𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ➯ ᒾʏᴇᴏɴ

Capítulo 12. Sí, era la culpable de todo...

Chaeyoung pov

Me desperté esta mañana algo preocupada por mi hermana, ya que no me ha llamado ni nada, ni siquiera porque me ausente estos últimos 3 días en la empresa.

Le escribí pero no ha respondido y tampoco asistió al almuerzo que planeamos con Somi.

Estaba tan feliz y emocionada por ese almuerzo. Así qué, no entiendo por qué no fue, realmente no sé si, no lo hizo, porque ella no estaba interesada al final o si lo hizo porque algo realmente le sucedió, tal vez solo estoy teniendo ideas locas.

Hoy estoy de vuelta en la empresa, así que definitivamente me encargaré de saber qué está pasando y hablar con ella finalmente.

"Tal vez solo estás exagerando, mi amor", susurró mi novia dándome un beso en los labios.

"Lo sé, por eso prefiero ir a averiguarlo, ya qué ni siquiera contesta mis mensajes o llamadas", respondí algo desanimado.

De verdad extrañaba tanto a mi hermana y me dolía que ella fuera así conmigo.

"Bueno, sí, de esta manera te mantienes más tranquila, ve y luego me cuentas", dijo, besando mis labios nuevamente, para despedirse.

Lo que me hace sonreír.

"Gracias, linda, nos vemos luego", me despedí también.

Somi salió de casa con una sonrisa y se fue a trabajar. Así que no esperé mucho, desayuné e hice mis deberes, luego fui directamente a mi empresa.

...

En la empresa...

Cuando llegué, lo primero que hice fue dejar unos papeles en mi oficina, luego caminé a la oficina de mi hermana, rogándo que estuviera allí para hablar.

Pero antes de entrar en su oficina caminé hacia la oficina de Momo, que estaba a la par.

"Buenos días, mi querida Momo", saludé a mi amiga sexy.

"Buenos días, Srta. Chaeyoung", saludó con una sonrisa hermosa que me contagio rápidamente.

"Por favor, dejemos las formalidades querida, hace unas semanas atrás estabas bebiendo de mis cervezas, en mi casa, hee", bromeé con ella.

Ella solo me sonrío negándolo con diversión.

"Estúpida, Chaeyoung, cállate, ya", me señaló.

Escuchar su insulto me hizo reír.

"Ya, ya, ¿cómo has estado?", le pregunté ahora dejando atrás las burlas.

"Muy bien, gracias por preguntar ¿y tú?", sonrió todavía divertida.

"Me alegro, yo también... La verdad es que tengo muchas cosas que contarte, tenemos que tomarnos unas cervezas más tarde o uno de estos días.

"Lo mismo digo, también tengo cosas que contarte. Me alegra mucho poder hablar contigo así, otra vez", respondió sin dejar de sonreír.

Lo dijo, porque últimamente no hemos podido salir de fiesta ni beber en nuestras casas..

"También estoy muy feliz y bien, entonces, ¿qué piensas si te invito el lunes?"

"Perfecto, entonces", me guiña un ojo.

"Ya quedamos...", respondí.

Estaba a punto de irme, pero recordé lo que vine a hacer aquí en primer lugar.

"Oh, no puede ser...", me golpeé la frente suavemente. "Olvidé lo que te venía a preguntar", me reí de mi estúpidez.

"¿Qué pasó? Vamos a ver, díme", respondió, riéndose de lo despistada que estaba.