capítulo 4

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Capítulo 4
Maddox Phoenix
Chances II


──Oh cariño. ¿Cómo fue eso? ──Inquiere mi madre posando sus dedos debajo de mi mentón para revisar mi frente.
Dormí como un plomo al tomarme el medicamento.

La verdad es que el golpe está mejor de lo que pensé que estaría.

──Anoche.

──¿No fue una pelea, cierto? ──Inquiere mi padre desde el otro extremo de la mesa.

──No. Algún idiota pensó que sería divertido instalar una puerta al revés y cuando la abrieron de golpe yo estaba detrás de esta. ──Siseo.

Mi padre sonrie.

──Lamento que te arruinaran la noche.

──¿Quién te curo? Esto está muy bien… ──dice mi madre.

──Alana Faith. ──Musito. ──. Incluso hasta me aplicó una crema, creo que por eso no está tan inflamado.

──Que buena chica.

──¿Faith? ¿La hija de Fairy y Tatum?
Frunzo mis labios.

──No lo sé. No conozco a sus padres, yo curso  algunas clases con su melliza, Chloe.

──Si, son sus padres. ──Sentencia mi mamá. ──. Su madre va a mis clases de yoga. Intentó que una de ellas asistiera pero al parecer sufre de fuertes dolores musculares y hacer ejercicio no le hace bien.

Recibo el desayuno servido por mi mamá.

──Esa es Alana. No hace deporte. Entrega actividades y hace ensayos. ──Susurro.

¿Cómo lo sé?

Todo el mundo lo sabe. 

──Son buena familia, conozco a los Faith desde hace tiempo. Su padre es dueño de varias tiendas de la ciudad. ──Musita mi padre.

Llevo un trozo de mi panqueque a mi boca.

──Hoy tengo guardia de noche. Les dejaré todo listo… no vayan a pedir pizza, por favor. ──insiste mi madre volviendo a la cocina.

Mi madre es enfermera, y es fanática del yoga. Mi padre por su parte trabaja en un banco, es gerente. No es mucho lo que gana pero gracias a los beneficios que se le otorgan podemos tener esta casa aunque la paga no sea tan buena.

──Ok… ──susurramos ambos al unísono.

──En cuanto me paguen te regresaré el dinero que nos diste.

──No es necesario. ──Musito hacia mi papá.

──Insisto. Las deudas que adquirimos por la enfermedad de tu abuela son mi responsabilidad, no tuya, ni de tu madre. Pediré un aumento, es cierto lo que dice tu madre, son años trabajando en el mismo lugar y ya es justo pedir algo de reconocimiento. Hablaré con mi jefe hoy. Así que espero que pronto estemos bien. Además, odio que tu madre tenga que trabajar en el turno de noche.

Lo sé, yo también lo detesto.

Termino de desayunar para arreglarme e ir a mi trabajo de medio tiempo, en la tarde me toca práctica y luego en la noche es que podré descansar…

──Voy a arreglarme. Debo ir al concesionario.

Subo a mi habitación, busco ropa cómoda, cuando voy a peinar mi cabello procuro hacerlo con cuidado para no lastimarme.

Recuerdo su rostro cuando la tuve frente a mi, nunca había tenido la oportunidad de verla tan de cerca, y su belleza me dejó un poco descolocado.

Se veía muy bella en ese vestido y con las medias. Oculta tanto bajo las camisetas que suele usar en el instituto.

Busco mi teléfono entre el desastre que es mi cama, y lo consigo. Entro a Instagram para revisar su perfil, no hay mucho en este, salvo algunas fotos de ella con Chloe de pequeñas y otras de ella desenfocadas donde no puede vérsele muy bien su rostro, una pena realmente.

Si me pusieran a escoger entre Chloe Faith y Alana Faith, me inclinaría sin pensarlo hacia Alana, es mucho más bella que Chloe, su rostro es pulcro, delicado y su piel casi traslucida me descolocó, sin mencionar que el hecho de ser tan misteriosa me llena de curiosidad.

Tecleo un mensaje, no se ni siquiera porqué lo hago pero no me detengo.

──Buenos días. De verdad no sé cómo agradecerte el cuidado de ayer. Mi madre dice que quien lo hizo, lo hizo muy bien y ella es enfermera.

Le doy a enviar y me arrepiento de ello pero no pienso anular el envío.

Tomo las llaves de mi auto, y salgo corriendo para irme a mi trabajo, voy tarde. Trabajo desde hace un par de meses con la finalidad de ahorrar dinero para la universidad, mi abuela enfermó y mi padre tuvo que pedir varios préstamos para poder costear sus tratamientos e incluso tuvo que tomar algo de mi fondo estudiantil. Por ello es para mí tan importante la beca completa, aunque el concesionario me va bien, ya que me pagan una comisión por venta y he conseguido varias.

Me esfuerzo al máximo en el deporte que siempre me ha gustado, necesito que las universidades me hagan una oferta.
Lo necesito.

