"Dejarte de amar"

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―Muy bien, clase. Es todo por el día de hoy. Por favor, si tienen dudas con las partituras para el proyecto final, avísenme―habló Lewis mientras el resto de la clase guardaba sus pertenencias―. Tengan un buen día.

Con el ruido de los pupitres arrastrándose y las risas de los demás alumnos al salir rápido, me limité a esperar a que todos se marcharán para irme, en tanto terminaba de guardar el resto de mis cosas en la mochila. Era lunes, el inicio de la semana y la última clase agradecía fuese con Lewis. Estaba agotado, cansado y algo desvelado por la noche anterior ya que había ido a bailar junto Niall y Luke a un nuevo bar en el centro de Londres, todo con la compañía desde la barra de Zayn y Liam, solamente que ellos decidieron marcharse dando las doce de la madrugada.

Entre la música electrónica y los movimientos atrevidos de cadera que las personas daban a nuestro lado al estar ebrios hasta el tope, ni siquiera me percaté a qué hora regresé a la universidad. Lo único que sí sabía, era que Luke me había tenido que cuidar toda la bendita noche y todavía llevarme hasta la recámara de Niall, dónde ambos caímos rendidos una vez nos aventó a la cama individual donde dormía. No supe si él también cayó con nosotros, pero fue difícil compartir nuevamente la cama con el único hombre con el que no me gustaría hacerlo. Esta mañana desperté con su maldita axila en mi cara, quedando apestoso a sudor y alcohol.

Con ese recibimiento de la mañana y con las pocas ganas que me dieron de ducharme, salí de la cama con la misma ropa de esa noche, tomé mi mochila y partí a las clases de ese día. Un asco, algo como jamás pensé haría si recordaba lo dedicado que era con mi propia higiene y que ahora, poco interesaba si me veían mal por las tremendas ojeras que poseía o el desalineado de mis rizos medianamente largos. No quedaba nada de lo que alguna vez fuí.

¿Y cómo podría serlo? hacía semanas una parte de mi esencia se quedó en los pisos de esa recamara que, por más veces intentará no recordar, al final siempre revivía en mis memorias y un latir disparejo en mi corazón me lastimaba. Era compilado, mirará por donde mirará, y lo peor del caso, ni yo mismo me lograba entender por todo lo que era ahora. ¿Esto era realmente lo que quería?

Al menos mis heridas, responden que sí. No me enorgullece para nada, siendo sincero, pero sí un poco de descontrol hacía que mi corazón dejará de sentir algo tan real como lo que todavía vivía por ese jugador de fútbol, no podía sentirme culpable de cómo decidía reparar lo que él mismo rompió.

Con cada trago era lo que me repetía una y otra vez. Cada whisky era un regaño mental a mis sentimientos en cada ocasión que recordaban ese sabor dulce de sus labios al tenerme cerca suyo o en cada te amo que me dijo. Cada baile con extraños se volvía un recordatorio de lo que fue el unirnos a una noche como está hace meses y todavía en sus caras veía la expresión de diversión suya cuando lo hicimos por primera vez. Y cada beso que Luke me robaba en esos momentos de desorientación por el alcohol, hacía complicado no pensar en qué era Louis quien lo hacía.

Vagas memorias me llegaban y otras ni siquiera salían a flote después de días. Era una mierda no poder recordar una noche de fiesta por completo más con lo que me contaban al día siguiente. Lo que sí, es que difícilmente olvidaría las estupideces que hacía con ese mismo hombre que tanto juré jamás le daría un sí. Pero ahí estaba, siendo el reemplazo perfecto de mi capitán, mientras él prefería seguir besando sapos con esos azules encima mío en cada oportunidad que tenía para verme.

Eso era lo peor del caso. Desde la última vez que hablamos y nos besamos, puedo comprender el punto de quiebre que nuestra relación finalmente tuvo al no volver a atreverse ninguno a acercarse, más que el limitarnos a darnos leves miradas al coincidir por accidente durante los traslados de clases, en los ensayos o hasta en el patio del colegio. Miradas furtivas, clandestinas. Un verde y un azul que claramente sabían qué significaba el ver al otro y el significado de lo que alguna vez fue estar juntos y no con otras personas.

Friends|Larry Stylinson| *en Edición*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora