FIRE ALPHA

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Sus ojos rojos con destellos violetas, brillantes como si ardieran desde adentro, su lengua era larga y puntiaguda como la de una serpiente, su aroma a ceniza y romero, lo miraba como si se lo fuera a devorar ahí mismo, incluso podía sentir su excitación, algo que ponía un poco ansioso a su lobo, se veía tan salvaje y feroz.

Todo su interior sería, esa voz interna gritándole que lo tomara, lo hiciera suyo de todas las maneras existentes y por haber, pero a pesar de que ese ser era fuerte, Taehyung aún lo era más, todos sus sentidos estaban muy activados, que incluso podía escuchar el palpitar de su vena yugular, observo la extensión blanca de su cuello, relamiéndose los labios.

“Muérdelo, muérdelo!! si no lo haces, entonces no soportara”

“Quiero a mi omega, lo necesito yo y tu también”

“Hazlo, hazlo!!*

Sin aviso se lanzó a su cuello y fue como si se detuviera el tiempo, sintió como la piel de su cuello se desgarraba cuando un par de colmillos se enterraron en él, tuvo una pequeña descarga de adrenalina que recorrió sus venas quemándolo por dentro, todo su cuerpo ardió como si abrasadoras brasas incendiaran todo, se aferró a sus hombros quejándose bajito, era indescriptible la sensación que sentía, incluso su lobo salió por unos segundos, sus ojos se volvieron azules como el cielo.

Al terminar, se separó unos pocos centímetros para ver como quedo, lamió sus heridas de la mordida, su lengua ya era normal, aspiro el aroma del Omega sintiéndolo más dulce y con una mezcla del suyo, alzó la mirada a él, viendo como sus ojos tenían destellos azules, sus mejillas rojas y respiraba agitado, sonrió al darse cuenta de su cometido, lo había hecho entrar en celo.

- T-Tae, que me hiciste, me siento ext-traño – murmuró frotando la nariz en cuello, él se levantó y lo cargo con tanta facilidad.

- Tranquilo, te sentirás mejor en un momento, iremos a otro lugar.

Antes de irse, dejó una nota bajo la puerta de la habitación de Suho y se fueron, él entendería.

.

La cabaña era pequeña, tenía el cuarto de cocina y sala, el dormitorio y un baño lo necesario para los tres días que estarían ahí, tenía comida y agua.

Una vez que lo despojo de las prendas de vestir, se detuvo unos segundos admirando su cuerpo, iba a grabarse cada lunar que decoraba su piel, cada centímetro y lo iba a marcar todo, para que así, nadie se atreviera a siquiera voltear a verlo, ahora era su omega.

Fue muy cuidadoso y suave con él, tratándolo como la cosa más delicada y preciosa, podía estar cegado por la lujuria de hacerlo suyo, pero aun así no olvidaba que tenía que ser gentil, era la primera vez de ambos.

Su gran extensión se abrió paso en sus paredes cálidas, un gruñido escapo desde su garganta, apretó las manos en su cadera para que no se moviera y evitar causarle daño, cuando entró por completo, sentía que el aire le faltaba, el interior lo apretaba y palpitaba a su alrededor, agradecía el haber esperado tanto, porque era mejor de lo que imagino, besó sus labios hasta que se acostumbrara a su miembro, no había prisa, tenían tres días para satisfacer toda su hambre sexual.

Los gemidos del omega eran tan armónicos que aumentaba las embestidas para escucharlo gritar y retorcerse bajo su cuerpo, era fascinante tenerlo así, de ser el único que podía hacerlo sentir de esa manera, de hacerlo suplicar solo de placer.

..

El sonido de la lluvia fue su despertador, abrió los ojos viendo a la ventana como el agua golpeaba el cristal, por dentro las ventanas estaban empapada, intento levantarse para ir al baño, pero el brazo que rodeaba su cintura se aferro aún más, el alfa despertó ante el pequeño movimiento, se removió un poco y una mueca se mostró en su rostro, el cansancio aun se notaba en su rostro, pero aun así le sonrió al azabache que giro para poder verlo mejor, se aproximó a sus labios dejando cortos besitos.