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—Bueno señores—suspiró Taeyong con notorio cansancio una vez salió de los sanitarios. —Necesito ayuda.

Se echó en los banquillos del bar, Mark, que continuaba reemplazado por gusto a Johnny, volteó a verlo para escuchar cual sería la historia de ahora, al lado de Taeyong, Yuta se encontraba bebiendo, prestando la misma atención.

—Es este chico.. no puedo sacarlo de mi mente, me está destrozando—frustrado, paso las manos por su cabello.

—¿Por que suenas tan cursi?—pregunto Yuta con notorio disgusto.

—Lo traté con respeto y el me respondió tratandome como si fuera cualquier basura—respondió enojado.

—Lo único que tu has tratado con respeto en esta vida es al alcohol—finalmente Mark se unió. Taeyong rodeó los ojos en respuesta. —Espera, ¿es el doctor del otro día?

—Tal vez.

Mark soltó pequeñas burlas y le sirvió una cerveza como compensación, rápidamente se incorporó frente a él.

—¿Cual es la trampa?—continuó con diversión.

—Que clase de hombre crees que soy Mark.

—Siempre hay una trampa—dijo Yuta.

—Bueno, si. Soy bueno metiendome en problemas pero—se comenzó a lamentar. —No quiero meterme en nada con este chico, solo con él, pero no me deja.

Mark algo perturbado preguntó. —¿Por qué alguién querría estar contigo?

Dado al pésimo historial de vida de Taeyong, todos podían entender el rechazo del susodicho.

—¿Por qué no querrían?—cuestionó él, sin saber la obvia respuesta.

—Clamidia y herpes, para empezar—respondió Yuta, bromeando. —Poca higiene, alcoholismo, falta de brújula moral...

—¡Bien ya! Pero mis buenas cualidades superan por mucho a las malas.

—Nombra una—indicó Mark.

Pensativo, Taeyong se calló.

—Me gusta la aventura.. un libido sin fin.

—Cielos—susurró Yuta entre el discurso de Taeyong.

—Aparezco con drogas, lo acompaño, buscamos mujeres y sexo pro-bono—continuó. —¿Que más podría querer un hombre moribundo?

—... ¿Es en serio?—nuevamente Mark con claro sarcasmo.

Y luego de un pequeño silencio, Taeyong contestó. —¿Cómo debería saberlo?—cabizbajo.

—Finge que el mundo deja de girar cuando lo veas—ofreció Mark.

—Lo intenté pero no funcionó, ¿que más tienen?

Mark observó a Yuta pidiendo apoyo, pero este hizo una mueca rindiéndose ante la situación.

—Bueno, gracias amigos—se levantó luego de un rápido sorbo al trago, tomando su chaqueta y dandoles la espalda, sin antes decir una última cosa. —Su puto apoyo fué asombroso.

Mark y Yuta no hubieran reaccionado para nada, si no fuera porque Taeyong, que jamás en su vida había desperdiciado una gota de alcohol, se fue dejando el trago casi completamente intacto.

One Night Hookup / TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora