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2 meses después.

Chanyeol se levantó y giró a ver al Omega, a pesar de que ya habían pasado dos meses, seguía viéndose igual o peor como día que fue a verlo, suspiro alborotándose el cabello, busco un traje, ese día Kang iría a visitarlos, tenían que preparar todo.

Salió de la habitación, había vuelto a llamar a los empleados, la casa no podía seguir desolada, al menos no para que Jungkook se sienta solo, incluso hizo que revivieran el invernadero tal y como era antes, las mismas flores, plantas y macetas.

Eso lo había hecho sonreír un poco, aunque sabía que nunca llegaría a verlo de otra manera, haría lo que sea por volver a verlo ser como antes, pero para eso debía encontrar a Taehyung, pero era como si se lo hubiera tragado la tierra.

- Jimin, dónde está Hoseok, necesito que la seguridad para esta noche, ya sabes, de preferencia betas – el Omega asintió cargando a Seungyo para ir a buscar al alfa.

Dejo a su hijo con Yoongi, después de hablar con el alfa que ahora era jefe de seguridad, subió a ver cómo estaba Jungkook, la noche anterior había tenido algo de problemas al dormir, se habían turnado para no dejarlo solo.

Abrió despacito, las cortinas seguían cerradas, pero él ya no estaba en la cama, por la luz en el cuarto de baño, supo que estaba ahí, paso adentro y corrió las cortinas para que entrara luz, tendió la cama y puso la ropa en el canasto para la lavandería.

El Omega salió y le dio una sonrisa pequeña.

- Cómo te sientes, creo que te ves mejor estos días.

- Solo lo dices para que no me sienta mal, se que me veo terrible – se sentó en la cama ya hecha y tocó su cuello, había sanado, pero esas cicatrices no se fueron, parecía que siempre hubieran estado ahí.

- Claro que no, hoy prepararon tu platillo favorito – aviso buscando en el armario, el aroma amargo ya no le era tan extraño, en esas semanas todos se habían acostumbrado, saco el trajo.

- A mi papá le gustaba mucho los camarones, solía pelarlos para mí cuando era pequeño, diciendo que en cada bocado tenían un sabor diferente, creo que usaba alguna clase de magia porque era cierto – volteo a verlo, su sonrisa era nostálgica, las lágrimas mojaron sus mejillas, no sabía que decir para animarlo, no había palabras para hacer eso.

- Jungkook..

- Lo siento, si lloro me veré aún peor, solo.. – sobrio la nariz limpiándose con las mangas, tomo aire y lo soltó, giro a Jimin que lo miraba con tristeza.

- Está bien, solo recordé eso, es difícil no recordarlo, soy igual que él después de todo, cada cosa me recordara a él – mordió su labio inferior y Jimin dejo el traje para ir a abrazarlo, quizás no podía decir algo, pero podía darle ese apoyo, él se aferró con fuerza.

- Llora todo lo que quieras, el maquillaje cubrirá lo demás – eso lo hizo reír, suspiró.

- Gracias, por no dejarme solo.

En algún lugar del centro.

El beta Namjoon despertó aturdido, el mesón de loza estaba repleto de papeles, frascos y tubos de vidrio, microscopios, entre otras cosas más, enderezó la espalda sintiendo sus huesos encogidos, dormir en esa posición no era bueno, estiró los brazos y se acomodó los lentes.

Reviso el microondas mejorado, aún faltaban 3 minutos para que terminara de apagarse, mientras tanto busco su libreta de anotaciones, no había salido de su laboratorio en muchas semanas, incluso llevaba la misma ropa de hace dos semanas.

No estaba enterado de nada de lo que sucedía en el mundo de afuera, cuando se concentraba en algo, no había nada que lo saqué de ese lugar en el ático de su casa, guardo varias cosas en un bolso viejo y desgastado, el microondas se detuvo con una alarma ruidosa, lo apagó con un control espero unos segundos antes de sacar las tres jeringas preparadas, las guardo cuidadosamente en una caja de madera que él mismo hizo, con un candado que también fabricó.

FIRE ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora