"No sabía hacia donde iba, pero cuando te vi supe donde quería quedarme."
HENRY
Desde que la vi entrar con su café en la mano, no pude alejar mi vista a un lado, sus caderas, su figura, su rostro y esos ojos hipnotizantes que dejan helado a cualquiera que la miré, pero su mirada es oscura, fría, llena de ira, pero también con una pizca diminuta de tristeza, o es muy poca o lo disimula tan bien entre el despampanante sonido de sus tacones azotando el piso
—Henry camina, Alec nos espera
Mi padre me saco de mis pensamientos para subir en el elevador en el que la mujer que me cautivo subió antes que nosotros, negué con mi cabeza al ver a mi padre mirar chicas jóvenes y coquetearles, no sé cómo mi madre lo aguanta tanto
Mi padre es dueño de varias empresas que dirigen galerías de arte o mueven piezas de un museo a otro, somos asquerosamente ricos y aun así me vi obligado a abandonar mi sueño por él
Me está enseñando todo para que sea quien dirija todo cuando él se jubile, ahora mismo estamos en el bufete más prestigioso de New York para presentarme a su mejor amigo Alec y me asigne a mi abogado quien me acompañara para seguir manteniendo a flote el negocio
—¿Crees que Alec me comentó que una de sus propuestas de abogado es mujer? – soltó un bufido de burla —. Como si supieran del negocio
—Padre ¿Qué tiene? hoy en día hay mujeres excepcionales en su campo
Él negó con la cabeza
—Alec se la deberá estar cogiendo – soltó despectivo
—No lo creo capaz, él es muy correcto en su trabajo, te lo ha demostrado siendo tu mano derecha y mejor amigo
—Oh ¿Ahora admiras a San Baldwin?
Negué pero ya no respondí, sabía que si decía una palabra más terminaríamos peleando como siempre
Salimos del elevador y pude notar como un hombre con traje negro salía corriendo asustado de una oficina del fondo, mi padre se distrajo un poco coqueteando con la recepcionista, estoy cansado de ver sus tonterías así que fui a caminar un poco a conocer el lugar que estaré frecuentando más de lo que quisiera realmente
Oí una voz femenina a lo lejos, ¿Estaba gritando?, me acerque un poco y pude ver a la mujer de ojos hipnotizantes con el ceño fruncido y regañando a lo que creo yo es su secretaria
—¡Me importa una mierda Jenna, aquí se hace lo que yo diga!
Su voz era tan efusiva llena de cólera, arrogancia y prepotencia hizo que la pequeña mujer que sostenía su IPad entre sus manos diera un pequeño brinco
Lo que más puedo detestar de una persona es que alguien trate mal a otra, mi papá me llama blando o marica cuando se enoja de más, fruncí el ceño acercándome cuando llegue a la puerta y cruce mis brazos
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LAW ||HENRY CAVILL||
RandomEn la historia siempre hemos visto sobresalir a los hombres como figuras de carácter y autoridad, esta historia es diferente, es la mía Peito Lilith Adams abogada exitosa y ambiciosa por sobresalir en la profesión gobernada por hombres.