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Ahora, Taeyong caminaba junto a Ten, por una de las calles desoladas de su pobre barrio. Ambos miraban a su alrededor mientras avanzaban.

—Ese, ese es—habló Taeyong, apuntando con la mirada a un hombre con capucha negra que estába parado a unos metros de ellos.

—¿Ese es el traficante?—preguntó Ten en voz alta, apuntandolo con el dedo sin disimular.

—¡Shh! Baja la voz quiere—-extendió su mano.—dame 20.

Ten hizo una mueca emocionado y sacó su billetera, sacando sin pudor un gran fajo de billetes.

—¿Estas loco? Guarda eso si no quieres que nos maten—tomó el dinero del doctor guardandolo nuevamente, ahora el inexperto estaba nervioso y rápidamente le dió el billete de 20. —Bien.. me vas a esperar aquí, yo volveré enseguid-.

—¡No!—lo interrumpió Ten. —Yo te acompaño, quiero toda la experiencia—alegó.

Taeyong lo observó dudoso. —¿Estás seguro?—pasó saliva, contagiandose de nervios también.

—Si—respondió.

—... Bien—Ten sonrió. —Pero vigila que no vengan policías.

Ambos continuaron en dirección hacía el hombre, Ten estába tan emocionado al punto de que cada paso era un salto de felicidad.

—Yaz, ¡mi amigoo!—exclamó Taeyong, ya frente al extraño con capucha que se apoyaba en un poste de luz.

El desconocido volteó a verlo. —¿Sigues con vida?

Taeyong carcajeo. —Deudas, impuesto y Lee Taeyong.

—H-hola, yo jamás me había drogado antes, jaja—se incorporó Ten, sonriendo.

El extraño lo observó incrédulo.

—Mi pequeño amigo y yo quisiéramos comprar de su hierba más fina—continuó Taeyong.

El desconocido negó. —Solo tengo de una.

—Bien, dame de esa—aceptó Taeyong, el desconocido, con cuidado, comenzó a sacar algunas bolsas de los bolsillos de la capucha, para hacer el intercambio.

—¡Manos arriba! ¡Soy un maldito policía!—gritó el doctor.

—....

Ambos callaron y lo observaron, el encapuchado apretando la mandíbula quizás un poco estresado, Ten observó a Taeyong.

—E-es broma, solo bromeo, solo bromeo—suspiró.—Nos llevaremos las drogas ahora, gracias, muchas gracias.

—Es su primera vez—interrumpió Taeyong, el encapuchado asintió. —Ahora... —suavemente empujó a Ten, quien hizó una reverencia de despedida y se dejó llevar por Taeyong.

One Night Hookup / TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora