En la historia siempre hemos visto sobresalir a los hombres como figuras de carácter y autoridad, esta historia es diferente, es la mía Peito Lilith Adams abogada exitosa y ambiciosa por sobresalir en la profesión gobernada por hombres.
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LILI
—¿Estaba cambiando?
Cuando desperté esa pregunta inundo mi cabeza, tal vez me deje llevar por la vulnerabilidad de otras personas, pero ya no más, ya perdí lo suficiente
Y nunca pierdo
Fui débil, me importaban las personas y ¿Qué obtuve a cambio? ¿Despreció? ¿Más culpa? ya no más
Decidí levantarme e ir a ducharme, es lunes ya es suficiente y tengo que ir a la firma, me puse un vestido verde algo entallado pero sin dejar la formalidad o la elegancia, me puse mi fragancia, mis tacones, soy bastante hermosa, no culpa a los hombres por hacer estupideces con tal de tenerme
—Luces bien – dijo David entregándome mi café
Subí al auto mientras el empezó a conducir
—Lili creo que Jenna aun esta en shock, ella volverá, ama su trabajo
—No me importa, si quiere volver, su trabajo ya no estará disponible – tomé un sorbo del café
—No lo tomes personal
—No es personal, ella tomó su decisión y yo también – alcé mi vista —. Simplemente me limitaré a hacer lo correcto, busca su autocuidado y no la culpo por ello, pero no me presiones a mi como si tuviera que rogarle – oí un suspiro de su parte
Él lo sabía, volví a ser como antes de conocerlos
—Tengo audiencia a las 12 – avisé bajándome del auto
Asintió, subí hacía mi oficina, me detuve un momento en el escritorio de Jenna, aún estaba intacto como lo había dejado, tome su IPad y empecé a ver mi agenda
—Ya supe que pasó y lo siento – Ben habló detrás de mi —. Cuenta conmigo si necesitas algo
—Bien – entre a mi oficina
—Alec ya dió fecha para el juicio de apertura, es el miércoles – fruncí el ceño
—Tengo menos de 3 días para preparar mis alegatos – espete molesta
—No te desquites conmigo, yo sólo te avise – se fue hacía su oficina
