Capítulo VI

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La bienvenida que recibieron al día siguiente por parte del señor Kim fue más que cálida. Los sirvientes de la casa se habían esforzado al máximo y habían preparado una cena inmensa que seguramente alcanzaría para comer durante tres días seguidos.

Kyungsoo miró los variados platos a su alrededor, mordiéndose el labio inferior y preguntándose cómo iba a poder comerse todo eso. No quería ser descortés y dejar la comida que el señor Kim había preparado para ellos con tanta ilusión.

Después de años cocinando solo para él y JongIn, se había acostumbrado a disfrutar de pequeñas comidas tranquilas, interrumpidas solo por los sinceros elogios de JongIn a su cocina. Una sonrisa tonta se dibujó en sus labios mientras lo recordaba, y sin darse cuenta, giró su mirada hacia JongIn, que estaba sentado en la silla de enfrente. Para su desgracia y sorpresa, JongIn lo estaba observando con demasiada intensidad, lo que hizo que se ruborizara y rompiera rápidamente el contacto visual.

¿Por qué JongIn lo miraba así? Cielos... Necesitaba agua.

Después de recorrer la mesa con la mirada nerviosa, encontró su vaso de agua y lo bebió de un solo trago, casi ahogándose en el proceso, pero obligándose a fingir una expresión normal mientras se enfocaba en el señor Kim, que conversaba con Krystal sobre algo.

Fingió estar muy interesado, mientras ignoraba por completo al hombre frente a él y su mirada penetrante.

***

JongIn no había podido apartar su mirada de Kyungsoo por más de unos pocos minutos durante toda la cena. Su ceño se fruncía en confusión al no entender su extraño comportamiento. Primero había sido aquella sonrisa enamorada que estiró los labios del menor sin razón aparente, luego sus miradas se habían encontrado y Kyungsoo se había sonrojado intensamente antes de romper el contacto visual y proceder a evitarlo por el resto de la comida.

Incluso le había ignorado por completo cuando el moreno le había hablado y eso, de cierta forma, enojaba a JongIn. ¿Sería porque durante los últimos tres años se había acostumbrado a que Kyungsoo solo le prestara atención a él? JongIn no estaba seguro. Sin embargo, estaba convencido de que ese comportamiento irracional  era más que inapropiado, especialmente delante de su familia.

Después de una hora, la cena finalmente concluyó. Krystal y Jennie se habían retirado a la sala de estar a petición del señor Kim, quien indicó a JongIn y a Kyungsoo que lo siguieran a su despacho con un gesto de su mano.

Kim Namjoon caminaba con dificultad, apoyándose en su bastón. Aunque JongIn había intentado ayudarle a llegar hasta su sillón detrás del gran escritorio de roble, el señor Kim se había negado, probablemente para evitar mostrar debilidad. Fue por ello que su rostro adoptó una expresión de firmeza mientras tomaba asiento.

Kyungsoo y JongIn se acomodaron en los sillones frente al escritorio de Kim, antes de que él comenzara a hablar:

– Realmente me alegra mucho que estén de regreso, muchachos – dijo, transmitiendo en su voz todo el respeto y admiración que sentía por ambos. – Quisiera escuchar cómo les ha ido estos años – se reclinó en su asiento, mirándolos de forma expectante.

Kyungsoo miró a JongIn, cuando este comenzó a hablar: – Todo ha marchado como se esperaba, padre. Hemos estado entrenando sin descanso y planificando minuciosamente cada movimiento para asegurarnos de que no haya fallos en los planes. Investigamos también a todas las personas que aparecían en la lista que el padre de Kyungsoo dejó. Krystal nos entregó la información que nos enviaste a Irlanda de forma segura y pudimos comprobar que no solo forman parte de la pandilla de Choi Siwon, sino que están estrechamente vinculados al tráfico ilegal de personas y otras actividades igualmente desagradables – explicó JongIn con voz tensa y los ojos ardiendo por el fuego de su odio desmedido hacia aquellos hombres responsables de convertir sus vidas en un infierno.

The target's guardian - Kaisoo -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora