ᥫ᭡. 𝘀𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 ᵎ
⋆.˚🦋༘⋆ ❝Fingiremos hasta que alguno se enamore.
- Sunghoon necesita un Omega, Jake solo necesita amor, sin saberlo ambos se necesitan y eso los llevará a enamorarse.❞
ᝰ : Omegaverse
⤷ Sunghoo...
— Amor, estás ardiendo en fiebre, por la luna, Hoon. ¿Te sientes bien? — Sunoo trago saliva.
— Okey, llevaremos a Sunghoon a su casa, vamos. — Heeseung se levantó de la silla y rodeó la mesa para llegar a Sunghoon.
El Alfa rizado le gruñó territorial y Heeseung le gruñó de nuevo.
— A mi no me gruñas, imbecil. Levántate. — Heeseung lo jalo del brazo y Sunghoon se levantó de mala gana, jalando a Jake con él. — Deja a Jake, estás entrando en celo.
— ¡¿QUÉ?! — exclamó Jake viendo a Sunghoon.
— Sí, hay que llevarlo a su casa, vamos.
Sunoo y Heeseung lo arrastraron hasta el auto. — Quédate aquí en el colegio, cualquier cosa puedes llamar a Jay, él seguramente se encargará de cuidar a Sunghoon ya que sus padres están fuera.
Jake volteó a ver a Sunghoon que rasguñaba la ventana por querer ir donde él.
— Quiero ir con Hoon. — Heeseung negó.
— No.
— Es mi Alfa, quiero hacerlo. — habló Jake. Heeseung suspiró.
— ¿Estás seguro? — Jake asintió.
— Supongo que está bien, luego no quiero arrepentimientos. Irás con Sunoo. — indicó.
Treinta minutos después todo estaban bajando del auto y llevando a Sunghoon adentro. Jake entró con ellos.
Heeseung le informó a Jay lo que estaba pasando y ambos hablaron con Jake, le indicaron que lo que haría sería importante y que debía estar seguro.
Jake estaba seguro, Sunghoon era su Alfa, él quería hacerlo. Jay salió junto a los chicos, dejándoles la casa sola para ellos dos. Y pronto Jay subió las escaleras.
Sunghoon estaba ahí, luciendo más guapo y aterrador que antes, sus ojos brillaban en rojo y era bastante obvio que su lobo tenía el control.
Se acercó a olisquear a Jake en el segundo que lo vio. El Omega se quedó parado ahí, pecado moverse ni nada, dejando que su Alfa lo oliese como si de eso dependiera el mundo.
Luego de eso, Sunghoon mordisqueo su cuello, Jake dejó caer la cabeza hacia atrás, disfrutando de los dientes del Alfa apretar la carne sin rasgarla. Sunghoon llevó sus manos a la camisa de Jake y la rompió, no le dio tiempo de que el Omega hablara, pues atacó uno de sus pezones que estaba rosaditos por el ligero frío que hacía en el lugar donde vivía.
— Sunghoon... — suspiró Jake, el Alfa le quito los pantalones con brusquedad también, el olor al lubricante de Jake ya estaba en el aire. — Alfa...
Sunghoon gruñó, estampado a Jake contra la puerta cerrada, lo beso con pasión y lujuria, gruñó en medio del beso y llevó una mano hacia la entrada de Jake, donde palmó con un dedo la entrada y el Omega gimió.
— Cama... — pidió en medio del beso salvaje.
— Aquí.
— No, Alfa bobo, quiero en la cama. — Jake empujó a Sunghoon hasta la cama, le quito la ropa con torpeza, se inclinó para tomar un condon de la mesita de Sunghoon y se subió encima de él. — ¿Qué dices si para la primera ola de calor te monto? — Sunghoon hundió sus dedos en los muslos grueso de Jake.
El Omega gimió cuando sintió la ereccion de Sunghoon rozarle los glúteos.
Estaba empapando a Sunghoon, el Alfa estaba más que excitado. Jake se inclinó un poco para colocarle el condon al Alfa y luego alinear el pene de Sunghoon hacia su mojada entrada.
— Mmm, eres tan grande. — susurró Jake mientras se sentaba en la longitud de Sunghoon. El Alfa gruñó, sus ojos aún brillando en rojo.
Sunghoon no esperó mucho cuando levantó a Jake y lo dejó caer en su pene, el Omega blanqueó los ojos y gimió alto. Sunghoon volvió a hacerlo, hasta que el Omega encontró el ritmo y lo mantuvo por si sólo.
Sunghoon gruñía y se movía para ayudar a Jake, el Omega sólo gemia y brincaba.
La escena era tan erotica que no tardaron tanto en correrse.
— ¡Alfa! — Jake dejó caer su cabeza en el hombro de Sunghoon. Sentía el nudo hincharse y jadeo. — No lo recordaba tan grande, ¡oh!
Sunghoon lamio el cuello de Jake, dejó besitos también, el Omega cerró los ojos esperando a que el nudo bajara.
Una vez que lo hizo, Jake descubrió que Sunghoon estaba duro de nuevo y que estaba tratando de embestirlo de nuevo.
— No, no, no. Hay que cambiar el condon.
Iban a ser veinticuatro horas muy largas.
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