Luna Llena De Amor

5. Celo

Mi cuerpo me pide morder el cuello de Emersson.

Mis nervios se están desbordando y me veo otra vez sobre Clarisse y golpeándola sin ser yo la que maneja mi cuerpo.

Todo cambió cuando probé la sangre, tengo miedo ahora.

El calor y olor de Emersson me envuelven y en otras circunstancias me sentiría segura sin saber la razón. Pero ahora mismo no puedo.

Ahora mismo tengo miedo a lo que pueda hacer. Mi cuerpo comienza a temblar violentamente cuando quiero más. Pero pienso el lo que acabo de provocar.

No quiero tomar su sangre. No lo haré.

Me suelto de él y busco a papá. Me lanzo sobre él y me abraza. Respiro agitada y él me levanta en brazos.

Dejo que me cargue y no saco la cabeza de su cuello.

Me siento como una mierda. Clarisse es mi única amiga ahora. Me ha ayudado desde que vine y me estaba apoyando en mis locos planes.

El vampiro camina conmigo en brazos mientras yo dejo que las lágrimas silenciosas se resbalen por mis mejillas.

No voy a poder hacer ésto.

No sirvo para nada.

Soy una mierda que jode lo que toca.

Rory besa mi cabeza y eso solo hace que mi llanto crezca. Me siento como una niña que papá consciente.

Vienen a mi mente todas las veces en las que lloré como una niña pequeña porque no tenía a quien llamar "papá" y ahora lo tengo, cuando en realidad más lo necesito, porque mi vida ahora es una mierda.

Percibo que se sienta, pero no me suelta y yo no dejo de llorar en su hombro. Quiero descargar todo lo que me he guardado después de saber que ya no soy humana.

Que nunca lo he sido.

Siempre he sido un ser sobrenatural de esos a los que la gente le teme y salen en películas o video juegos.

La realidad supera la ficción.

Necesito preguntar, ya que tengo que saber la razón del porqué me enceguecí por un momento donde yo no manejaba mi cuerpo, pero recuerdo a Clarisse golpeada y vuelvo a llorar.

Recuerdo mi vida antes de enterarme de todo y me duele más que el estómago por el hambre.

Todavía me cuesta creer muchas cosas. Confieso que aveces me despierto en las mañanas y no recuerdo todo. Así como aveces me voy a dormir y deseo que todo sea un sueño.

Pero no, es mi jodida realidad y ya la acepté, pero aún me duele lo que me tocó.

—Cálmate, Esme— Rory besa mi cabeza.

Me estremezco en sus brazos y siento que soy una niña humana que es mimada por su padre después de rasparse la rodilla.

—No sirvo para nada—lloriqueo— Lo estoy intentando, lo prometo, pero no voy a poder.

Me toma el mentón y levanta mi cabeza, haciendo que me separe y lo mire.

—¿Y quien dijo que sería fácil?— su voz truena y me hace que me levante, sentándome a su lado en la cama.

Las lágrimas aún caen por mis mejillas, pero las aparto rápidamente. Su semblante serio aún me intimida, porque no estaba acostumbrada a ésto.

—E-esque...

—Sin titubear— me interrumpe— todos te dijimos lo que pasaría, pero no recuerdo que te hayamos dicho si sería fácil o...

—Me está llevando la verga.