Nunca estamos del todo solos. | ~Joetrick

Siempre juntos.

2 años más tarde.

Noté como algo me estaba empujando y escuchaba de lejos mi nombre. Me giré en la cama entreabriendo los ojos para encontrarme con Joe con una sonrisa en la boca y moviéndome el brazo.

-Patrick ¿estas despierto?

-Estoy muerto, déjame. -¿Como se atrevía a despertarme en un maravilloso sueño con el y después de haber discutido? Giré para volver a mirar a la pared, pero el brazo de Joe me rodeo y su boca besando mi cuello.

-Mi vida, no puedo dormir... No estoy cansado...

-Tomate una tila.

-Eres un aburrido cuando te despierto. -Solté un leve gemido cuando mordió mi cuello.

-¿Que hora es?

-Las 3 y media...

-Te odio...

-Yo también te amo. -Su mano llegó a mi muslo.

-Jojo... De verdad estoy cansado...

-Solo un poquito... -Sus labios se volvieron a colocar en mi cuello mordiendo y chupando. Solté un leve gemido mientras su mano se coló en mi pantalón masajeando mi miembro, dandome cuenta como se estaba despertando cuando Joe comenzó a masturbarme y cada vez saliendo mas gemidos de mis labios. Apretó su cadera contra mis nalgas notando su erección. -Quiero darte duro...

-Hazlo. -Quitó mi camisa y me dio la vuelta, colocándose encima mía comenzando a besarme. Se separó un poco para quitarle la camisa e intenté comenzar a bajar un poco sus pantalones para poder hacer algo más. Lo conseguí y dejé su erección fuera y comencé a masturbarle más rápido de lo que me el lo había hecho conmigo, se tiró encima mía para devorar mis labios, saliendo gemidos de los suyos mientras seguía masajeando.

Apartó mi mano se acomodó y quito el pantalón y la ropa interior de ambos.

Joe levantó mis piernas, agarrándome de las caderas, quedando su pene entre mis nalgas. Comencé a moverme, mirando su cara, como pudo entre gemidos, estiró su mano hasta la mesilla de noche y sacó el bote de lubricante que aveces usamos, se hizo de nuevo hacia atrás, mientras se aplicaba el lubricante, se masturbaba, sabia que me ponía que hiciera eso, salían algunos gemidos de sus labios, estiró su otra mano y agarró mi erección para hacer lo mismo con un movimiento de vaivén a la misma velocidad. Atrajo mi cuerpo hacia a el de nuevo y se introdujo dentro de mi de una sola estocada, gruñendo fuertemente. Se estiró adelante para besarme mientras la velocidad y mis gruñidos iban a más.
Levanto mas mis piernas, llegando justo en un punto que me volvía loco. Mis gemidos y gruñidos se convirtieron en puros gritos de placer.
Joe fue un poco más rápido, su corrida empezó a llenar mi interior. Paró casi de golpe intentando recuperar la respiración besó mi cuello y me miró para ahora besarme en los labios.

-No te has corrido aun... ¿Que quieres hacer mi amor?

-Quiero que hagas tu solo algo...

-A sus ordenes mi sargento. -Bajó sus labios por todo mi torso hasta llegar a la entrepierna. Me miró sonriendo, agarró mi pene desde la base y lo fue introduciendo lentamente en su boca, rodeando toda la extensión con su lengua.
Arriba, abajo, arriba, abajo, así se movía haciendo que disfrutará de cada momento.

-Joder Joe... Ya me vengo. Aahg... -Joe metió más a fondo mi miembro dentro de su boca, notando más el calor que desprendía. Mi semen empezó a salir y el parecía ni inmutarse.
Se levantó para mirarme sonriendo, paso su brazo por la boca y se tumbó de nuevo encima mía, comenzó a besarme y se separó un poco para juntar nuestras frentes.