio la zona en silencio.

──¿Podrías hablarme? El silencio me causa ansiedad.

──Sólo es un rasguño. ──Siseo evitando mirarlo a los ojos.

Reviso la cremas y tienen una antinflamatoria, y aplico un poco, y luego le pongo una bandita color piel y listo. Su cabello oculta muy bien el golpe. Guardo todo en él botiquín…

──¿Quién mierda instala una puerta al revés? ──Gruñe levantándose para verse en el espejo posándose detrás de mi. ──. Carajos…

Me siento pequeña, y el espacio comienza a reducirse con él justo detrás de mi.

──Podrías salir… yo tengo…

Busca mis ojos a través del espejo, y asiente con el rostro serio.

──Eh… si, claro. Gracias, Alana.

Sale abriendo la puerta con cuidado evitar lastimar a alguien como lo hicieron con él, en cuanto cierra la puerta puedo sentir como un fuego se esparce por mi cuerpo, me apresuro a pasar el pestillo.

Llevo mi mano a mi pecho apresurada, mi corazón quiere salirse pero se lo prohíbo. Me acerco al lavamanos abro la llave y dejo que el agua acaricie mi piel, para luego ligeramente en mi cuello siento algo de refrescamiento.

Cierro la llave, uso el baño para desahogar mi vejiga, reviso que todo en mi este normal y quito el seguro para salir abriendo la puerta muy despacio cuando lo hago me consigo con su cuerpo parado al otro lado de la pared con sus manos cruzadas en el pecho.

──¿Todo bien? Yo solo… quería evitar otro accidente.

──Todo bien. ──Cierro la puerta y le paso por un lado para ir directo al área de piscina, puedo sentir sus pasos detrás de mi.

──¿Alana?

¿Por qué carajos dice mi nombre?

──Mmm… ──la música se hace más fuerte me paro en todo el jardín buscando a Chloe con la mirada, no está cerca de la barra.

Le dije que no se moviera.

──Creo que te estaba buscando. ──Sisea Maddox a mi lado acelerando mi corazón. ──. Se fue por allá.

Señala el garaje, y me encamino hacia ese lugar sus pasos van al ritmo de los míos.

Paseamos por los autos y no la veo.

──Es raro verte a ti en una de estas fiestas, Chloe siempre asiste pero tú…
Me giro a verlo.

──¿Qué haces detrás de mi? ──Inquiero algo aturdida.

──Es que… me ayudaste y yo ahora quiero hacerlo contigo, evidentemente se te perdió tu hermana.

El frio empieza a meterse por mi abrigo así que lo cierro ante su mirada.

──¿Cómo se pierde Chloe? ──Inquiero con ironía.

Todo el mundo la conoce.

──Debe estar cerca, no te preocupes. ──Susurra.

──¡Alana! ──El grito de mi hermana hace que ambos giremos nuestro rostro hacia un punto donde ella y sus amigas juegan con una botella de tequila.
Oh mierda…

Tapo mi rostro con mis manos.

──No puede ser…

──Yo creo que sí. ──Sisea.

Doy zancadas fuertes hasta llegar a Chloe, tiene una sonrisa divertida en sus labios.

──¡Oye te tardaste! ¿Dónde estabas? Yo te estuve… buscando… ──Sus amigas se giran a verla extrañadas.

¿Está borracha?

──¿Chloe cuánto has tomado? No puede ser que te emborracharas tan rápido.

──Bueno el tequila es un poco fuerte. ──Murmura.

Busco mi teléfono entre los bolsillos de mi abrigo pero Maddox posa su mano en mi hombro haciéndome temblar.

──Yo puedo llevarlas.

──No es necesario.

──¡Yo creo que sí! ──Chilla chispeante Chloe. ──. Maddox Phoenix. ¿Nos llevarías a nuestras casa?

Sonríe levemente y asiente.

──Chao, chicas. Nos vemos en clase. ──Suelta tropezando con todo aquello que se le cruce en el camino, sujeto a Chloe de la cintura algo en esto no cuadra. No me tarde tanto… ¿O si?

Recuesta su cabeza en mi hombro, y es evidente que ha ingerido licor al sentir su aliento.

──¿Ese es Maddox? ──Susurra muy bajito.

──Shh… cállate. ──Suelto haciendo que ría.

Maddox me ayuda con Chloe, me siento extraña siguiéndolo tan de cerca después de verlo desde lejos durante un par de años, llegamos a su Jeep negra, abre la camioneta y gracias a él Chloe logra montarse en esta y se acuesta en el asiento trasero.

Mis manos sudan y siento que el aire se me acaba cuando me extiende su mano para que me suba en el asiento de copiloto.

Trago grueso y acepto la ayuda, no puedo caerme y menos rasparme. Pero es inevitable sentir lo que pasa por mi cuerpo cuando nuestras pieles tienen ese ligero y corto contacto.

Rodea la Jeep con prisa mientras mi hermana farfulla tonterías con los ojos cerrados.

──¿Dirección? ──Inquiere encendiendo el motor.

──Ehh. Sigue derecho…

Asiente y se pone en marcha.

Maddox Phoenix está a mi lado.

No puede ser.

Todos los besos que me imaginé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora