KISS

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Estábamos en diciembre y claro mi mes favorito, navidad, frio, café, cumpleaños de mi novio. La noche de aquel día de cine se había solucionado logre platicar con Clements, hacer que estuviera bien con su madre, se perdonaron y ahora tratan de tener una relación de mama e hijo sana. Mi relación con Clements esta funcionando muy bien, y eso es algo que me alegra demasiado, tenemos peleas pero con solo hablar tratamos de solucionarlo. Termine mi libro, se lo mostré a Clements y empezó su pasión por la lectura, ahora me presiona para que escriba mas y el poder leerlo. Hoy es navidad y claro cumpleaños de mi novio, le tenia preparada una sorpresa junto a su familia, quería que fuera diferente a sus anteriores cumpleaños.

−Estoy nerviosa, no sé cómo va a reaccionar Clements−dije volteando a ver a Lena.

−Seguro con un "gracias, amor que sorpresa" −dijo soltando una risita.

−Lenaaa−dije soltando un gritito−. ¡No eh comprado el regalo!

−Madre de dios que susto me diste−dijo poniendo su mano en dirección al corazón.

−Como se me pudo haber olvidado, ya tengo el de todos solo me falta el de él.

−Cargas muchas cosas en esa cabecita Ellen.

−¿Me acompañas al centro comercial?

−Con gusto, pero ¿tienes alguna idea de lo que compraras?

−No, ayúdame que le puedo regalar.

−¿Libros?, ¿un disco de música de rock?, ¿ropa negra?

−Me convencen los libros y el disco.

−¿Y sabes cuales les gustan?

−Una vez me conto un poco sobre algo de besos, no recuerdo bien el nombre.

−Ahh, si es el grupo de Kiss, una banda de rock.

−¿Los conoces?

−Si, Landon es muy fan de ellos.

−Tú me ayudaras entonces.

Pedimos un Uber y nos dirigimos al centro comercial, sentía un dolor muy fuerte de cabeza como si me fuera a explotar. Llegamos y primero que nada fuimos a una librería.

−Amiga, necesito ir al baño−dijo Lena.

−¿No puedes aguantar un poco?

−No, tengo nauseas, apresúrate si no quieres que vomite aquí.

Acompañe a Lena al baño porque la entendía las nauseas no se pueden evitar.

−¿Estas bien? −pregunte al ver que no salía.

−Lo estoy.

−¿Qué comiste que te callo mal?

−No he comido nada.

Salimos del baño y ahora si fuimos a la librería, me encantaba venir aquí, me sentía en el paraíso.

−Es precioso−dije.

Comencé a buscar entre los tantos libros que había hasta encontrar el perfecto, después de tanto tiempo allí, lo encontré.

−¡Este es el indicado!

−Perdona lo que no puedes olvidar−dijo Lena enarcando una ceja.

−Si−dije sonriendo.

−¿Por qué este libro?

−Sera parte de su vida y lo ayudara en algunas cosas.

Salimos de la biblioteca y ahora era turno de Lena guiarme hacia la tienda de los discos.

Amor PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora