04.00

64 6 0
                                        

—¡Finalmente llegamos!—exclamó Taeyong, abriendo la puerta del bar de su amigo, quien antes gracias a una llamada telefónica por parte suya, dejó el bar junto con Seulgi en manos de su roommate, Mark.—¿Donde está todo el mundo?

—Son las 12:00 de la mañana Taeyong—le respondió Mark.

—¿Y?—Yuta y Donghyuck, clientes habituales probablemente se habían ido a trabajar.

—Bien, yo me encargo ahora—habló Ten, despidiendose de Taeyong. —Hola—saludó a Mark, tomando asiento en la barra.

—Hola, ¿que puedo servirte?

—No soy de beber mucho, ¿que me recomiendas?

—No importa—interrumpió Taeyong, tomando asiento a su lado. —Mientras sea fuerte y de cortesía—observó a Mark. —el Doc tiene cáncer—le susurró.

Ten pasó una mano por su cabello negando con su cabeza.

—Ahorratelo, estuve toda la noche despierto de niñero, no tengo energía para esto—contestó Mark, dándose la vuelta para tomar una botella y servirla en pequeños vasos.

—La inhumanidad, tu roommate hubiera aceptado sin pensarlo dos veces—Mark volteó los ojos en respuesta. —Como es que tu corazón se volvió tan oscuro, ¿desde que te pateó Donghyuck?

Mark apretó la mandíbula, una vena de enojo relucía en su frente.

—O-oh Dios, tranquilo, yo puedo pagar—Ten, algo abrumado saco su billetera—sigue sirviendo por favor, no pares.

Taeyong, de reojo, observó la gran cantidad de dinero en la billetera del doctor, y pasó saliva nervioso.

—Vodka está bien para mi, por favor—dijo sin quitar la mirada del dinero.

Mark buscó la mirada de Ten, en busca de aprobación.

—¿Que? Ah si, bueno—asintió, cual mal haría pagarle el trago a un vagabundo, pensó Ten.

—¿En serio eres doctor?—preguntó Mark, Ten asintió. —Hazle un favor al mundo y dale la eutanasia—con su cabeza apuntó a Taeyong, este carcajeo sarcásticamente en respuesta.

Luego de servirles, Mark decidió que podía limpiar un poco el bar, dejandolos prácticamente solos, entonces se formó el silencio.

—Entonces—Taeyong decidió romper el hielo. —¿Cual es la tasa de supervivencia en etapa 3?

Ten se atragantó, solo un poco.

—Mmh, dos por ciento, más o menos.

Taeyong asintió. —Entiendo, la muerte esperandote, tuve una falla con mi hígado hace un año, los doctores no me habían dado esperanza—pausó, y observó a Ten. —También una sobredosis, hace unos diez años, luego otra tres años después, y luego ese mismo año—Finalizó. —Salud.

Ambos chocaron vasos.

—Por la universidad, la escuela de medicina, el internado, la residencia, siempre trabajar y cero diversión—suspiró Ten. —Gran ética de trabajo y todos estos años desperdiciados—sonrió, con sarcasmo, y bebió.

—Exactamente, la gente se burla pero así es como vivo yo—respondió Taeyong. —Cada día es una oportunidad que no se recuperará, no lo desperdicie trabajando. —Taeyong normalmente tenía la manía de mentirle a la gente para justificar su poca responsabilidad y lo mucho que le gustaba beber sin ataduras, pero finalmente sintió que dijo algo sincero.

Ten pasó las manos por su rostro frustrado.

—¿Donde coño estabas con esa basura de carpe diem cuando tenía 20?—preguntó Ten, no para que Taeyong le respondiera, si no para darse cuenta de que su vida comparada con la del vagabundo a su lado era una basura.

—Sentado aquí, principalmente—de igual manera este respondió. —Desperté en México una vez—soltó una risa recordando lo mucho que le costó volver a Corea después de eso. —Vivo la vida al máximo, no me arrepiento de ningún día.

Ten, quién escuchaba atentamente volteó con la mirada perdida una vez más.

—Yo nunca me he embriagado tanto, ni he hecho algo completamente irresponsable.

—¿Traes tu bloc de recetas? Podría ser divertido.

—Ni si quiera he probado la marihuana—observó nuevamente a Taeyong, lloriqueando falsamente.

—¿Hierba?—se sorprendió.

—Si—se quejó.

Taeyong negó con la cabeza, bebiendo de lo poco que le quedaba en el vaso, bajo la atenta mirada de Ten.

One Night Hookup / TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora