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Dos días en la granja y recordó porque se mudaron a la mansión en el centro, su pequeño cachorro era susceptible a los insectos, así como también todo insecto volador o de más de 3 patas lo asustaba demasiado, pero también le parecía gracioso verlo salir hasta el patio cubierto como si fuera a recoger miel, solo sus ojos quedaban a la vista.

Talvez lo mimo demasiado cuando era pequeño, pero al menos ahora estaba Taehyung para eso, era su turno.

Con el ceño fruncido miraba con disgusto la tierra mojada, sus botas estaban sucias, lo desagradaba como era blando al caminar y resbaloso, tenía caer sentado en cualquier segundo, en definitiva no era para él ese tipo de vida, pero a si no le gustara debían quedarse hasta que arreglaran su casa.

- Que mal te hicieron ¿Por qué tienes esa cara? - cuestionó riendo el alfa al verlo parado con las manos como jarra en su cintura, se veía tierno, alzó su barbilla para robarle un besito.

- No me gusta - reprochó abultando los labios, Tae sonrió moviendo la cabeza, bueno podía entenderlo, de niño tampoco le gustaba, en especial por todas esas veces que se cayó lastimándose sus rodillas o brazos, debía admitir que era algo torpe.

- Quieres que te cargue? - cuestionó y él asintio enseguida.

A pesar del lodo, los mosquitos y los animales, no era tan malo después de todo, no lo era si Taehyung lo cargaba en su espalda mientras paseaban por los alrededores, era un terreno grande, pero todo estaba lleno de arbustos y árboles, el alfa pensó que si se trabajan la tierra como era debido, seguro podrían sembrar varias cosas en pequeñas partes, porque tampoco era una granja enorme, se podía decir que era como una manzana o cuadra.

Cuando podía iba a ver cómo iba la obra en la mansión, algunos pilares debían reconstruirse de nuevo por completo, de paso hizo que reforzaran otras partes, también hacia la compra, para evitarles la fatiga de salir a Suho, había tenido una recaída después del incendio, así que estaba en cama descansando.

A ese paso, no estaba seguro de si llegaría a finales del año, necesitaba encontrar un médico.

Por otro lado, continuó con su investigación a los otros clanes, necesitaba saber quiénes podían ser potenciales enemigos, tenía en claro que nada de lo que sucedió en esa familia fue mala suerte, alguien estaba detrás de eso e iba a descubrirlo.

Quiero a mi omega

Reclamo su lobo por séptima vez en el día, por varios asuntos tuvo que salir temprano al centro, llevaba casi toda la mañana y medio día lejos de Jungkook, él no era tan desesperado como su lobo, porque podía sentirlo tranquilo, ah pero el suyo, su era un molestoso.

Solo lo ignoro, al pasar por una vidriera, en el reflejo de un espejo casi como una ventana, vió a su lobo caminar a su lado, era negro entero, un negro muy oscuro, más que la noche, más que la brea, sus patas podrían fáciles pisar una cabeza humana y destrozarla como si se tratara de un cascarón frágil, en cuatro patas era solo unos centímetros más grande que él.

Sus miradas se encontraron por unos segundos, y este pareció sonreírle, emanaba un aire oscuro, un humo brotaba de su pelaje, como si se quemara, en sus ojos pudo que ver más allá de él, había algo más fuerte y peligroso, algo poderoso, por una fracción de segundo vio unos ojos rojos antes de que la imagen de su lobo de esfumara.

Continuo con su camino después de eso, no era para preocuparse, porque a pesar de todo, tenía control sobre eso más oscuro y fuerte, mientras tenga el control, todo estaría perfecto.

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Unas semanas después.

Notaba a Jungkook algo decaído desde hace un par de días, un poco pálido y de mal comer, dormía demasiado, estaba cansado aún sin hacer nada, tenía pesadillas que lo despertaban abruptamente, pero ya lo había revisado el médico y aseguraba que no tenía nada, pero algo debía ser.

Acostados en la hamaca colgada en el porche de la casa, observaban la lluvia, el azabache recostado en su pecho comiendo manzana picada con leche, jamás entendió porque comía eso así, pero no era quien para juzgar sus extraños gustos, su mano se dedicaba a trazar las vértebras de su espalda por dentro de la manta.

- Creo que voy a extrañar este lugar cuando regresemos a nuestra casa, aquí es muy tranquilo - comentó dándole un trozo de manzana, él lo recibió a pesar de que el sabor no le agradara mucho, pero eso era amor.

- Lo es, pero padre necesita volver, es más fácil para que el médico haga sus visitas, aunque creo que estar aquí le a sentado muy bien, se ve mucho mejor, ahora el enfermo eres tú - Jungkook rió levantándose un poco para cruzar los brazos sobre el pecho ajeno y apoyar la barbilla en estos.

- Yo no me siento enfermo, creo que solo es.... creo que voy a vomitar - balbuceo tratando de bajarse, Taehyung de levantó y lo ayudo viéndolo correr adentro, fue tras él, si vomitaba entonces si estaba enfermo, llegó a la puerta del baño y escucho las arcadas.

