𝐄𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐒 𝐓𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀 ➯ ᒾʏᴇᴏɴ

Capítulo 59. Una ducha Juntas...

El día se había acabado y era de noche, la tranquilidad reinaba el lugar y la casa.

Tzuyu finalmente dormía después de un cuento que le contó su mamá Jeongyeon, hoy la niña tuvo un día lleno de muchos juegos y diversión con sus tías, y abuelos que regresaron ayer.

Jeongyeon por otro lado estaba intentando terminar algunos trabajos para ir a descansar con su futura esposa, odia hacer trabajos en casa, pero también pasó todo el día atendiéndola, así que no le quedaba de otra más que terminarlo esa misma noche, para tener todo arreglado para mañana.

...

Nayeon qué estaba muy, pero muy embarazada, se estaba dando una ducha.

Le encantaba las duchas en las noches, era algo qué disfrutaba ahora con el embarazo. Para ella era muy confortable y muy tranquilo estar en el agua tibia con aromas deliciosos.

La relaja bastante y sentir su panza crecer cada vez más, le hacía mucha ilusión, le encanta estar ahí, cerrar sus ojos, luego terminar su baño y dormí calientita al lado del amor de su vida, eso era lo más hermoso de sus noches.

Ella estaba ahí en la bañera. El agua estaba tibia, los deliciosos a olores a flores la hacían tener mucha tranquilidad, el baño estaba siendo lo más relajante del día.

Toco su vientre mientras cerraba sus ojos, tenía una hermosa sonrisa en su rostro, estaba tan relajada escuchando música, era una melodía suave, pero la melodía dejó de sonar y ella abrió sus ojos para encontrarse los hermosos ojos y sonrisa de su prometida.

"¿Linda no vas a salir? te vas a arrugar", rió viendo lo hermosa y adorable que es su futura esposa.

Nayeon se ve tan hermosa en embarazada, que es imposible que Jeongyeon no suspiré de amor por ella. Con una sonrisa tonta en sus labios la miraba.

Nayeon también rió.

"Siento ya no querer salir de aquí, no quiero salir", hizo un puchero.

La chica de pelo corto y rubio se acerco con cuidado. Se sentó a la par de la bañera, estiró su brazo y acarició el cabello de Nayeon con cuidado mientras no dejaba de observarla.

"Te ves muy bonita y sexy aquí", paso su mano por el vientre de está mientras sonreía.

"Gracias, cariño", se sonrojó. "¿Porque no dejas de verme?", preguntó muy tontamente.

"Eres muy preciosa... ¿Cómo fue que te fijaste una simple mortal como yo? Eres realmente un ángel", admitió con ilusión, sus ojos marrones brillaban tanto.

"Qué cosas dices cariño...", se sonrojó más mientras reía.

"Bueno, porque lo eres... eres un ángel muy hermoso", la beso rápidamente, pero dulcemente.

"Está bien, pero no cabe duda que también eres un ángel... porque eres la persona más hermosa que he conocido, ya deja decirme cosas lindas, cariño, me voy sonrojar mucho", beso a su futura esposa con ternura.

"Las dos somos ángeles entonces... Me encanta, pero ¿no vas a salir? Te vas a hacer como una pasita, muy pero muy arrugada", rió.

Nayeon volvió a soltar unas carcajadas con las ocurrencias de su prometida.

"Eres muy linda joder", murmuró la pelinegra.

"¡¡Amor!! ¡Esta vez fuiste tú!", lo decía por la palabra que usó.

"Perdón", dijo tocando su panza y tapando su boca, la rubia rió con ternura. "Perdón bebés", susurró Nayeon.

"Ya, amor, ven te ayudó a salir", se paró y tomó una toalla para ayudar a la pelinegra a salir de la bañera.