𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ➯ ᒾʏᴇᴏɴ

Capítulo 42. Lo intenté dos veces...

La rubia se despidió de las dos, no sabía si podría ir en la noche a cenar, pero lo único que sabía ahora, era que tenía que hablar inmediatamente con Sana.

Explicarle todo y tratar de terminar con su relación.

Cuándo llegó al hotel, preguntó por ella, por su suite o habitación, pero la señorita le dijo que estaba en la misma habitación de ella.

Sin nada más que suspirar, entró a la habitación y caminó hasta encontrarla sentada en el sillón.

"Sana, pensé que irías a otra habitación", dijo algo desanimada.

"¿Porque tendría? eres mi prometida ¿lo recuerdas?". La miró con lágrimas en rostro, ella estuvo llorando.

La rubia se sintió mal por eso.

"San, Sana perdón... Quiero que sepas que no sabía nada de lo que me esperaría aquí, cuando llegue fue una sorpresa encontrarme con Nayeon y luego saber que tenía una hija, hora ella es lo más importante en mi vida. No sabes lo mal que me siento al verte llorar en este momento, saber que has estado para mí cuando yo solamente me he compartado como una estúpida contigo, no quiero lastimarte y no lo he querido nunca...", confesó con sinceridad.

Iba a seguir hablando, pero Sana la interrumpió.

"Pero lo has hecho, siempre lo haces... Nunca tienes tiempo para mí, me tratas mal y lo único que he hecho yo es amarte. Amarte mucho. Ese es mi único error Jeongie..." , admitió entre lágrimas.

"Lo sé y no sabes lo mucho que me duele saber que te lastimé, pero sabes creo que tenemos que ter..."

No pudo terminar de hablar.

"Por favor, Jeongie te lo pido, no me dejes, por favor"

Ella rogó y lloró más, poniéndose de rodilla.

"Esto es mucho por hoy", susurró en suspiró.

"Por favor... no me dejes", suplicaba.

Jeongyeon la ayudó a levantarse y Sana la brazo con rapidez. Y en el abrazo le volvió a rogar que no la dejara.

"Vamos a descansar ¿si? no quiero que llores más, pero sabes que necesitamos hablar luego, ¿verdad?", le respondió con cansancio.

"¿Te quedas conmigo?", preguntó con ilusión. "Quiero que me abraces", pidió ella mientras abrazo más fuerte a la rubia, está la abrazo también.

Se sentía muy culpable por lastimarla.

"Esta bien", fue su respuesta.

Las dos se sentaron en el sillón.

Por más que quería dejarla, sabía que no podía, no en este momento. Sana no dejaba de llorar por más que los brazos de la rubia la consolaban, ella seguía llorando y pidiéndole qué no la dejara.

Cuando está por fin se durmió, la rubia la dejó en el sillón con una cobija y almuhada, cuando terminó volvía hacia el departamento de Nayeon, esperando encontrarla.

Solamente quería verla, quería darle un abrazo y decirle que no todo estaba saliendo bien con lo que querían.

Solamente ella le daba paz.

...

Era de noche y sabía que todos estaban cenando. Apenas entró su pequeña corrió a sus brazos.

"¡Mami... viniste a cenar!", declaró.

Beso la mejilla de su mamá cuando la tuvo en sus brazos.

La pequeña ni preguntó nada sobre lo sucedido en la tarde, ya que su madre le pidió no preguntar nada, que esto era conversación para adultos, la pequeña entendió eso y no preguntó más.