capítulo 5

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Capítulo 5
Alana Faith.
Una simple hamburguesa.


──Tenias que ver la cara de Alana cuando Maddox le hablo. Fue épica, debí grabarla.

Pongo mis ojos en blanco al escuchar a mi hermana contando lo de la fiesta a Patrick quien ríe con fuerza sujetando el volante de su deportivo.

──Me perdí mucho, yo debí ir a esa fiesta. ──Suelta mi cuñado.

──No. Menos mal porque sino mi plan no hubiese funcionado.

Mi hermana se gira levemente para verme desde el asiento de copiloto, elevo mi dedo del medio para ella y se hace la ofendida para luego reírse.

──Tenemos una misión Patrick. ──dice desviando su mirada llena de picardía hacia su novio.

──¿Cuál?

──¡Ni se te ocurra Chloe! Juro que cumplo mi amenaza.

Bufa divertida.

──Si aparezco asfixiada en mi cama y con mi almohada en mi rostro, fue ella. ──Sentencia señalándome. ──. Juro que fue ella.

Patrick ríe con más fuerza.

──Te amo, en serio. ──Murmura con lágrimas en sus ojos por la risa.

Sonrío al ver como mira a mi hermana. Es bonito, muy bonito verlos juntos. Mi hermana se inclina hacia su novio y deja un beso con ternura en su mejilla.

Desvío mi mirada hacia la ventanilla, me gusta estar con ellos y ver lo mucho que se aman, me llena de esperanzas. Ambos aplicarán a la misma universidad para poder así continuar con su noviazgo, espero que se les cumpla.

Lo han hablado tanto, y han hecho tantos planes juntos que se lo mucho que les dolería a ambos no poder continuar como lo desean.

Los fines de semana suelen hacerme parte de sus planes, hoy me invitaron a comer hamburguesas y la verdad es que agradezco que lo hayan hecho porque si sigo encerrada en mi habitación pensando en Maddox Phoenix terminaré en un manicomio atada.

Observo como Chloe entrelaza su mano con la de Patrick mientras él conduce, y una imagen viene a mi mente…

Mi mente es un paraíso de escenarios increíbles.

Lo veo, me sonríe mientras conduce y sujeta mi mano llenándome del calor de su ser, sus dedos y los míos se rozan causando estragos en mi ser, puedo sentir lo corazón palpitar con fuerza, un mechón de su cabello cae en su frente, mientras me cuenta cómo le fue en su última carrera, y las ganas que tiene de superar su propio tiempo.

Un beso llega, el beso más dulce y quizás más esperado por todas las mujeres, lleva nuestras manos a sus labios y los posa en mi piel derritiendo mi ser.
Otro beso.

──¡Alana, vamos! ──Exclama mi hermana sacándome de mi ensoñación.

Asiento bajando del auto, camino detrás de ellos observando como ríen y hablan entre si, Patrick me llama para que me acerque y eso hago, paso su brazo izquierdo por mis hombros.

──Mis dos Faith. ──Susurra haciendo que ambas sonriamos.

Nos abre la puerta como todo un caballero, sigo a Chloe quien se acerca a la barra de comida rápida.

──¿Qué quieres? A mí se me antoja una cheese burger doble.

──¡Mujer a donde se te va la comida! ──Chilla Patrick, mi hermana golpea su abdomen. ──. ¿Y tu, Al?

Frunzo mis labios viendo el menú.

──Creo que lo mismo, pero la mía con extra de pepinillos. Y una soda dietética.

──Si, claro por las colorías. ──ironiza mi cuñado. ──. Comen como camioneros pero aja, así las amo.

Mi hermana sonríe con un brillo en sus ojos.

──Buen apetito hoy… ──canturrea Chloe batiendo sus pestañas. ──. Eso me gusta.

──Chloe…

Eleva sus manos.

──No dije nada, sólo dije que me gusta que tengas apetito. ¿Cómo sigue tu mano?

Ambas desviamos nuestra vista a ese punto, donde una leve inflamación y un dolor muscular hacen acto de presencia.

──Igual… pero ha mejorado con los medicamentos.

──Que bueno.

──Ok, chicas… vamos busquemos mesa. ──Musita Patrick con el ticket de la comida en sus manos.

Nos guía hasta un par de mesas casi al final del local, me deslizo en el asiento da la espalda a la caja, mientras mi hermana y Patrick se sientan frente a mi.

Escondo mi mano derecha un poco inflamada y Chloe me da un vistazo.

──¿Qué harás hoy en la noche?

──Mis planes son muy interesantes… ──susurro Patrick toma un postura inclinada hacia la mesa para escuchar mejor.

Le gusta el chisme.

──¿Qué harás?

──Me pondré mi pijama de Salir Moon, vere la momia, esa donde sale Brendan Fraiser y me acostaré en mi deliciosa cama para posar una hora soñando con ese hombre.

Patrick bufa.

──Pensé que me diría que se vería con Maddox. ──Murmura.

Mi hermana enfoca su vista en la caja, y eleva sus cejas para luego darle un leve codazo al rubio que tiene a un lado.
Este hace el mismo gesto que mi hermana, pero abre sus ojos en demasía.

──¿Qué pasa?

Chloe chilla bajito, y se aferra al brazo de Patrick, quién le pide que se controle.

──¿Qué pasa? ──Cuando estoy por girar un cuerpo atrapa mi atención, está parada al lado de mi silla, y me toca elevar el rostro para poder ver de quién se trata.

Me congelo cuando lo veo.

──Hola, Alana. ──susurra. ──. ¿Cómo estas?

Las palabras no salen de mi boca. Yo sencillamente me he quedado en un estado congelado, donde seguro tendrán que electrificarme para que funcione nuevamente.

