Capítulo 27. Te encontré. Part #2

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Jeongyeon pov

Estaba un poco aburrida mientras todavía estaba parada allí mirando la vista, era muy lindo, debo admitirlo. Pero de repente escuché que la puerta se abría eso me hizo girar rápidamente.

Me congelé y mi corazón dejó de latir por un momento o eso es lo que sentí.

El tiempo se detuvo también o eso parecía. Sus ojos, fueron realmente sus ojos los que me vieron, tanto tiempo que esperé y ahora ella estaba parada allí, mirándome con sorpresa.

Entonces realmente sentí que me derretía en sus ojos de nuevo, esa sensación agradable y cálida volvía a mi pecho.

"¿Jeongyeon?", susurró de nuevo, se veía algo rara.

Pálida diría y como si todo esto no fuera suficiente la vi tambalearse, pero antes de que eso sucediera, rápidamente tomé su brazo para llevarla suavemente a mis brazos.

"¿Nayeon, qué pasa, te sientes bien?", le pregunté con preocupación.

Se siente tan bien tenerla cerca, se ve tan hermosa, sus ojos marrones me miran con cuidado y su cabello es aún más largo que la última vez, ¿sus labios esos lindos labios rosados todavía eran suaves y dulces? Quería averiguarlo.

Se veía tan frágil en mis brazos que necesitaba cuidarla, amarla y fundirla en mis brazos para siempre.

Ella no dijo nada, siguió mirándome cuidadosamente, como si estuviera siendo estudiada por ella.

También la observé sin creer que estaba aquí cerca de mí, después de mucho tiempo.

¿Podría ser esto un sueño? Sí, lo era debo odiarlo un poco por engañarme así.

"Realmente eres tú, no un sueño, ¿verdad?", susurré, abriendo los ojos por completo, mientras volvía a la realidad.

Obviamente no era un sueño.

Ella seguía mirándome sin decir nada. Nuestras miradas se mezclaban al igual que nuestra respiración, estábamos muy, demasiado cerca.

Todo se sentía eterno. Mi corazón estaba acelerado.

“Era ella, mi conejita”

"Jeongyeon, eres realmente tú, ¿no?", preguntó confundida mientras una mano temblorosa tocaba lentamente mi rostro con adoración.

Cerré los ojos, sintiendo su suave tacto. No podía creerlo, ahora las lágrimas nublaban mis ojos y los suyos.

"Sí...", susurré. "Nayeon, ¿te sientes bien?", pregunté de nuevo, nos miramos mientras mis labios estaban cerca de los suyos.

Realmente cada vez que la veo me pierdo en ellos, son como un imán, trató de leer su mente, pero no puedo.

Sonreí sin poder evitarlo. La felicidad que sentía era increíble, pero el dolor volvió cuando la pelinegra se alejo rápidamente de mí.

"¡Esto no puede ser real... tú, no estás aquí!", gritó sin creerlo y con dolor en su corazón que se apoderaba de ella y de mí.

"Yo... tampoco puedo creer que estés aquí...", me acerqué para tratar de tocar su rostro, seguía siendo tan hermosa, siempre ha sido una mujer demasiado hermosa.

"No te acerques, ¿Qué haces aquí?", preguntó brusca.

Mi corazón se hundió.

"Yo venía... a ver a Mina", susurré sin verla.

"¿Qué, por qué, Mina, de dónde la conoces?", gritó y preguntó.

“Sentía poder desmayarse y más haya de sentir felicidad, sentí miedo, mucho miedo”, susurró para ella la pelinegra.

𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ➯ ᒾʏᴇᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora