Capítulo XVII

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Ellos habían logrado la hazaña de estirar la comida hasta la mañana del cuarto día, quedando solo café y cereal en la alacena. Kyungsoo estaba orgulloso de haber conseguido hacer maravillas con la comida para que durara, pero incluso con sus impresionantes habilidades culinarias, había muy poco que hacer con solo café y cereal. En realidad, no había nada que hacer con eso.

Sirviendo una ronda de café después del almuerzo, se sentó en el sofá, escuchando a Sehun quejarse nuevamente sobre tener que beber lo mismo una vez más para llenar su estómago. Francamente, Kyungsoo también estaba harto del café, y al dirigir una mirada a JongIn, supo que este estaba tan saturado del café como ellos.

- Moriremos de hambre aquí si no compramos nada de comer - comentó Kyungsoo después de un prolongado suspiro, dejando su taza de café en el centro de la mesa frente al televisor. Su mano subió a su cabeza, masajeando su sien con suaves movimientos circulares sobre su piel. Estaba empezando a dolerle la cabeza otra vez. - Es arriesgado salir, pero no nos queda otra opción - dijo, girando la cabeza para observar a través de la ventana junto a la cocina.

Había llovido constantemente durante los últimos días, aunque esto no suponía un obstáculo para que la policía continuara buscándolos. Según las noticias, el rastreo había sido intenso, especialmente en las carreteras y aeropuertos del país.

- Quizás debería ir solo uno de nosotros - sugirió Sehun, su tono sonando algo inseguro. - Aunque no tenemos forma de comunicarnos unos con otros - reflexionó segundos después, llevando una mano a su barbilla de forma pensativa.

JongIn, quien había permanecido en silencio, se inclinó hacia adelante antes de hablar. - Iremos los tres, por separado. Será menos sospechoso caminar por nuestra cuenta y mucho más fácil huir si sucede algo -

- Pero, ¿qué pasa con los carteles de "se busca"? Estarán por todas partes en el centro comercial - recordó Kyungsoo, preguntándose cómo podrían comprar algo sin ser reconocidos por los trabajadores del lugar.

JongIn pareció considerarlo por unos instantes antes de ponerse de pie.

- Sea lo que sea que hagamos, será un riesgo, así que simplemente tratemos de disimular nuestra apariencia sin llamar demasiado la atención - contestó el moreno, consciente de que esa era la única opción que tenían. Eso, y rezar porque tuvieran suerte y pudieran cumplir con su objetivo.

***

Kyungsoo nunca había tenido tanto temor de estar rodeado de personas como cuando entró al centro comercial, que estaba abarrotado, a pesar de la fuerte lluvia que caía fuera. Con un chubasquero negro que cubría hasta la mitad de sus muslos, Kyungsoo se paseaba entre la multitud, agradeciendo a la capucha sobre su cabeza que ocultaba gran parte de su rostro.

Su ansiedad no sólo se debía a sí mismo; a cada paso que avanzaba se preguntaba cómo les estaría yendo a JongIn y a Sehun. El temor a ser descubiertos vibraba en su piel mientras entraba a una de las tiendas del centro comercial.

Lo bueno de los lugares tan grandes como aquel era que los empleados estaban tan ocupados que apenas se detenían a observar a los clientes, por lo que Kyungsoo pudo escoger todas las cosas que necesitaba de los estantes sin que nadie le dirigiera una segunda mirada. Su suerte fue extremadamente buena incluso cuando llegó a la caja para pagar. La cajera ni siquiera lo estaba observando de tan concentrada que estaba revisando algo en su teléfono.

En otras circunstancias, Kyungsoo se hubiera molestado por la falta de educación y atención de la chica, pero en un momento tan delicado como ese, era prácticamente una bendición.

Cuando sus compras fueron colocadas en una bolsa, agradeció en voz baja con una pequeña reverencia que le sirvió para girarse rápidamente sin darle oportunidad a la chica de mirarlo bien, y salió de la tienda para dirigirse a la salida.

The target's guardian - Kaisoo -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora