One Night Hookup / Taeten

08.00

Había amanecido, ambos pasaron toda la noche afuera disfrutando de su libertad.

Estaban sucios, con la misma ropa que el día anterior, cansados por haberse drogados, pero felices.

Taeyong que había perdido la vergüenza de todo, se encontraba haciendo sus necesidades en una orilla, mientras que Ten, observaba lo brillante que estaba el mar ahora que había amanecido.

—¡PUDRETE!—gritó de la nada el doctor.

Taeyong volteó a mirarlo.

—¡TENGO 30, APENAS ESTABA EMPEZADO! —exclamó con rabia al mar, Taeyong rápidamente término de hacer lo que hacía y subió por la acera en dirección a Ten, quién mientras más se acercaba, se dio cuenta de que al chico le caían unas pocas lágrimas. —¡Pudrete páncreas! ¡Pudranse celulas!—gritó en vano, porque no le quedaban fuerzas. —¡Pudrete escuela de medicina! ¡PUDRETEEEE!—suspiró, mas relajado, gritar al final si le había ayudado, entonces observó a Taeyong, quien le dedicó una sonrisa orgulloso, sonrisa que el correspondió.

Taeyong estába a unos 10 pasos de él sin avanzar, fue entonces que Ten se acercó para planear su siguiente movimiento.

—Hay algo más que necesito hacer—dijo finalmente, pasando por su lado caminando. —¿Me acompañas?

Y Taeyong accedió.

(.....)

Finalmente llegaron, ahora Ten se encontraba afuera de la casa de Kim Dong-young, y Taeyong a su lado escondido, dándole ánimos.

El doctor golpeo la puerta un poco asustado y nervioso.

—Dale un poco más fuerte, con ganas—le susurró Taeyong.

Ten asintió, mejorando su postura y volvió a golpear ahora con más fuerza, y la puerta se abrió.

—¿Puedo ayudarte?—preguntó el chico detrás de la puerta.

Ten exhaló con emoción—¿Kim Dong-young?—preguntó con inocencia.

—Ese soy yo, ¿te conozco?—de la nada, un pequeño niño se asomó por la esquina de la puerta.

—¿Quien es papi?—habló curioso el pequeño, observando al doctor.

—Oh, hola—saludó el palido sonriente.

—¿Ten? ¿Eres tú?—preguntó Doyoung, apodo que acortaba su nombre.

—Sí—respondió, moviendo la cabeza en señal de aprobación.

—¡Que sorpresa! No te veía desde...

—La graduación—completó Ten.

—¡Si! ¿Como estas?

—Bien—volteó a ver a Taeyong. —¿Ahora?

—Ahora—le respondió este.

Entonces sin pensarlo más, tiró un golpe directo a la nariz de su antiguo compañero.

—¡O-oah!—gritó, cayendo al suelo mientras sangre salía de sus fosas.

—¡Oh!—exclamó Ten, asombrado por la fuerza que tenía.

—¡Corre, corre, corre!—le gritó Taeyong, asomándose por la puerta para ver lo que el doctor había hecho y luego correr tras él.

—¡¿Crees que le rompí la nariz!?—preguntó Ten mientras corrían.

—¡Seguro le tiraste un diente de paso!—giraron por una esquina. —¡Por Dios!

Ambos gritaron, mientras que ahora corrían para escapar.

—¡Eso fue grandioso!—le halagó Taeyong.