Al llegar ya Néstor el mejor amigo de mi padre se encuentra en su oficina sonríe al verme en la distancia mientras arreglo mi corbata para verme un poco más presentable, obviando la bandita que llevo en la frente.

──Buenos días, Maddox. ¿estuvo buena la fiesta anoche?

Señala la bandita.

──No es lo que crees. Fue un accidente con una estúpida puerta de un baño. ──Musito.

──Ya veo. Hoy están citados varios clientes, muestra los autos, pero las pruebas las hará Kevin. ¿Ok?

──¿Ok?

──Ok.

No cuestiono, y no necesito hacerlo.
Se marcha, y me quedo caminando por en concesionario detallando que los autos estén totalmente pulidos, y que se encuentren perfectos.

Mi teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón.

Travis.

──Estoy en el trabajo.

──Me importa un bledo, me dejaste botado en la fiesta. ──Gruñe.

──Lo siento pero tuve que irme.

──Si, si, con Chloe Faith y la hermana. ──Musita. ──. ¿Qué hacías con Chloe? ¿Quieres que Patrick Hansen te mate? Tu corres duro pero el debe golpear fuerte.

──Cállate. Hablamos luego.

Tranco la llamada, tengo un Dm sin leer. Entro a este y es Alana.

──Que bueno. Espero que hayas amanecido mejor.

Me quedo observando el mensaje por un rato, no se porque pero quiero hablar con ella, quiero seguir con el intercambio de mensajes pero cuando estoy por responder llega uno de los clientes y debo guardar mi teléfono.
Debo trabajar.



****


Llego al estadio con mi bolso acuestas, del trabajo me vine directo al estadio ya mi entrenador me espera con cara de pocos amigos, nota lo que tengo en la cabeza y se lo que se imagina pero ya estoy cansado de explicar.

──Calienta, Phoenix. Rápido.

Dejo mi bolso en las gradas y empiezo a hacer los ejercicios de estiramientos.

Stassie con sus amigas están en las prácticas de porristas me lanza un beso en la distancia pero sigo en lo mío.

Comenzamos a correr luego de una hora de calentamiento, el cronómetro mejora un poco por algunas milésimas de segundos.

Nos tomamos una minutos para descansar. Stassie viene hacia donde nos encontramos se sienta a mi lado sin que la invite a hacerlo y me sonríe.

Es un chica muy bella, podría decirse que una de las bellas del instituto. Muchos desearían tener su atención.

Salimos y por bastante tiempo pensé que teníamos una relación pero con ella todo es drama, o una imagen y eso no es lo mío.

──¿Qué te pasó en el frente? ──hace un lado mi cabello con sus dedos. ──. ¿Es grave?

Niego.

──Sólo fue un pequeño golpe. Nada del otro mundo.

──Iremos a comer todos. ¿te anotas?

──No puedo.

Recojo mi bolso del suelo, y noto mi teléfono encendiéndose por una notificación.

──¿Por qué no quieres ir? Podemos recordar viejos tiempos.

──No estoy de ánimos, Stassie. De verdad estoy agotado.

Me toma de la camiseta para halarme hacia su cuerpo, quedamos tan cerca que puedo notar esa pequeña gota de sudor que corre por su frente.

──Anda Phoenix. ──Sisea con voz melodiosa.

Travis me sonríe divertido en la distancia, y me sonríe divertido elevando sus cejas.

──Está bien, iré pero solo un rato.
Stassie se emociona, se ancla a mi brazo y todos nos encaminamos hacia el estacionamiento, necesito distraerme.
Y no haré nada malo, salvo pasar un buen rato.

Stassie insiste en irse conmigo, y Travis también, conduzco hasta un famoso restaurante de comida rápido que se encuentra en ciudad, es muy concurrido mientras Travis y Stassie hablan de la fiesta. Hablan de los borrachos y de las personas extrañas en estas y incluyen a Alana Faith.

──Nunca entendí que hacia ella allí. ──Suelta Stassie.

──Seguro Chloe la llevo por lástima. Es impresionante lo distintas que son.

──No creo que Chloe la haya llevado por lastimas y deberían de dejar de hablar de ella así. Creo que Alana es una buena chica. ──Suelto con molestia.

Travis ríe divertido.

──Se me olvidaba que eres defensor de almas perdidas.

──Y muy perdidas… Esa Alana me da miedo. ──murmura Stassie. ──. Es muy extraña.

Tenso mis labios hasta que llegó a aparcar en el lugar.

Ambos bajan y yo me quedo mirando el volante de mi Jeep, hasta que Stassie me toca la ventanilla.

──Te estamos esperando…

Estoy por irme hasta que en la distancia, noto esa cabellera larga, junto a una corta que se pavonea junto a un rubio alto que no pasa desapercibido.

Alana lleva un abrigo tejido gris con unos leggins negros, y camina detrás de Chloe y Patrick.

Ahora sí quiero quedarme.

Todos los besos que me imaginé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora