Agridulce

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🎶Until I Found You🎶—Stephen Sanchez.

>Clarisse<
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Me dejo caer junto a Aqman, apenas puedo respirar y el sudor recorre todos los rincones de mi cuerpo. Me palpita todo y el aire no entra a mis apretados pulmones. Jadeo pesado y el hombre lobo me pega a su cuerpo, me eleva el mentón con una mano y me estampa un beso que logra desestabilizarme un momento.

Estos últimos días han sido muy intensos, demasiado. Gracias a la Diosa que tengo a mi alma gemela a mi lado para pasar mi celo, pero eso no quita que sea agotador. Todo el tiempo es follar y eso me deja sin energía siquiera para levantarme a comer los veinte minutos que descansamos.

Afuera cae una gran tormenta y estoy segura de que ya va a amanecer, ya van a ser seis días de mi celo y el de Aqman y es refrescante saber que ya vamos a entrar a la etapa en la que no necesitamos sexo, porque estoy a punto de morir de una ataque al corazón.

Las feromonas de ambos flotan por el aire y es asfixiante el ambiente caluroso, pero aún así, no cambiaría nada de este momento, porque estoy con Aqman.

—Cosita—me habla él, en un susurro—Me vas a matar, pero...

—Yo también quiero más.

Me incorporo y lo beso, mi centro ya vuelve a palpitar y a arder, pidiendo más de él, me siento sobre su torso y ya puedo sentir su miembro muy erecto y grande para mí.

Me ayuda a que me acomode y me dejo caer de un solo sentón.

—¡Ah!

Ambos gemimos y él me toma de la cadera, comenzando con los movimientos que ya me tienen al borde de dejar de respirar.

El placer que recorre mi cuerpo nunca va a terminar, llevamos haciendo esto día y noche desde que mi celo llegó y no me cansaré. La lujuria nunca se acaba cuando de nosotros se trata, nunca se ha acabado y menos en estos días.

Toma mi pelo en un puño y me lleva a su boca, haciendo que lo bese otra vez, mientras no dejo de saltar sentada sobre su dura verga mía.

—Cosita, así...

—¡Ah!

Le muero el labio y el sabor metálico me deja embobada, mis manos lo pegan más a mí y las de él no dejan de levantar y bajar mi cadera.

Cada una de sus embestidas me llega hasta lo más profundo y siento como me llena completamente. Es demasiado delicioso sentirlo hasta adentro de mí.

Por la Diosa Luna que no cambiaría nada de éste momento.

—¡Aqman! ¡Ah!... ¡Ah!

—¡Así! ¡Aprietame así!

Me está llenando tanto y mi centro no puede evitar contraerse entorno a su grosor. Me encanta, desde la primera vez que se la probé y me llenó tan bien supe que la cabalgaría noche a noche sin problema y con demasiado gusto.

El celo saca la parte más lujuriosa, caliente y sucia de todo Lobo, y hay que ver lo mucho que me gusta tener dentro a Aqman sin tener el celo encima.

Luna Llena De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora