Final.

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Llevaban viajando alrededor de 6 horas, sin rumbo fijo, solo guardaron cosas necesarias, lo más importante y salieron, el otro los seguía de cerca, dejando atrás el gran revuelo, por supuesto que las primeras dos horas, fueron perseguidos, pero lograron perderlos.

Taehyung trataba de distraer al omega del dolor al ser suturado sin ninguna clase de analgésico, Namjoon no pudo sacar todo su equipo, debía hacerlo con lo que tenía, darle una toalla para que mordiera, era todo lo que pudo hacer.

Quedó exhausto cuando terminó, era una herida profunda, hizo lo que pudo, solo esperaba que el veneno no haya avanzado mucho por el lapso de tiempo.

- Quizás debas dormir un poco – sugirió pasándose al asiento del copiloto, no reprochando cuando Seokjin le puso la mano en la rodilla, aún se sentía algo traumado después de verlo como despellejo a Kang, era una imagen que no olvidaría pronto. Taehyung acomodó a Jungkook en su regazo, para que pudiera dormir un poco, frotando su espalda.

- Cuando lleguemos iré a comprar medicina, debes ser fuerte, si – le limpio el sudor con la toalla que mordía hace unos minutos, él le sonrió débil, sus manos apretando su camiseta.

- Te amo – juntó sus frentes agarrando una de sus manos y llevarla a sus labios.

- Te amo igual, se fuerte – cerró los ojos sin borrar su sonrisa.

“Papá, no quiero morir así, Tae me necesita y yo a él, no soportaría dejarlo solo, soy la única familia que tiene”

Dos días más tarde.

Fue abriendo los ojos con algo de pesar, sentía que la cabeza una a explotarle, no dolía, era como si le pesara y la tuviera hinchada, tenía la boca seca, aturdido sin saber que paso, fue incorporándose lento, viendo la pequeña ventana que ondeaban la delgada cortina blanca, dónde estaba.

Se oía un pequeño bullicio venir de algún lugar, eran como niños correteando y riendo, extraño porque no habían niños cerca, se sentó listo para bajar de la cama, cogiendo un suéter largo y grueso, sonrió al sentir el aroma de Taehyung en la textura suave, una vez puesto salió de la habitación.

Un pasillo largo, no sabía a dónde ir, solo siguió el ruido exterior, curso una sala y una puerta de madera artesanal, afuera un amplio patio de césped le dio la bienvenida, y en efecto, vio a muchos niños corriendo por ahí, para su sorpresa, Taehyung estaba entre todos esos niños.

La sonrisa radiante que tenía fue tan abrumadora, hizo a su lobo aullar de emoción al verlo rodeado de pequeños niños a su alrededor, la burbujeante curiosidad de saber cómo sería con sus propios hijos lo hizo sonreír, quizás ahora ya podían pensar en eso.

Y como si lo oyera, se detuvo en medio del patio volteando a él, su cabello agarrado en una media coleta, con una camisa sin mangas y un pantalón de mezclilla, dejando al niño que cargaba en su espalda camino en su dirección, sin borrar esa magnífica sonrisa.

- Estás despierto – dijo abrazándolo con delicadeza, levantándolo del suelo con facilidad, el Omega envolvió las piernas en su cintura, aspirando su aroma, el alfa hizo lo mismo.

- Dónde estamos? – Taehyung camino hasta una silla mecedora y se sentó con él, acomodando su pierna vendada, besó su hombro desnudo por la tela que se movió y lo cubrió con el suéter.

- Muy lejos, no tienes de que preocuparte, estaremos bien.

- De verdad?

- Si, estoy tan contento de que hayas despertado, como te sientes, te duele aún – se refirió a su pierna, él negó recostando la cabeza en su hombro, mirando a dónde los niños aún continuaban jugando.

- No duele.

- Namjoon estará aliviado, apenas llegamos aquí salió con Seokjin a buscar medicinas, no muy lejos, encontró algo e hizo una de sus famosas cremas curativas, hay que agradecerle cuando lo veamos – asintió alargando un suspiro.

FIRE ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora