Capítulo 12
Alana Faith.
No puedo fallarle.
Siento que mis mejillas arden, y que un intenso calor me recorre provocando que me sienta sofocada.
Intento darme aire con una hoja de papel mientras lucho de alguna manera para permanecer concentrada mientras mi profesor habla sin parar sobre lo que trasmite Jane Austen con sus obras…
──El matrimonio y el amor, la educación de la mujer y las relaciones sociales de la clase media y alta de la época. ──Habla mi profesor.
Imagino a Maddox con traje de época y siento que me ahogo, dejo caer mi cabeza en el pupitre y sonrío como idiota.
──Estoy mal. ──Murmuro para mí.
──Puedo verlo, señorita Faith. Desde que llegó anda en las nubes pasando calor. ──Musita mi profesor.
Su tono de voz se siente cercano, elevo mi rostro para notarlo a mi lado.
──Lo siento. ──Murmuro.
──Ponga atención, por favor. Se ha perdido dos clases, así que es importante que esté atenta.
──Lo haré.
Me relajo en mi asiento, e intento mantener a raya mi imaginación, esa misma que insiste en mostrarme a Maddox siendo un protagonista de novela de época hablándome y mirándome como lo haría un personaje de Jane Austen.
El timbre suena al cabo de un par de minutos, y tomo mis cosas con rapidez para salir al pasillo abarrotado de estudiantes.
Me encamino hacia mi casillero, y noto que mi hermana está esperándome mientras observa su perfecta manicura.
──Hola. ──Digo, sonríe al escucharme enfocando sus orbes en mi, se abalanza hacia mi cuerpo y me abraza con fuerza. ──. Necesito respirar…
Murmuro provocando su risa, deja un beso rápido en mi mejilla y se hace un lado.
──¿Cómo te fue?
──No muy bien. Harán conteo plaquetario y verán como tengo la hemoglobina. Tuve que hacerme un ecograma y mi bazo está un poco grande.
Chloe eleva sus cejas, sabe lo que eso significa.
──Alana…
──Estoy bien, es solo que no quiero faltar mañana, y si mi hemoglobina no es óptima deberán transfundirme. Me perderé la carrera de Maddox. ──Musito.
Chloe muerde su labio.
──No te la perderás.
──Eso espero.
──¿Lo viste? Patrick y yo lo ayudamos a salir de clase.
Asiento, y sonrío viendo a mi hermana quién se emociona.
──Gracias.
Niega divertida.
──Haría lo que fuese por ti. Incluso darte hasta alguno de mis órganos y lo sabes. ¿Será que el bazo puede donarse? ──Inquiere llevando su dedo a su barbilla.
Me río a carcajadas, ella y sus locuras.
La amo.
──No, el bazo no se dona, Chloe. Si me complicó deberán sacármelo. ──Digo calmando mi risa. ──. Sólo eso.
Pasea sus dedos por mi cabellera larga.
──Vamos al cafetín. Quiero dulce…
Guardo mis libros, y saco otros para irme guindada de su brazo hacia la cafetería. Ubicamos a las chicas y a Patrick y nos vamos directo hacia esa mesa, mi cuñado me abraza y deja un beso en mi cabeza.
──Inventar cosas para ser cupido, no es fácil.
──Gracias.
Me guiña un ojo, tomo asiento.
──¿Qué desean las damas?
──Dulces… ──bronca Chloe haciendo reír a medio mundo. ──. Ándale rápido. Tengo baja de chocolate.
──Voy como meteoro.
Patrick se desaparece mientras saluda por el pasillo a quienes se maravillan al verlo.
──Tenemos a alguien viendo justamente a donde estamos.
──¿A quien? ──Inquiere Chloe moviendo su cabello.
──Travis… ──desvío mi mirada hacia donde se encuentra.
Me mira fijamente con mala cara, definitivamente no soy de su agrado.
──¿Y ese idiota que te ve? ──Chloe toma una pose defensiva, poso mi mano sobre su rodilla. ──. No vas a contenerme si sigue mirándote así.