──Hola, Maddox. ¿Cómo estás? ──Patrick habla y extiende su manos a quien tengo a mi lado. ──. Disculpa a Alana suele ponerse así cuando tiene hambre, es una especie de piraña mal humorada, yo intenta llenarle el estómago pero…

──¡Callate Patrick! ──Chilla, mi hermana. ──. Maddox, gracias por llevarnos a casa. 

──De nada. Siempre un placer.

──Cierto, gracias por cuidar de mis chicas. ──Sonrie con todos sus perfectos dientes hacia Patrick.

──No hay de qué.

──¿Qué haces aquí? ──Suelto sin razón.

Chloe eleva sus cejas ante mi tono.

──Vine a comer. ¿puedo sentarme? ──Señala el banco en el cual estoy sentada.

──Alana, córrete. ──exige Chloe y eso hago pegando mi cuerpo a la pared, Maddox no tarda nada en sentarse.

Unos pocos centímetros nos separan, desvío mi rostro hacia Chloe quien con su mirada suplicante intenta decirme que ella no tiene nada que ver en esto.

──¿Ya ordenaste?

──Si. ¿Y ustedes?

──También, ruego porque no tarden porque sino Alana me mata. ──dice Chloe.

Me concentro en su rostro, tiene las mejillas rojas, y una pequeña gota de sudor corre por su frente, al sentirla la seca y se gira a verme.

──¿Cómo estás?

El pie de mi hermana se estampa en el mío debajo de la mesa.

──Bien, hambrienta.

──¿Eres de esas personas que si tienen hambre se ponen de mal humor?

──Algo así. ──Susurro.

──Entonces iré por tu comida… ¿Tienes la orden?

Se gira hacia Patrick, y este dice que lo acompañará, y ambos se marchan hacia la caja.

──¿Tu tienes que ver en esto?

Suelto hacia mi hermana, niega rápidamente.

──Te juro por el cordón umbilical que nos alimento a las dos que no. ──Susurra. ──. Te lo dije, él te veía, Alana. Por favor habla, y disfruta…

Trago grueso.

──Oh mierda. Me tiembla todo. ──manifiesto muy bajito.

──Shh… relájate. La tensión no te hace bien. Sólo deja que se siente a tu lado y responde lo que pregunté y ya.

──Tienes que dejar de mirarme para que pueda hacerlo.

──Ok, ok. Lo haré… ya vienen. Ya se porque estás obsesionada con el Brendan Fraiser de la momia, tiene un cierto parecido a él. El pelo, los ojos, lo alto y lo bello.

──¡Cállate!

Las bandejas con nuestras órdenes se deslizan por la mesa, Chloe aplaude emocionada mientras siento la presencia de Maddox a mi lado.

Patrick le indica cuál es lo mío, y lo posa frente a mi, toma su comida, unas simples papas con tocineta y un té.

¿Cómo voy a poder comer con él a mi lado?

¿Cómo?

──¿Te gustan las hamburguesas?

Asiento.

──Con extra de pepinillos. ──saco mi mano derecha de su escondite olvidando por completo que la tengo inflamada y adolorida, y cuando intento abrir el envoltorio me cuesta.

Mierda.

Chloe nota que no he empezado a comer.

──Creo que te dieron la mía. ¿Para ver?
Quita el envoltorio ayudándome con lo que no puedo hacer, y la desliza nuevamente frente a mi.

──Si es tuya.

──¿Cómo sigues de la frente?
──Inquiero para desviar su atención.

Empiezo a sudar…

──Mejor. Gracias por preguntar. ──Toma varias papas y las lleva a su boca. ──. Todo el mundo cree que me involucre en una pelea, si supieran que fue por culpa de una puerta.

Ríe levemente.

──Amas el pepinillo. ──Suelta señalando mi hamburguesa.

Vuelvo mi vista a mi hamburguesa.

──Si, realmente si.

──Dale un frasco de pepinillos y la harás feliz. ──Suelta Patrick. ──. Le regalé tres frascos el día de su cumpleaños.

Río al recordar la cara de mis padres, yo fui feliz.

──Menos mal que a mí me dio otra cosa. ──Murmura Chloe. ──. Porque el mariscal de campo estuviese lesionado.
Todos reímos.

Comienzo a comer lentamente con mi mano izquierda, él no nota nada.

──¿Cómo va el entrenamiento? ──Pregunto de la nada aprovechando que Chloe está enfrascada con Patrick en un red de susurros mientras comen.

──Bien. He notado que observas mis entrenamientos.

El calor invade mi rostro, y estoy por ahogarme, él amablemente me acerca mi gaseosa.

Sorbo con su mirada en mi, cuando me enderezo, noto a Stassie con su grupo de amigas en la distancia observándonos.

──¿Viniste con ellos?

Él gira su rostro para ver de quién hablo.

──Si, pero te vi y quise venir a hablar contigo.

Miles de escenarios se pasean por mi mente, por mi condenada mente que puede crear cada situación inexplicable.

──¿Hiciste una apuesta con ellos o algo? ──Mi tono elevado no pasa desapercibido para quienes tenemos en frente.

──Alana… ──sisea Chloe, la ignoro.

──¿Qué estás diciendo?

──Si esto es un apuesta, por favor vete. Desiste. No quiero esto. ──Musito con un deje de dolor en mi tono de voz.

Puedo notar su rostro lleno de confusión.

──¿Apuesta? ¿De qué hablas, Alana? Sólo quería sentarme contigo. Me agradas.

Elevo mis cejas.

──Chloe nos vamos.

Todos los besos que me imaginé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora