En la historia siempre hemos visto sobresalir a los hombres como figuras de carácter y autoridad, esta historia es diferente, es la mía Peito Lilith Adams abogada exitosa y ambiciosa por sobresalir en la profesión gobernada por hombres.
"No descansare sin antes haber conseguido lo que me prometí ese día"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LILI
Todo está impecable como me gusta, me miré al espejo mientras acomodaba mis anillos, mis ojos resaltaban más con el blazer color vino que escogí para el día de mi nombramiento, sonreí ladinamente recordando dónde estaba hace más de 5 años y dónde estoy ahora
— Soy impresionante – susurré para mi
—Es demasiado temprano para ser egocéntrica ¿no crees? – ladee mi cabeza hacia la voz proveniente de mi cama
—No necesitó de tu envidia en estos momentos – solté en tono de broma
Él rodó los ojos mientras se levantó y camino hacía a mi desnudo, a través del espejo note las marcas que deje en sus hombros producto de la noche que tuvimos; Ben sin duda no es solo un gran abogado también es un gran amante, llego a mí, beso mi mejilla, después mi cuello provocando que cerrara los ojos mientras soltaba un suspiro de satisfacción
—Te ves preciosa – susurró en mi odio y sentí su erección en mis glúteos —. Quiero hacerte mía otra vez
—Ahora no Affleck, quizá más noche si es que decido pasarla contigo – detuvo sus caricias y nos miramos en el reflejo del espejo
—Bien – trató de ocultar su molestia—.De todas formas, en un rato más te veré en el bufete
—Me voy – acomodé el dobladillo de mi saco—. Te veo en la firma – salí de la habitación
Camine hacia la camioneta negra que me esperaba en la entrada de la casa de Ben
—Hola Lili, buenos días – David me sonrió ampliamente y le devolví la sonrisa —. Tu café, con una de azúcar y bien caliente – me guiño el ojo mientras me miraba con complicidad
Sabía a qué se refería, es parte de las dos personas que saben mi aventura con Ben
—Eres un pesado – negué divertida—. Sólo por el café es que no te despido – solté sarcástica a mi guardaespaldas
—Lo sé por eso no lo dejo de traer – reímos al unísono
Abrió la puerta del auto y subí a la parte trasera de la camioneta
—¿Qué tal abogada? – la voz femenina burlona me sobresalto—. ¿Cogiste rico anoche? – preguntó alzando una ceja divertida
David soltó una risa negando con la cabeza mientras encendía el auto, me encogí de hombros mientras hice un ademán como si mi boca tuviera cierre
—Bien, basta de la burla sexual ahora concentrémonos en el trabajo –
Jenna mi secretaria soltó una última risa antes de seguir mi órden para ponerse seria
