FIRE ALPHA

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El nudo bajó y el cuerpo del alfa cayó sobre él suyo, había perdido el conocimiento por unos segundos, cuando volvió en si, estaba algo aturdido, confundido, hasta que sintió el cuerpo contrario temblar bajo el suyo, se apartó asustado al ver lo que había hecho.

-Que demonios… Jungkook, mi amor – llamó, pero él se encogió en la cama, llorando bajito mientras temblaba, entonces vio su cuello y entró en pánico, se apartó enseguida mirando a los lados ¿acaso él había hecho eso? Los sollozos del azabache lo trajeron de nuevo.

-Duele, Tae – se quejo llevando la mano a la marca recién hecha, Taehyung se acercó de nuevo y lo giró, su rostro cubierto de lágrimas, tenía su labio muy lastimado, quiso sentarlo, pero se quejo aún más, así que solo puso almohadas bajo su espalda, sentándose a su lado, él no quería que lo tocará.

-Amor, soy yo, no se que fue lo que pasó hace un momento, yo.. yo no soy así, lo sabes, déjame ver si, por favor – pidió muy preocupado, Jungkook lo miró con recelo, pero apartó la mano para que pudiera ver su cuello, las dos heridas abiertas aún sangraban, así que se inclinó a ellas para curarlas, su corazón se partió al ver cómo el azabache se encogió por su cercanía.

Lamió las heridas hasta que dejaron de sangrar y comenzó la cicatrización, besó su mejilla, y vió su cuerpo, las mordidas en sus piernas y cadera también habían sangrado un poco, que demonios le había pasado para hacerle algo así.

Jungkook intento moverse, pero el dolor fue tanto que un sollozo lastimero escapó de sus labios, miró al alfa que estaba ido, ya no tenía los ojos rojos, hace un momento le había dado miedo verlo así, parecía un demonio, pero justo ahora, era el Taehyung que veía todos los días.

-Tae – llamó y él giro a verlo enseguida, cogiendo su mano con cuidado.

-Dime, que pasa, quieres algo – su labio se torció hacia abajo, ya no sentía el calor del celo, su lobo se había asustado tanto, que lo reprimió.

-Quisiera bañarme – musito mirándolo, Tae asintió.

-Prepararé la tina.

Con mucho cuidado lo metió en el agua tibia, había puesto algunas plantas medicinales, una almohada para que no fuera tan doloroso sentarse, Jungkook exhaló con una mueca, miró al otro y le estiró la mano – Entra –

Con todo el cariño que le tenía lo ayudó a bañarse, jabono su cabello, su espalda, sus piernas, teniendo cuidado de las mordidas sensibles, lo enjuagó y también lo secó.

Estaba cambiando las sábanas, cuándo escucho otro quejido, volteo al azabache que estaba medio recostado en el sofá – Que sucede – preguntó alisando la sábana, él tenía el ceño fruncido, al no tener respuesta se acerco, tocó su frente y estaba ardiendo en fiebre.

Vio su herida en el cuello, estaba sanando bien, se podía ver lo profunda que era, estaba algo roja oscura, no rosácea, eso le preocupo, le alzó el camisón de dormir, viendo que las otras estaban igual, podía ser el veneno que expulsaban sus colmillos cuando lo mordía.

Lo cargo y lo llevo a la cama – Llamaré a un doctor, si precioso, enviaré a alguien para que se quede contigo – besó su frente cubriéndolo bien y salió.

“El veneno en su cuerpo es en gran cantidad, le tomara más tiempo recuperarse, un poco más y quizás él no habría resistido, la fiebre no bajará, hay que procurar curar sus mordidas cada 3 o 4 horas, no lo deje solo”

Sentado en el suelo miraba sus manos, la noche había caído, los dedos le temblaban un poco, y esa extraña sensación en su cuerpo no desaparecía, no entendía que le pasaba, miró a la cama donde el omega dormía, tenía el cuello vendado, sin creerse lo que le hizo.