- Puedes abrirme por favor - pidió tocando despacio, otra arcada y suspiro abriendo él mismo, verlo de rodilla contra el inodoro de fue bonito, sus ojos vidriosos y algo de sudor en su frente, cogió papel y le limpio la boca alzándolo de la cintura cuando terminó, lo acercó al lavabo para que se enjuagara.

- Creo que fue la manzana - dijo una vez pudo respirar mejor, viéndolo a través del espejo, Tae no dijo nada, solo lo veía seriamente.

- O talvez es este lugar - concluyó, besó su frente, algo le preocupaba de esa situación, su lobo no estaba conforme, presentía que no estaba bien que se sienta así, no soportaría si algo le llegara a pasar, Jungkook lo era todo para él, era la única familia que tenía, a parte de Suho.

- Mejor vamos para que te acuestes, pediré que te hagan algo liviano de cenar.

Tres días más adelante ya estaban reintegrándose de nuevo en la mansión, sus empleados de confianza también estuvieron de regreso, aún no daban con el responsable del incendio provocado, pero algo le decía que estaban muy cerca del enemigo.

Jungkook seguía igual de enfermo, por más que el médico lo revisara, no sabían que podía ser, pero ya no se podía tratar de resfriado, tener a los dos omegas en estado crítico no era fácil, al menos sabía lo que Suho tenía y conocían que medicamentos darle para que se sintiera mejor, pero en el caso de Jungkook, ni siquiera sabían que tenía.

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Leía uno de los libros que alguien le recomendó para saber más de los clanes existentes, uno de los omegas que se encargaba de servirle a él y a Jungkook, tocó la puerta antes de entrar con una bandeja, traía su taza de té y un postre adicional, Taehyung vio el dulce con curiosidad, ya que no era mucho para comer cosas empalagosas, con todo agradecía con un a inclinación de cabeza.

Cuando el Omega estaba saliendo del despacho, entró Jungkook, aún vestía su ropa de dormir, camisón y un short, porque desde el incidente, Taehyung le decía que vistiera algo más prudente en caso de que suceda algo igual en un futuro, también llevaba unas medias blancas hasta el muslo por encima de la rodilla, eso sí, lo de andar descalzo ya era una costumbre suya.

Se aparto un poco del escritorio para recibirlo en sus piernas, por su estado, era más cariñoso y quería pasar mucho tiempo con él, pasó el brazo por su espalda baja y sostenerlo, recibiendo con gusto el besito en su mejilla.

- Que tal estuvo tu siesta, alguna pesadilla? - averiguó apartándole unos cabello de la frente, esos días había crecido mucho, ya casi le llegaba al hombro, pero se veía bonito así, razón por la cual no le decía que se lo corte, él recostó la cabeza en su hombro mirando el postre.

- Dormí bien, mucho mejor que en la noche ¿te comerás eso? - quiso saber apuntando el postre, el alfa sonrió negando y le acercó más el platito para que pudiera comer sin moverse mucho, él agarro la taza de té.

- Por la noche vendrá un médico nuevo, es extranjero, beta, me lo recomendó un amigo ¿te gustaría dar un paseo por el jardín? - asintio con las mejillas llenas, con algo de crema azul en la comisura de sus labios, parecía un niño pequeño, uno que a Taehyung le encantaba cuidar y mimar.

- Si.. esto está delicioso, quieres un poco? - ofreció con la cuchara, pero él negó, no le molestó, continuo comiendo hasta acabar todo, a diferencia del alfa, él si era un goloso total.

Lo llevó para que se pusiera ropa, el jardín había sido uno de los lugares que hizo remodelar, sabía cuando le gustaban las flores a su omega, así que hizo sembrar de varios tipos y colores, ver la radiante sonrisa del azabache era algo que lo hacía feliz.

Habían pasado apenas 5 minutos que salieron, cuando Jungkook empezó a quejarse de dolor abdominal, al inicio no era tanto, pero con los segundos se volvía un ardor fatal al punto de llegar a las lágrimas, creyendo que pudo ser por todo el azúcar del postre lo hizo sentarse en una de las bancas de madera, pero solo empeoró cuando vómito sangre.

Eso no era un simple dolor, cargándolo lo metió de inmediata a la casa.

En cuestión de segundos comenzó a convulsionarse y espumar su boca, llamo por ayuda, las mujeres d ella cocina salieron a ver qué pasaba, hasta que una de ellas dijo algo que llamo su atención.

- Que dijiste?

- Puede tratarse de envenenamiento señor, c-conozco de un remedio que puede ayudar - dijo y él la envío a preparar ese remedio, mientras tanto envío a dos betas a buscar al médico, su visita tenía que apresurarse.

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El médico confirmo que se trataba de envenenamiento, gracias al remedio casero habían evitado que su interior se dañará mucho, ya cuando él llegó le dio las medicinas correspondientes y le hizo un lavado para que no quedará rastros del tóxico letal, con unos aparatos extraños, tomo muestras para saber que veneno era.