──Chloe… ignóralo.
Siento una manos en mis hombros, todo mi cuerpo se eriza ante el tacto cálido de quien se mantiene detrás de mi.
Mi hermana eleva la mirada y sonríe en demasía.
──Maddox. ──Sisea haciéndose a aún lado para que tome asiento junto a mi, lo hace para sonreírme de oreja a oreja. ──. Oye, cuñado. Me puedes explicar que bicho le pica a tu amigo Travis.
Me tenso al escuchar a mi hermana, ella siempre con su indiscreción.
Maddox se gira a verla.
──¿Cómo así? ──Inquiere son entender a qué se refiere mi hermana.
──Tu amigo estaba viendo a Alana como si fuese un bicho raro. ── La mirada azulada de Maddox se posa en mi llena de confusión. Mientras Chantal le comenta donde estaba Travis con cara de pocos amigos.
──Creo que no le gusta que estés con Alana, Maddox. ──Suelta Verónica. ──. Cuidado y hace algo que lastime a nuestra Alana, porque entre todas podemos cortarlo en pedazos y desaparecerlo.
──Es fácil, ya lo hicimos una vez. ──Susurra Chloe con una sonrisa diabólica en sus labios.
La mano de quien me tiene con el corazón a mil, se posa sobre la mía.
──Iré a hablar con él. ──Dice hacia mi.
──Tranquilo. Tal vez las chicas vieron mal.
──¡Ah, ah! No vimos mal, y tu misma lo viste deja de justificar las malas caras de idiotas infelices. ──Suelta mi hermana recibiendo a Patrick que viene con una bolsa llena de chocolates.
──¿Qué paso?
──Nada. ──Suelto antes de que las chicas empiecen con los comentarios haciendo que Maddox se sienta incómodo.
Se acerca un poco más a mi para que Patrick se siente junto a mi hermana, puedo sentir su perfume y su aliento cálido.
Recibe un chocolate y lo abre para compartirlo conmigo en complicidad.
──Si Travis te dice algo, házmelo saber, por favor. ──Susurra.
──No te preocupes por ello.
──Si lo hago. Porque nadie tiene porqué hacerte sentir incómoda. ¿Ok?
──Ok.
Asiente llevando el chocolate a sus labios, muerde un pequeño pedazo y llevo el que queda a mis labios. Disfruto del chocolate, y me sonrojo lo sé por como brillan sus ojos.
──Me llegaron dos confirmaciones mas de universidades. ──Dice viendo cómo me como el chocolate. ──. La carrera será a las 9 am. ¿Tienes clase?
Trago grueso.
──Eh.. no.
──Mañana estaremos todos gritando por ti, Maddox. ──suelta mi hermana. ──. Y Alana estará en primera fila.
Sonríe con su mirada en mi.
──Hoy tengo práctica. Luego, ¿puedo ir a verte?
──Eh si, claro. Tengo que ir con Chloe a comprar algunas cosas pero si, me escribes cuando termines.
──Lo haré.
Seguimos comiendo chocolate, y lo detallo cuando intercambia opiniones sobre los últimos juegos con Patrick.
Disfruto de su compañía y de todo aquello que siempre me he imaginado con él.
Los recuerdo de lo que pensé en clase de literatura vienen…
Él con traje antiguo, unas flores y una petición. Una condenada petición que me robó más que un suspiro.
──¿Te gustaría que fuera por ti? ──Inquiere sacándome de mi ensoñación.
──¿A dónde?
──A tu casa, mañana en la mañana. Chloe dice que si, que ella se vendrá con Patrick.
Desvío mi mirada hacia mi hermana.
──Está bien. Puedes ir por mi.
Señor de todos cielos, no puedo fallarle por favor.
Que no me trasfundan señor…
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Todos los besos que me imaginé
RomanceLa imaginación puede llevarnos a crear momentos, acciones y diálogos perfectos. Todo aquello que contemplamos en nuestras mentes puede ser tan perfecto como queramos que sea pero la realidad tristemente es otra. Ella vive imaginando momentos con a...