Lobo Stilinski

XXIX.- Jordan Parrish

Camden miró con fastidio a Jordan Parrish, un hombre bastante atractivo pero humilde y egocéntrico al mismo tiempo. Con trabajo Peter logró convencerlo de ir al loft y todo fue gracias a Noah quien fue la persona que más argumentos buenos le dio además de que usaría su autoridad si el joven no lo hacía.

— ¿Por qué tengo que reunirme con los demás y con su hijo? — preguntó Jordan mientras bajaba del auto.

— Deja de jugar sabueso, tienes que reunirte con la manada y con nuestro adorado delta. Puedo ser el alfa pero también lo es Stiles así que deja de quejarte.

— Pensé que era bueno actuando, pero bueno en algún momento tenía que reunirme con ustedes. — dijo Jordan restándole importancia al asunto.

— Solo cállate y entra. — le dijo Camden molesto.

— Para ser un lobo tan bello eres demasiado amargado.

Camden le gruñó y le mostró sus orbes dorados.

— Eres sexy. — dijo Jordan con diversión.

— Esto es asqueroso. — dijo Jackson con fastidio mientras que abría la puerta del loft encontrándose con un Stiles molesto, Isaac solo miraba a los recién llegados de manera seria.

Jackson corrió a los brazos de su novio y eso hizo que el ruloso dejara de mirarlos serios.

— Sabueso te advierto que te mantengas lejos de mi hermano y si te le insinúas de nuevo iré a tu casa y te despedazare con mis dientes y ni siquiera te va a salvar ser un heraldo de la muerte. — le dijo Stiles dejando brillar sus ojos.

— Esta bien, lo que usted diga. — dijo Jordan mientras levantaba las manos.

Camden abrazo a su hermano sin dejar de mirar al sabueso con odio.

— Ten cuidado Parrish, con mis hijos no. — le dijo Noah.

— Bueno dejando de lado que todos los Stilinski me quieren matar mejor díganme que paso.

— Las mandas aliadas ya han sido avisadas y Danny y yo hemos estado toda la tarde hablando con los sobrenaturales del pueblo y solo nos quedabas tu. Nos enteramos de que las muertes que han ocurrido últimamente no son normales, tenemos mercenarios en el pueblo y una lista con todos nuestros nombres y una gran cantidad de dinero por nuestras cabezas. — le dijo Stiles mientras dejaba el libro que tenía en sus manos sobre la mesa y se levantó con el ceño fruncido.

— Entonces tenemos un gran problema, ahora que lo pienso anoche tuve que ir con un chico, un wendigo, que habló de su asesino y me dijo que era un hombre sin boca y que se comunicaba por un comunicados militar solo que para que haga eso me imaginaba que tendría que estar modificado para hacer algo así. Este asesino debe de ser uno de los mercenarios que están en el pueblo, lo más probable es que ya haya muchos más en este lugar. Tendremos que investigar más a fondo. — dijo Jordan de manera seria mientras miraba las fotografías de los cadáveres.

— No eres inútil, eso es bueno. Tu trabajo será encontrar a la mayor parte de mercenarios. Por el momento no podemos hacer nada más, nosotros trataremos de ver quien es la persona que esta detrás de todo esto. — dijo Stiles de manera seria.

— De acuerdo, querido delta. — dijo Jordan sin importarle el gruñido de Derek.

*

Camden solo deseaba que su turno terminara, desde que habían hablado con Jordan el sabueso se la pasaba molestando al joven y si no fuera por todos los humanos en la comisaria ya le hubiera arrancado la garganta con sus dientes.

El lobo entró a la oficina del sheriff desesperado y bastante molesto.

— ¿Todo bien? — preguntó Noah con cierta diversión. En esos días había podido entender un poco más a Jordan y sabía que no era un mal muchacho u que la atención que le ponía a su hijo no era con una mala intención.

— Ese sabueso, es... ahg. De verdad solo quiero arrancarle la garganta y después... De verdad que a veces me dan ganas de poner mis manos alrededor de su cuello y estrangularlo hasta que se le salgan los ojos. ¡AHG! Es demasiado molesto y que Peter y Stiles lo hayan aceptado en la manada es increíble. ¿Qué nos puede aportar un sabueso de la muerte? Ya tenemos a Lydia, ella es una gran chica y te apuesto de que es mejor heraldo de la muerte que ese, ella tiene más armas, además ni siquiera sabemos que puede hacer este mentecato. No lo entiendo pero te juro que si paso un día a más a su lado voy a matarlo. — decía Camden mientras caminaba de un lado al otro de la oficina.

— ¿Y por qué estás tan atento a él, hijo? Si te molesta tanto solo ignóralo.

— No es tan sencillo.

— ¿Te interesa?

— ¡Qué! — lo miró como si le hubiera dicho que ahora los cerdos volaban — ¿Interesarme ese sabueso? Jamás, es tan molesto e insoportable, no se separa de mí. Aunque tiene su encanto. — negó con la cabeza — No es cierto, no podría interesarme en ese imbécil.

— ¿De verdad?

— ¡SI!

Salió de la oficina dejando la puerta abierta y en ese momento Jordan se cruzó frente a él.

— Oh, hola lobito. — le saludo el sabueso logrando que el otro le gritara y se fuera prácticamente corriendo de ahí — ¿Qué fue eso? ¿Tengo que preocuparme, jefe?

— Preocúpate mucho y espero que mi hijo no te mate. — le dijo Noah sin apartar la vista de los papeles que tenía en sus manos.