- X*t*l es un químico muy tóxico, actúa después de dos o tres minutos, la cantidad que le dieron, era para matarlo, señor ¿recuerda que comió durante los 10 minutos antes de empezar a tener reacción? - con e ceño fruncido hizo memoria, no había comido nada más que ese postre cuando fue al despacho.

Por suerte habían dejado las cosas en el despacho, nadie había ido a recogerlas para limpiar, con una muestra se confirmo que el postre fue envenenado, pero entonces, Jungkook no era el objetivo, si no Taehyung.


- Creo que alguien lo quiere fuera del mapa señor - pero su Omega había resultado siendo la víctima.

- Quiero que busquen a ese omega y lo traigan aquí - ordenó a los empleados que asintieron yendo a buscarlo.

A la mañana siguiente, Jungkook despertó al desorientado, sin saber que fue lo que pasó, su papá estaba a su lado sosteniendo su mano con cariño, dándole esa sonrisa llena de amor, con calma le contó lo que le sucedió la tarde anterior, porque no podrían ocultarlo algo de esa magnitud, tenían que estar al tanto de todo lo que pasaba, mucho más, si se trataba de un atentado en contra de su alfa.

Tenía náuseas y vómitos a causa del lavado, pero era una reacción normal, su cuerpo trataba de expulsar las toxinas hasta lo último, pero gracias a las medicinas más avanzadas del médico, que seguía en la mansión, si recuperación sería más pronta.

Mientras tanto, el responsable ya había sido atrapado, se trataba de un omega que apenas había entrado a trabajar con ellos unos días antes del incendio, lo encontraron en su propia casa, por las fachadas, no parecía ser alguien que tuviera necesidad de trabajar de sirviente.

- Por favor, se lo ruego, le diré todo que quiera, pero no me mate, m-me obligaron a hacerlo, señor, e-ellos tienen a mi hijo y a mi alfa, no tuve opción - rogó de rodillas suplicando ser escuchado y Taehyung jamás se caracterizó por ser sádico, o un asesino a sangre fría, aunque su Omega había resultado afectado, decidió darle una sola oportunidad de hablar, ya después vería que hacer con él.

- Ok, empezar a hablar.

Resultó ser uno de los hijos de Park Ryuyeong, uno de los alfas líderes, un alfa de aire, Park Jimin, omega de viento, había sido despojado del clan después de unirse a un alfa discapacitado, una vergüenza para el clan.

Le contó, que hace dos meses alguien se metió a su casa y secuestro a su hijo de 10 meses y a su alfa en silla de ruedas, lo amenazaron para que entrara a trabajar a la casa de Jeon Suho, él fue quien dejó entrar a los que iniciaron el fuego, él llamo a los bomberos, confesó envenenar el postre dirigido al alfa y también, confesó que durante ese tiempo, estuvo dándole pequeñas dosis de un veneno más a Jungkook, eso explicaba su enfermedad desconocida y repentina.

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Iba saliendo del baño, cuando vio al alfa entrar a la habitación, quien enseguida se acercó a ayudarlo a volver a la cama.

- Cómo te sientes? ¿Y Suho? - preguntó poniéndole la manta en las piernas, se acostó atrayéndolo a su pecho en medio de sus piernas, de esa manera podía percibir su aroma directo del cuello, paso los brazos por su cintura acariciando su abdomen.

- El médico dijo que puede empezar a comer más, tengo mucha hambre. ¿Dónde estabas? - se giro un poco para verlo, recibiendo un beso en la sien.

- Solo atendía unos asuntos - repartió algunos besos húmedos en su cuello, sabía que le gustaba eso, su cuerpo se relajaba más y respiraba un poco más pesado.

- Papá dijo que encontraste a la persona que puso el veneno ¿ qué harás con él?.

- Nada, seguirá trabajando con nosotros, nos ayudará a saber quiénes son los que están detrás de todo esto, hay que ser empáticos, tienen a su familia, si lo ayudamos, entonces tendremos su confianza, es todo, sabes que no me gusta la violencia - el Omega asintio cerrando los ojos, con Taehyung así, era muy calientito y cómodo para dormir, como si su cuerpo fuera una bolsa térmica, que su elemento sea el fuego, era una ventaja.

- Tenemos que estar más atentos de ahora en adelante, estoy de que volverán a intentar otro atentado - agregó cubriendo bien su cuerpo con la manta.

Había dejado que Park Jimin continuará en la mansión, Suho y los demás fueron informados de él, por eso, los otros empleados lo dejaban de lado, estaban molestos por haber intentado dañar al Omega, la mayoría de ahí, trabajaban desde hace muchos años, vieron nacer y crecer a Jungkook, le tenían un cariño especial, tenían sus razones para no aceptarlo, pero no sabían que él también tuvo sus razones para hacer eso.

Pero de todos modos estaba agradecido de que Taehyung no lo lastimara o le aplicara un duro castigo, confiaba en que le ayude a recuperar a su familia, su lobo ya no podía más con la agonía de ni saber de ellos, no podía comunicarse con su alfa a través de la unión, del lazo, le preocupaba que le hubieran hecho algo, aún así todos los días intentaba tratar de llamarlo.


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