La lucha por proteger a José y Mau había agotado completamente los poderes de Renata la Roja. Con un esfuerzo final, creó una barrera que detuvo temporalmente el proceso de envejecimiento acelerado que afectaba a los dos amantes, pero a un alto costo.
Renata cayó al suelo, exhausta y sin fuerzas para continuar. Sus ojos se encontraron con los de Mariano, quien la miraba con preocupación y gratitud.
"Renata, has hecho todo lo que has podido por nosotros", dijo Mariano con voz apenada. "Descansa ahora, cuidaremos de ti."
Renata asintió débilmente antes de desvanecerse, convirtiéndose en una pequeña chispa de energía que se dispersó en el aire.
Mariano, quedando solo en el claro del bosque junto a la debilitada diosa Papalachuya, se arrodilló frente a ella con respeto. La diosa, aunque debilitada, aún conservaba algo de su divina presencia.
"Diosa Papalachuya, necesitamos tu ayuda para salvar a José y Mau", dijo Mariano con humildad. "Sabemos que tu poder está debilitado, pero confiamos en que puedas guiarnos en este momento crucial."
La diosa Papalachuya, con lágrimas en los ojos y una voz débil, respondió: "Mariano, tu corazón puro y tu devoción me conmueven. Aunque estoy debilitada, haré todo lo que esté en mi poder para ayudar."
La lluvia torrencial que había estado cayendo de repente comenzó a disminuir, y un rayo de luz dorada envolvió a Mariano y a la diosa. Juntos, comenzaron a formular un plan para salvar a José y Mau y revertir el envejecimiento acelerado que los afectaba.
El destino de los protagonistas aún pendía de un hilo, pero la determinación y la devoción de Mariano y la diosa Papalachuya les daban la esperanza de encontrar una solución.
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El árbol de manzana y jacaranda
De Todouna historia echa con chat gpt basada en el romance falso de dos estudiantes de preparatoria #prepadosuady
