𓏲 ๋࣭ ࣪˖ 𝐆𝐞𝐛𝐚𝐤

*:･ﾟ✵ Capítulo Veintiuno ✧:･ﾟ

Jake sale del colegio, corriendo hasta la siguiente calle, sus pulmones ya no aguantan, y tiene que detenerse un momento. Necesita que alguien lo recoja, pero su mamá está en el hospital, trabajando. No tiene a quién llamar, las lágrimas bajan por su mejilla sin parar, Jake se siente roto, siente el corazón debilitado. Odia todo, se odia él. Odia a Yue.

— Hola. — susurra, su voz es débil y baja. — Hablamos una vez, pe-pero dijiste que podía buscarte.

— ¿Jake? — el Omega gimió adolorido.

Le dolía el pecho, tenía esa sensación de que algo estaba quemandolo por dentro y tira lenta y dolorosamente hacia Sunghoon. Puede sentir el dolor del Alfa tan fuerte como el suyo propio.

— Jungwon, qui-quiero llegar a mi casa. — El Omega al otro lado de la línea afirma algo y entonces Jake se encuentra explicándole dónde está.

No tiene que espera mucho, Jungwon estaciona el auto frente a Jake. Se baja y corre hacia el Omega, Jake tiene la nariz, labios y ojos rojos, y sencillamente se ve destrozado.

— Por la luna, ¿qué paso? — preguntó Jungwon. Llevando a Jake al auto.

— Llé-llévame a mi casa, por-por favor. — Jungwon asiente y empieza a conducir, Jake le da la dirección en el camino, solloza un poco.

Cuando llegan, el Omega bajito sale del auto le agradece a Jungwon y no lo deja contestar cuando está entrando a la casa, cierra la puerta y Jake se desvanece.

Las lágrimas no se detienen y los sollozos tampoco, duele, duele demasiado. Él solo necesita que aquello paré.

"Me gustas también, cachorro."

— ¡VETE A LA MIERDA! — tira su mochila y está impacta con la mesa que hay en el centro de los sillones. — Te odio, me odio, la odio.

Jake siente que se está ahogando. El dolor lo está consumiendo lentamente.

— Malditamente falso.

— Quítate, no me toques.

— Cálmate, imbecil. Empieza a hablar, ¿qué fue lo qué paso? — gruñó Heeseung.

— Fui a la fiesta de Ni-ki. Ya sabes, a la que tú no quisiste ir. — Heeseung rodó los ojos. — Así que fui, Jake no quiso ir. Estuve ahí, hablé con Ni-ki, bebí y luego no recuerdo nada. Desperté en la mañana y Yue estaba a mi lado, desnuda y yo también.

— Sunghoon, ¿te la follaste? — preguntó cautelosamente Heeseung.

— iNo! — exclamó. — Bueno, no lo sé. Mierda, las fotos Yue las envío al celular de Jake, él las vio.

— Jodida mierda. — Sunghoon gruñó bajito. Enojado con Yue y consigo mismo.

— Lo siento. Débil, pero siento a Jake. — Heeseung frunció el ceño. — Está triste y enojado.

— ¿Cómo qué lo sientes? — preguntó tratando de que no fuera lo que está pensando.

— ¿Lo marcaste?

— No, claro que no. Somos destinados. — Heeseung jadeo. — Lo sé, vaya jodido que es. 

— Sunghoon, si son destinados y ya se sienten, van a enfermar. — Sunghoon asintió. — Jake va a a enfermar. Una gripe puede matarle.

— ¡Cállate, mierda!, ya lo sé. — Sunghoon gruñó y se dejó caer en el asiento de la casa de Heeseung.

Había ido ahí luego de que Jake desapareciera de su vista. Heeseung le había recibido algo desconcertado.

— Sunghoon. — el Alfa suspiró.

— ¿Que mierda quieres que haga?, él no va a creerme, yo no sé que mierda sucedió. — Heeseung sospechó.

— Cálmate, primero hay que saber si te acostaste con Yue. Y si sucedió, entonces iremos a la policía y diremos que fue violacion. — explicó Heeseung.

— Nadie va a creer eso. Estaba ebrio. — Heeseung negó.

— Drogado. Alguien te drogo, te subió a la habitación y te violo. — Sunghoon se mordió el labio.

— No quiero hacer algo grande, quiero a Jake. Me dijo que le gustaba, le dije lo mismo. Iba a pedirle que fuera mi novio de la manera correcta. ¿Entiendes?, nos enamoramos. — Heeseung frunció el ceño.

— ¿Qué?, Jake es tu novio.

— Ah, no. Es falso. — Heeseung se sentó al lado de Sunghoon.

— ¿Cómo que es falso?, me dijiste que te gustaba y que le pedirías salir. Incluso Jay te ayudo. — Sunghoon rió.

— Sí, yo le mentí. Le dije que saliera conmigo para que mi hermano no se decepcionara conmigo, Jay hizo un buen papel. — Sunghoon rió.

Le gustaba Jake, desde que lo vio la primera vez.

— Sunghoon, eres idiota. — gruñó Heeseung.

— Sí, ya sé. — asintió. — Pero este idiota va a recuperar a su Omega.

Heeseung lo observo y luego revolvió el cabello de Sunghoon para sonreír.

— Y este amigo, va a ayudarte.

...