Luna Llena De Amor

12. Infierno

⚠️Atención⚠️
Este capitulo tiene contenido sensible y actos de violencia.
Se recomienda discreción
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—¿Ma-maratones?

—Deliciosos maratones—asiente con un gesto más serio de lo que amerita esta platica.

—¡Agarra formalidad!

—No sabes lo que dices, no se puede agarrar formalidad cuando de un lobo se trata.

—Yo no sé nada de eso—le aseguro, cruzándome de brazos— No es como si ya...

—No hablemos más de eso—me doy cuenta de que está muy alerta y mi piel se eriza— ¿Porqué hueles como a...?

El brazo de Emersson que me toma y me jala rápidamente llega al mismo tiempo que el de Aqman, que jala a Clarisse y rápido nos hacen correr al cuarto de entrenamiento.

No entiendo nada,pero mi corazón está latiendo demasiado fuerte para cuando llego ahí, no entiendo nada, pero parece que Clarisse si, porque Emersson solo le da una mirada y escucho el pestillo de la puerta cerrarse.

—¿Pero qué mierda acaba de pasar?

Clarisse parece tan agitada como yo y está muy a la defensiva.

Me jala y yo la observo, confundida.

—Vamos a quedarnos aquí, en silencio—me dice en un susurro.

Se acerca y, sin más, me lame la mejilla. Luego la otra. Como cereza del pastel, me pasa la lengua por el cuello.

—¡¿Qué mierd...?!—Salto confundida, pero me interrumpe.

—¡Shhhhhhhhh!—me tapa la boca y mira hacia la puerta.—¡Cállate! Nadie puede escucharnos y solo te estoy marcando, tal vez el olor de Emersson y el mío juntos puedan camuflar tu olor a magia.

—¿Pero porqué demonios debemos escondernos?

—Porque Aqman, Emersson y yo lo gramos percibir el olor de un lobo ajeno a nosotros, seguramente venía hacia acá.

—¿Y qué puede andar buscando aquí?

—Sangre dulce de hada hembra. Y seguro que también sería una ganga para él encontrar a una Vampira.

—¿Y como mierda dio con nosotros?

—¡No sé! Solo sé que ellos no pueden venir por este sector de D"eux, lo tienen prohibido porque prácticamente son otra manada.

—¿Y Emersson con Aqman van a...?

—Si, justo ahora puede darse un enfrentamiento entre Emersson y ese tipejo.

Mierda, mierda, mieerrda.

Casi entro en pánico, me llevo la mano a la boca y la miro con ojos de siervo.

—P-pero... ¿y si lo lastima?

—Oh, vaya que lo lastimará, estoy casi segura de que no podrá caminar en semanas, si es que queda vivo, claro.

—¡¿Qué?! ¡¿Lo dices así nada más?!

—¿Y qué quieres que haga? ¿Que lo compadezca?

—¡Es tu hermano!

—Si, pero ha hecho cosas peores que matar un lobo, te aseguro que no le sorprenderá mancharse las manos de sangre una vez más si es por protegerte. Estará bien.

—¿Eh? Yo hablo de si lastiman a Emersson.

Su rostro muestra una especie de confusión y burla y luego solo niega con la cabeza.