En busca de autodescubrimiento, Harry abandona su hogar en Holmes Chapel para estudiar lejos. Su camino se cruza con Louis, el capitán del equipo de fútbol, quien lo desprecia por completo. A pesar de su animosidad inicial, un evento fortuito los un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Cómo se cura un corazón roto?
Es algo que me he preguntado desde que Harry se alejó de mí. No quería ser duro conmigo mismo y mucho menos recordarlo pero la culpa no me permitía continuar con mis días con normalidad.
Cuando caí de rodillas pensé que eso sería algo de ayuda para poder tener sus disculpas pero me equivoqué. Me había dolido pero eso era lo de menos, era mayor el dolor que sentía mi cuerpo al ser atropellado con esa inmensa culpa que me atormentaba.
Entre todos mis errores y tropiezos, solo ha habido uno solo que me ha hecho reflexionar, nada de mis acciones se comparaban con la expresión de su rostro cuando lo deje ir en la estación. Tan débil, tan indefenso.
Sus ojos verdes, que antes brillaban con intensidad, se volvieron fríos y apagados al enfrentar mi traición. El peso de sus palabras y la intensidad de su mirada atravesaron mi pecho como mil dagas, recordándome el daño que había causado. Me pregunté si él también había sentido esa misma angustia y dolor. Ponerme en sus zapatos era un ejercicio doloroso, pero necesario para confrontar la magnitud de mis acciones.
Es estúpido pero, dentro mío sabía que había dejado ir a la persona indicada, a la verdadera persona que ha querido conocerme, que ha querido saber de mi, que no me ha juzgado. Me costaba no ser un idiota con todo el mundo, incluso con él, aún sabiendo que nos habíamos considerado casi amigos después de ir al hogar de mi madre.
No me perdonaba lo que le hice. Se volvía más complicado que Harry no aceptara mis disculpas pero, ¿Qué podía decir yo?, No negaría lo que sentí en el instante que él se puso a mi altura para afirmar que si soy una completa escoria. Me gané aquel desprecio, ese dolor, esa humillación. En ese instante no me sentía merecedor de nada, ni siquiera de humanidad.
Muy dentro mío pensaba que el escribir aquella canción ayudaría en algo. Fue la primera vez que lograba plasmar en papel mis pensamientos y mis sentimientos, incluso la primera canción que escribía, me tomó tiempo pero realmente pensé que ayudaría a sanar su corazón.
Me había vuelto a equivocar.
En cuanto Harry se marchó, dejándome completamente indefenso en el suelo con mi dignidad destruida como yo lo hice con él, no lo volví a ver.
Los días pasaron y en ningún momento me crucé con él. En la única clase que compartimos lo buscaba por todos lados, veía cada rincón del salón en busca de sus rizos intentando encontrarlo pero simplemente no.
Mordía mis uñas, jugaba con los lápices pero aquello no lograba tranquilizar la ansiedad que me sometía.
No entendía por qué evitaba cruzarse conmigo, incluso llegando al punto de ausentarse de la escuela. No creía que hubiera abandonado por completo la universidad, pero me inquietaba la incertidumbre de no tener noticias suyas. Su ausencia en el comedor y su negativa a enfrentarme me dejaban aún más intrigado. ¿Qué estaría pasando por su mente? ¿Habría decidido alejarse por completo de mí?