XXV

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-¿Estás listo, Kaoru?-
-Yo nací listo, ¿qué hay de ti, gorila?-
-Vamos...- Entramos al enorme edificio de ladrillos blancos y deteriorados en el que Adam cumplía su condena y en silencio nos dirigimos a la recepción, donde Tadashi ya nos esperaba de pie.

-Si ya estáis todos podéis pasar, tenéis exactamente diez minutos- Una mujer alta y uniformada nos llevó a una pequeña sala, y ahí, detrás de un grueso vidrio que nos separaba estaba él...

Estaba algo más delgado que antes y su pelo estaba bastante más despeinado, pero conservaba la misma aterradora y fría mirada en sus ojos rubí.

-Hola, señor Ainosuke- Tadashi tenía la cabeza baja y estaba temblando, parecía realmente asustado, porque Adam lo miraba con rabia.

-Perro idiota... ¿Qué coño haces con estos dos?-
-Son mis amigos, señor Ainosuke...- Su voz sonaba temblorosa y era prácticamente inaudible.

-¿Amigos? Traidor de mierda... Te juro que cuando salga de aquí...-
-Cuando salgas no le harás nada porque no te ha traicionado, simplemente con todo el derecho del mundo ha buscado gente mejor con la que juntarse-
-Ohh, Joe... Ojalá este puto cristal desapareciera para poder romperte la nariz...-
-Ese es tu problema, Adam, que crees que por dañar las vidas de los demás la tuya mejorará, pero no es verdad, tu vida sigue igual de miserable- En ese momento me dirigió una mirada cuyo significado era simplemente imposible de descifrar y que hizo que mi corazón pase a latir a toda velocidad por el auténtico terror que Adam me provocaba.

-¿A ti te ha ido mejor después de cargarte mi vida? ¿Acaso mandarme a una estúpida celda ha cambiado aunque sea un poco el hecho de que la persona a la que amas nunca te amó?-
-Le amo...- Kaoru dijo su primera frase del día, en una voz tan baja y quebradiza que apenas era posible escucharla.

-Creed lo que queráis, pero aunque finjas que amas a este idiota no puedes olvidarte de mí, porque soy cien veces más increíble-
-En algo tienes razón, soy incapaz de olvidarme de ti, pero no porque seas genial, no porque te quiera, no puedo olvidarte porque me has hecho tanto daño que los putos recuerdos aún me persiguen de noche, la jodida herida no cierra, ¿pero sabes qué? Poco a poco me estoy recuperando de tus puñales, porque tengo a mi lado a alguien increíble- Adam nos miró de arriba a abajo sin decir una sola palabra.

-No puede seguir así, señor Ainosuke, usted era diferente, usted solía ser dulce e increíble, yo solía amarlo...- Creo que esa frase de Tadashi fue la única hasta ahora que le dolió de verdad, porque bajó la cabeza.

-Ya no soy como antes, no es mi culpa que nadie me haya querido lo suficiente jamás como para aguantar un corazón como el mío-
-Yo lo hice- Tadashi comenzó a llorar.

-Yo también...- Kaoru apoyó su cabeza en mi hombro y se aferró a mi brazo, siempre lo hacía cuando estaba a punto de llorar.

-Si me hubieseis amado de verdad seguiríais de mi lado-
-¡No están a tu lado porque tú mismo los apartaste!- Subo la voz, siento que quiero golpearle, pero el cristal me lo impide.

-Te crees genial por tener un buen cuerpo y salir con un chico guapo, pero en el fondo si yo no me hubiera ido tu putita aún suspiraría por mí- Ese fue el momento exacto en el que Kaoru comenzó a llorar.

-Quizás, pero porque él estaba demasiado cegado como para ver el monstruo que eras, y por eso ahora ha encontrado a alguien mejor-
-Si tú te hubieses muerto el día en que te empujé a él le hubiera dado igual, a nadie le habrías importado una mierda, y tu perra personal estaría conmigo- Y yo también comencé a llorar.

-A Kaoru le hubiese dado igual si tú te ibas, pero le dolió cuando yo me fui- Era verdad, no le hubiese dolido ni una décima parte si hubiera sido yo el que se fuera.

-Tienes razón- Kaoru se giró sorprendido y me miró fijamente, atónito por lo que acababa de decir.

-Siempre la he tenido-
-No es verdad-
-¿Cuándo me he equivocado?-
-Cuando dijiste que Cherry es aburrido- Todo el mundo se quedó sin palabras.

-No dije nada que no fuera verdad-
-Él no es aburrido, y la prueba de ello es que cada vez que desaparece temporalmente de mi vida mi existencia pierde sentido y mi alegría desaparece- Kaoru me miró de nuevo, aún lloraba en silencio.

-Espero que seáis los tres muy felices siendo un puñado de putas sin talento, ojalá os caséis, viváis felices y os atragantéis con las jodidas perdices- Entonces volvió a su celda, la hora de visitas había terminado.

Nadie decía nada, todos parecíamos completamente devastados, con los ojos rojos y llenos de lágrimas.

-Gracias por acompañarme...- Tadashi se fue y ambos quedamos solos en mitad del pasillo.

-Vamos a casa...-Kaoru asintió y ambos subimos a la moto, que iba a conducir yo a pesar de que le perteneciera a Cherry, porque yo apenas estaba llorando, pero él no paraba de llorar, y no era para nada seguro conducir en ese estado.

Llegamos a casa y él se metió directamente a la cama, sin siquiera cambiarse de ropa. Yo por otro lado me puse el pijama antes de tumbarme junto a él.

-Kojiro-
-Dime, Kaoru-
-No es verdad lo que dijiste...-
-¿El qué?-
-No me hubiera dado igual si hubieras muerto ese día...- No respondí nada pero él se dio la vuelta, quedando tumbado de lado y de espaldas a mí.

-De hecho... Creo que nunca lo habría superado...- Entonces me di cuenta de que él estaba llorando de nuevo y pasé mi brazo por su cintura, abrazándolo.

-Y lo siento muchísimo si alguna vez te he dado razones para creer que si no estuvieras aquí hoy conmigo no me dolería, porque has sido la persona más importante que he tenido a lo largo de mi vida, y nunca me lo hubiera perdonado si ese día no te hubiese cogido el teléfono y te hubiese perdido- Me abrazó de vuelta.

-Te perdono, Kaoru- Le sonreí y él se limpió las lágrimas con la manga de su camisa antes de darme un beso en la mejilla.

-Buenas noches, Kou-
-Buenas noches, Kaoru, te quiero-
-Yo también te quiero...-

No somos una comedia romántica II MatchablossomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora