𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ➯ ᒾʏᴇᴏɴ

Capítulo 11. Fue lo mejor, incluso si no quiero admitirlo...

Jeongyeon pov

Aquí estaba de nuevo con ella en mi cama, nuestros cuerpo desnudo estaban cubierto de sábanas, yo por otro lado, solo estaba perdida en mis pensamientos, sintiéndome culpable y aturdida.

"¿Cómo puedo llegar a este punto, si me juré a mí misma que no volvería a caer?"

"¿Porque hoy tampoco podía recordar lo que pasó?"

Lo único que parecía recordar, era la cena qué tuvimos a noche, después de ahí, ella me llevo a otro lugar, un bar tal vez. Digo esto porque puedo recordar ligeramente la música fuerte del lugar.

Después de eso, no sé nada, este sentimiento de culpa me invadió nuevamente, ya no puedo estar aquí con ella.

Decidí alejarme de su cuerpo dormido, me levanté de la cama, me bañé rápidamente y me apresuré a ponerme ropa deportiva.

Corrí, hasta que me di cuenta de que había llegado a una panadería que conocía muy bien, sí, estaba en el vecindario donde vive mi hermana.

Antes de ir a visitar a mi chaparra, decidí comprar un poco de pan para el desayuno, para ella, para mí y luego llevarle algo a Sana.

Caminé ahora, unas pocas cuadras más, ya que no estaba tan lejos de su apartamento. Cuando llegué, llamé a la puerta y mi hermana me saludó con una sonrisa y un abrazo.

"¡Hermana!, ¿que haces aquí?... pasa", dijo con rapidez y sorpresa al verme, ya que no era costumbre.

Entre sin responder su pregunta.

"Te traje esto, chaparra", sonreí ahora enseñando lo que había comprado.

"Buenos días a la visita", saludó con una sonrisa la chica.

Esa era la voz de Somi, así que sonreí.

"Somi, que sorpresa", hablé con una sonrisa abrazándola.

"La sorpresa es mía y ese milagro tu aquí", rió suavemente.

Nos alejamos del abrazo y escuché a Chae murmurar.

"Vaya, mi lagro de verdad"

Hablo mirándome todavía, con confusión.

"Oh, lo siento, Chae... Me levanté temprano hoy y quise correr, al darme cuenta había llegado hasta aquí, espero no haberte molestado"

"Estás loca", respondió sonriente. "Claro que no me molestas, eso es lo que me sorprende. Hace mucho que no vienes a visitarme..."

Después de decir eso, se acercó a mí y me abrazó. Sonreí y suavemente despeiné su cabello.

"Sí, tienes razón, la verdad me hacía mucha falta", confesé sintiéndome culpable.

Era mi culpa no haber venido a visitarla como quería.

"Me alegra ver a las hermanas, felices", dijo Somi con una sonrisa sincera.

"Y a mí me alegra verte aquí", señalé con una sonrisa divertida. "¿Ustedes dos ya son novias o amigas con derechos?"

Pregunté, tomando los sonrojos de ambas y un grito de protesta de mi hermana.

"Sí, lo somos", respondió regalándole una sonrisa a su ahora novia.

"¡Eso es increíble, lo lograste chaparra! Pero, ¿por qué no me lo dijiste antes?", pregunté ligeramente dolida.

"Bueno, hermana... Quería contarte, pero como hemos tenido reuniones y cosas importantes, no quise molestarte contándote mis cosas", rió nerviosa mientras se acomodaba su cabello.