19. No, no estás tonta Margarita

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📅 DOMINGO

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📅 DOMINGO

📅 DÍAS DESPUÉS

- Guillermo por favor, o estoy tonta o tu hijo acaba de decirnos que va a ser padre -contengo el aliento esperando la reacción de mis padres, después de soltarles, de sopetón y sin previo aviso que voy a tener un hijo. 

Mi padre se quita las gafas de ver, poniéndolas encima de la mesa, mientras cruza sus dedos a la altura de su pecho. 

- No, no estás tonta Margarita. Vamos a ser abuelos.

El silencio vuelve a instalarse en el comedor mientras todos miramos a mis padres. Natalia y yo llevábamos aquí unos 20 minutos, cuando les dije que ella estaba embarazada. Y todo ha surgido de una manera bastante espontánea. Mi madre se empeñó en que Tali probara el jamón y después de que ella se negara un par de veces, yo les solté que no podía comerlo porque está embarazada. Y aquí estamos, esperando que se recuperen de la noticia.

Natalia no me ha soltado la mano desde que nos sentamos y puedo notar como tiembla bastante nerviosa. Mi madre nos mira a los dos de una manera que no sé como describir.

- ¡Pues ya era hora, joder! Tres hijos y ninguno aún me han hecho abuela. Todas mis amigas lo son y yo no. Las velas a San Expedito por fin han funcionado -exclama mi madre juntando sus manos y dando una palmada al aire, algo que nos pillas desprevenidos a todos. 

- ¿Le has pedido a un santo ser abuela? –Andrea mira a mi madre algo asqueada. Ella le devuelve una airada mirada como si lo que dijera mi hermana fuera una locura. 

- Si hija si, que se ve que tú, mucha prisa por casarte pero para quedarte preñada ni 10 euros en velas.

Suelto una pequeña carcajada al escuchar a mi madre. Hasta Natalia se relaja y un pequeño suspiro sale de su garganta. Mi Margarita se pone en pie y viene hacia mi muy feliz. De reojo, miro a mi hermana, la cual me guiña un ojo y levanta sus pulgares.

- ¡Que alegría tan grande, Juancho! –me tengo que poner en pie y dejar que ella me llene la cara de besos.

- Mami, me vas a ahogar –le digo mientras ella sigue a lo suyo. A continuación me deja, y ataca a Natalia casi de la misma forma.

- ¡Cariño, que contenta estoy!

Natalia se deja abrazar y besar por mi madre. Veo que ese abrazo se demora más de unos segundos y los ojos de Tali, están algo llorosos, al igual que los de mi Margarita.

- No llores, cariño –le dice mi madre cogiéndola por los hombros- me has hecho muy feliz, y te lo digo de verdad. Eres un encanto Natalia, se te nota en la cara. Y aunque estoy un poco enfadada porque el inútil este, no te ha traído antes por aquí...os lo perdono por el regalo tan grande que me habéis hecho.

- Gracias por no enfadarte –le contesta Natalia mordiendo su labio- estaba un poco preocupada por si os molestaba todo esto.

- Ella pensaba que os lo ibais a tomar mal y que la ibais a odiar un poco –le digo a mi madre ante el jadeo ahogado de  Natalia, lo que me hace acabar con uno de sus codos impactando levemente en mis costillas.

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