𓏲 ๋࣭ ࣪˖ 𝐆𝐞𝐛𝐚𝐤

*:･ﾟ✵ Capítulo Doce ✧:･ﾟ

Sunghoon estaba yendo en su auto hacia la casa de Jake, había una famosa feria en la ciudad y como parte del ser pareja era ir con Jake a las estúpidas ferias, debía hacerlo. Así que ahí estaba, conduciendo hasta la casa del Omega.

Jake, por otra parte, estaba nervioso, ya tenía la ropa puesta pero no sabía si era la indicada. Se observó de nuevo en el espejo, Yue no había querido ir porque también estaba alistándose para su cita de esa noche. Jake suspiró.

Esperaba que a Sunghoon le gustará.

La bocina del auto sonó, y Jake se rocío perfume para después salir corriendo, bajó las escaleras y tomó las llaves. Su mamá tenía turno por la noche así que no estaba.

Le sonrió a Sunghoon cuando llegó hasta el Corvette. El Alfa estaba recostado en el capo.

— Mm, que lindo te ves. — Sunghoon lo tomó de la mano y lo pegó a su pecho. Jake sonrió. — Ikeu, dame un beso. — el Omega se acercó a los labios de Sunghoon y dejó un besito en ellos.

— Llévame a la feria. — susurró.

— ¿Me harás jugar esos juegos para conseguir ositos? — Jake chilló.

— ¡Sí, Alfa!, me gustan los ositos de felpa. Son tan espojonsitos. — Jake se abrocho el cinturón.

Sunghoon sonrió, lo había llamado Alfa de nuevo. Se sentía bien.

— No prometo nada. — avisó Sunghoon.

Condujo hasta llegar a la feria, estacionó su auto muy cerca de la salida. Y se dirigió junto a Jake hacia la entrada del lugar, acarició los nudillos del Omega con su pulgar.

Pagaron sus entradas, y Jake jaló a Sunghoon hacia los juegos, por la luna, sería una noche larga. Sunghoon suspiró.

— Hay que ir a ese, y luego a ese, y a esa, y ese también, y luego a ese, y después también aquel, ¡oh! y definitivamente ese. — Jake apuntaba los juegos a los que subirían y Sunghoon solo se arrepentía de no haberle dicho que estaba enfermo.

Jake le dio un besito en la mejilla a Sunghoon.

— Gracias, Hoon. Nadie había hecho algo así por mí. — el Alfa le dió un apretón en la mano y le sonrió.

— Vamos a los juegos antes de que me arrepienta, mocoso. — Jake sonrió entusiasmado y jaló a Sunghoon hasta el primer juego.

Luego de tres juegos, Jake tenía hambre al igual que el Alfa, entonces ambos decidieron que buscarían que comer. Decidieron comer unas hamburguesas que estaban vendiendo en uno de los tantos puestos que había. Encontraron una banca y Jake empezó a comer.

— ¿Te ha gustado la diversión? — preguntó Jake.

— Claro que sí. Aunque no me gusta el barco, por favor no me hagas subir de nuevo. — Jake rió. Sunghoon sonrió al escuchar al Omega.

— ¡¿Sunghoon?! — el Omega alzó la vista y se encontró a su mejor amiga junto a un Beta rubio. Sunoo.

— ¡Yue, hola! — saludó Jake. La Omega le dio una sonrisa hipócrita.

— Hola, Jake. — saludó la chica y Sunoo solo le sonrió a ambos. — No teníamos idea de que estarían aquí.

— Pero dijiste- — Yue interrumpió a Sunoo dándole una fría mirada. El Beta sólo rodó los ojos.

— Bueno, Jake y yo ya debemos irnos. Ya es tarde. — avisó Sunghoon tomando la mano de Jake y alejándolo del Beta y la Omega.

— Pero, podemos tener una doble cita. — Jake volteó a ver a Sunghoon y el Alfa negó.

— Yo... he quedado solo con Sunghoon, lo lamento. — el Omega sonrió tierno. — Podemos vernos otro día.

— Supongo. — comentó Yue no muy contenta.

Sunghoon tomó la mano de Jake y lo jaló hacia la salida de la feria. Jake volteó a ver hacia atrás, Yue parecía discutir con Sunoo.

— Gracias. — susurró. Sunghoon volteó a verlo. — Me refiero por no aceptar la cita doble, sería incómodo.

— Está bien, cachorro.

Jake sonrió, Sunghoon lo llevó al auto.

— Jake. — llamó una vez que ambos estuvieron dentro del auto. — ¿Qué tan loco sonaría si te pido quedarte a dormir conmigo?

Jake quedo atónito.

— Yo-yo... — Sunghoon rió.

— Mala idea.

— No, no, no. No puede ser mala idea si quiero aceptar. — Sunghoon volteó a verlo cuando dobló en una cuadra. — Me refiero, tengo que avisarle a mamá, pero me gustaría.

El Omega ya estaba sacando su celular para avisarle a su madre. Su mamá era diferente, Haeun no le prohibía cosas como las demás mamás, mientras le avisara y le enviara su dirección en tiempo actual, estaba bien.

Sunghoon escuchó a Jake hablar con su mamá, sonrió. No sabía de dónde había sacado el impulso para pedirle eso al Omega, pero su Alfa ahora estaba feliz.

— Mi mamá dice que está bien, mientras mañana esté en casa a las seis en punto de la mañana. — explicó.

Sunghoon solo asintió. Ambos chicos suspiraron gustosos ante la idea.

Y sobre todo sus lobos que aullaron encantados con pasar más tiempo juntos.

...