Nunca estamos del todo solos. | ~Joetrick

Provocaciones.

¿Por qué a mi? ¿Por qué me pongo de esa manera?

Es mejor levantarme de la cama y colocarme los boxers para que no se me note la erección provocada por esa visión.

-Y yo que pensaba que eras un santo y no provocabas.

-Solo, solo me colocaba el boxer...

-Pues has despertado a la bestia.

Me tiró a la cama y posó todo su peso encima de mi cuerpo, haciendo que uno de sus muslos tocara mi erección y la apretara más contra el.

-Me encantan tus gemidos.

De nuevo pegó su cara a la mía sin llegar a tocar mis labios mientras masajeaba mi miembro con una de sus manos. Se ve que tiene experiencia, algo que por mi parte no existe, sin contar mis propias exploraciones. Cuando me apretó más contra su cuerpo noté como su pantalón también estaba hinchado, mi acto reflejo fue hacer lo mismo que el estaba haciendo.

-*entre gemido*Hacia mucho que nadie me tocaba.- Me besó salvajemente. No quiero que esto nunca acabe.

El móvil de Joe no dejaba de sonar, ¿quién está estropeando este maravilloso momento? Por favor... que deja de insistir.

Al 4º intento Joe se apartó de mi para cogerlo. No te apartes, quédate a mi lado.

-Es Pete.- descolgó el teléfono.- Hey bro ¿qué pasa?

-****.

-En 20 minutos estamos allí.

-****.

-Estoy con Patrick, me vino a buscar con el coche.

-****.

-Que sí. Tranquilo, en 20 minutos estamos allí.

-****.

-Todavía hay tiempo, son las 7:35.

-****.- Colgó

-Vamos a refrescarnos un poco, sino vamos a llegar tarde.- Me levanté y el plantó un dulce beso en mis labios.

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Eran ya las 7:53 cuando llegamos al instituto. Salimos del coche y cuando estaba a su lado, me acercó a el y me dio otro beso.

-Gracias por lo de esta mañana, y lo siento también si te molesto, no se que me ha pasado, yo no quería comportarme así contigo desde un primer momento, se que eres diferente, pero para notar que eres principiante no lo haces nada mal.- Se acercó de nuevo a mis labios y entrelazó sus dedos con los míos antes de empezar a andar a donde se encontraban los chicos.

-Uyy, aquí huele a sexo.- Dijo Gerard.

-Más quisiera yo.- Joe rió.- Ya hace mucho que nada.

-Yo soy un santo, no me miren de esa manera.- Reí y Joe miró directamente a mis ojos con una gran sonrisa.

-Se les nota en la cara.

-Te aseguro que no, créanme.

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Hora de literatura. Que aburrimiento, no habían ganas de hacer nada, tenía ni cara posada en la mesa mientras hablaba con Joe, reíamos y el estaba algo, por no decir muy cariñoso. Todos los demás chicos se extrañaron con ese comportamiento, creo que nadie está acostumbrado a verle de esa manera.

-¿Qué pasó ayer por la tarde? Están demasiado juntos.- Preguntó Spencer.

-Nada fuera de lo común, solo que he conocido mejor a Patrick y se que es un chico asombroso.- Rozó sus labios con mi mejilla izquierda, yo sonreí como tonto y rojo, como un tomate, bueno, como estoy siempre.

-Aquí hay tema, se lo vamos a tener que contar a los demás.- Dijo Brendon, acto seguido Joe se giró buscando al profesor, no entiendo pero bueno, esta al otro lado de la sala hablando con otros alumnos. Se acercó de golpe a mi y me besó con dulzura.

-Ahora si tienen algo bueno que contarles.- Sonrió y se dio la vuelta haciendo caso omiso a lo que decían aquellos dos, parezco tonto de tan reír.

Se acercó el profesor a notros y nos echó la bronca por no hacer nada, solo le dijimos que ayer adelantamos trabajo, a lo que nos felicitó, por lo que parece fuimos los únicos. Nos dio el libro del que debíamos centrar el trabajo (El mercader de Venecia.), se fue y Joe y yo seguimos con nuestra conversación entretenida de preguntas, ¿qué te gusta? ¿tienes segundo nombre? ¿te gustan los gatos?...

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-Chicos, ¿esta noche pueden venir a mi casa? Mi padre no va a estar y no quiero estar solo, no me gusta estarlo.- es gracioso haber pasado toda mi vida social solo pero en mi casa siempre hay alguien conmigo, sino al menos está mi mascota, pero ahora no tengo.

-Yo voy.- Proclamó Joe el primero antes de que acabara de hablar.

-Y yo.- Brendon, y así todos respondieron.

Antes de irnos todos por nuestro lado, Joe se acercó a mi y me dio un cálido beso en la frente.

-¿Y vas a estar toda la tarde solo?

-No me has dejado tiempo de decirte, ¿quieres venir a mi casa a comer? Mi padre deja comida como para 5 y solo como yo. Así te lo devuelvo por lo de ayer.

-Ya me recompensaste esta mañana.- *Insertar mueca sexy* Mientras se acercaba a mi, otro chico le tiró del brazo, a ese no le conocía.