*:・゚✵ Capítulo Catorce ✧:・゚

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Jake no llegó temprano a su casa, pero no era su culpa, sino de su Omega caprichoso que se negaba a salir de los brazos del Alfa joven

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Jake no llegó temprano a su casa, pero no era su culpa, sino de su Omega caprichoso que se negaba a salir de los brazos del Alfa joven. Sunghoon lo tenía apresado a su cuerpo, sus brazos rodeaban la cintura de Jake y su nariz estaba en el cabello del Omega, aspirando su aroma dulzón. Jake se removió, una sonrisa de asomó en su tierno rostro y Sunghoon se despertó por el movimiento.

Lo único bueno de todo, es que era fin de semana, no había clases.

— Hey, buenos días. — Jake sonrió más, la voz ronca de Sunghoon hacía su cuerpo estremecerse. — ¿Estás bien?

— Sí, buenos días. — se tapó la boca con una manita. — ¿Tienes un cepillo de dientes que me prestes?

— Oh, sí. — Sunghoon se levantó de la cama, Jake jadeó al ver el cuerpo del Alfa, Sunghoon vestía sólo unos boxers, mientras que Jake estaba completamente desnudo.

Sunghoon le tendió una camisa de él y recogió sus bragas, se las dio a Jake y el Omega se puso totalmente rojo.

— No te preocupes. — Sunghoon caminó hasta su armario y se colocó unos pantalones flojos y se dirigió a Jake que estaba sentando en la cama sin verle a la cara. — Buscaré un cepillo de dientes, puedes vestirte. No te veré.

La anatomía de Sunghoon se perdió cuando entró al baño. Jake suspiró retirando la sábana y se levantó para vestirse rápido con la camisa de Sunghoon. Le tapaba el trasero, era lo principal. Debía darse un baño, vestirse e irse.

Sunghoon volvió con el cepillo, una toalla y una ropa de él que le quedaría grande a Jake, pero no lo dejaría usar la ropa anterior. De todos modos, Jake la había mojado. Una hora después ya estaban saliendo de la casa del Alfa, luego de comer y despedirse de los papás de Sunghoon, el Alfa iba conduciendo hasta casa de Jake.

El teléfono de Sunghoon empezó a sonar, era el tono personalizado que tenía para Heeseung.

— ¿Que quieres?, estoy conduciendo. — colocó el altavoz para no dejar de conducir.

Yo... no quiero más, Sung — Sunghoon frunció el ceño. — No, no pu-puedo más. Él...

— Oh, joder. — gruñó sabiendo lo que pasaba. — ¿Dónde estás?

Él vol-volvio a hacerlo.

— Heeseung, ¿dónde estás?

Me si-siento solo — se escuchó una risa con ironía y una máquina pitando, Sunghoon la reconoció.

— Yo estoy contigo, amigo. ¿Dónde estás? — Sunghoon ya estaba dando la vuelta. Jake parecía desconcertado y asustado. — Dímelo, Heeseung. No puedo ayudarte si no me lo dices.

Sunghoon... — Heeseung empezó a llorar. — Mi casa.

— Estoy llegando. Lo juro, Hee. Estoy cerca de ahí. — escuchó otro sollozo de Heeseung — No lo hagas de nuevo, ¿recuerdas la última vez?, solo mantente conmigo.

𓏲 ๋࣭  ࣪˖  𝐆𝐞𝐛𝐚𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora