One Night Hookup / Taeten

14.00

La noche ya había caído, Taeyong había perdido la noción del tiempo luego de casi tomarse una botella él solo, porque cayó dormido al lado del pequeño jardín que había afuera del edificio, con frío, y sentado en un cartón que encontró en la basura.

—¡No se como puedes ser tan malditamente egoísta!—se escuchó no muy a la lejanía.

Taeyong se removió incómodo, despertando lentamente.

—Nicha, no, no te vayas ¿si?—ese fue el doctor.

Taeyong abrió los ojos de golpe para observar la situación, la hermana de Ten que se encontraba llorando, había pedido un taxi para irse.

—Tú no vas a...

—¡Egoísta!—le gritó su hermana.

—Como puedes decir que soy egoísta... —respondió Ten, con frío, sin intentar demasiado detener a su hermana. —Llámame, ¿si?

Y su hermana cerrando el taxi con un portazo, se fue.

—¿Qué le hiciste?

Ten volteo, para darse cuenta de que Taeyong nunca se había ido, provocando una dolorosa risa, porque lucia tan cansado.

Caminó en su dirección, porque no tenía razones de fuerza mayor para ignorarlo.

—Le dije que no me interesa la quimio, una y otra... y otra vez—se sentó a su lado. —Literalmente, jamás había estado tan cansado en mi vida. —Taeyong lo observó. —No es cansancio físico... es más bien psicológico, cargo con el peso de la ironía—soltó frustrado. —Doctor que se dedica a salvar vidas, no puede salvar la suya.

—Esa es una grosería cosmica—respondió Taeyong.

—Mi familia me sigue diciendo que luche, que sea fuerte, que sea valiente, es una plática de batallas. He visto lo que la quimio le hace a un cuerpo, no es una batalla, es una causa pérdida—suspiró, intentando con todo su orgullo aguantarse las ganas de llorar. —Pero en serio estoy peleando... por mi maldita dignidad—una lágrima cayó por su mejilla. —¿Por qué no entienden eso?

Taeyong estaba en silencio, pensativo en lo que iba a decir, y tenía que admitirlo, algo se había removido dentro de él.

—Si te sirve de algo, yo creo que eres muy valiente—halagó, ofreciéndole su botella de vodka.

—Tsk, por favor, no me conoces para nada.

—Lo sé.

—Voy a morirme.

—Ya lo sé.

Ten volteó a observarlo. —¿Entonces por qué haces esto?

En sus ojos se veía reflejada la desesperada búsqueda de apoyo.

—No estoy muy seguro—respondió Taeyong. A lo que Ten carcajeo, tomando un sorbo de la botella. —Pero yo jamás te pediré que te hagas la quimio.

—Buaw—se quejó por el amargo sabor del vodka. —¿Bien, y que con los "pensamientos sanadores"?

—Noup.

—¿Ni dirás "tu puedes vencerlo"?

—Noup.

—¿O decirme que me quieres?

—De ninguna manera, no soy gay.

Ten sonrió. —Qué bueno—volvió a tomar un sorbo.

Ya se había calmado, habían fluido naturalmente y no sintió la carga que su familia le había impuesto, así que, si seguía al vagabundo una vez más, ¿que podría pasar?

Entonces, ahora que el vodka lo había liberado, comenzó. —Vamos por unos tatuajes.