Capítulo XXI

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Todo estaba a oscuras, no había nada a su alrededor. A pesar de correr y correr, no lograba encontrar la salida de aquel lugar.

- ¿Kyungsoo? - el llamado de su nombre lo hizo girarse, esperanzado, buscando de dónde provenía la voz. - ¡Kyungsoo! -

¡Aquí! ¡Estoy aquí! Quiso gritar, pero ningún sonido salía de su garganta. Corrió hacia lo que parecía una puerta.

- ¡Kyungsoo! -

La voz claramente provenía del otro lado. Abrió la puerta sin dudarlo, encontrándose con una habitación oscura y vacía. Dio un paso adelante y notó un chapoteo que captó su atención hacia el suelo. Sangre, estaba parado sobre un charco inmenso de sangre.

Alarmado, se volvió hacia la puerta e intentó abrirla de nuevo, pero estaba cerrada. Golpeó la superficie con fuerza mientras de forma extraña la sangre en el suelo parecía aumentar hasta el punto de cubrir sus tobillos.

Haciendo muecas de desagrado, tiró con más fuerza de la manilla en la puerta, desesperado por escapar de aquel lugar donde la sangre en el suelo crecía rápidamente, cubriendo su cintura y pecho.

¡Ayuda! Quiso gritar nuevamente mientras la sangre llegaba a su mentón, casi ahogándolo, pero ningún sonido salía de su boca, como si se hubiese vuelto completamente mudo. Con las lágrimas empapando sus mejillas, Kyungoo cerró los ojos, decidido a rendirse y aceptar su destino, pero entonces escuchó esa voz de nuevo.

- ¡Kyungsoo, despierta! - y abrió los ojos asustado, tomando una profunda bocanada de aire como si hubiera estado sin respirar durante mucho tiempo. Su vista se sentía pesada y algo borrosa, pero pudo reconocer fácilmente al hombre que lo sacudía con preocupación.

- C-Chanyeol... - susurró, su voz sonaba ronca y rota por el desuso. Miró a su alrededor tratando de identificar el lugar. Las paredes en ruinas y el suelo lleno de escombros y suciedad refrescaron su memoria al instante. En ese momento, los recuerdos comenzaron a surgir uno tras otro, abrumándolo por la intensidad.

Él y JongIn escapando de unos matones armados, refugiándose en el edificio en ruinas para intentar huir. JongIn finalmente decidió que no podían salir juntos, así que se disparó en la pierna para que Kyungsoo pudiera escapar mientras él distraía a los agresores.

Un dolor agudo le atravesó el pecho, haciendo que Kyungsoo girara la vista hacia Chanyeol. - ¿JongIn... ? - pero la expresión de Chanyeol al negarle confirmó la terrible verdad que lo aterraba. JongIn había sido capturado por Siwon... JongIn probablemente ya estaba muerto.

Sollozando levemente, Kyungsoo apoyó su cabeza en la sucia pared antes de romper en llanto, siendo consolado por Chanyeol, quien lo abrazó con fuerza, acunándolo mientras le susurraba palabras de aliento y consuelo. Kyungsoo no podía sentir alivio... Él quería a su JongIn... Él no podía continuar sin él.

Abrazando con más fuerza a Chanyeol, lloró hasta que sus ojos se quedaron sin lágrimas, deseando no haber despertado nunca.

***

Había dejado de llorar hacía mucho tiempo, tras sentir que no quedaban más lágrimas en su cuerpo para derramar. Su rostro se sentía hinchado, seco y sensible en cada centímetro, hecho que pudo confirmar por el apenas visible reflejo en la superficie del té que reposaba en la taza entre sus manos. No había bebido ni una gota a pesar de que su garganta ansiaba algo de líquido.

- Kyungsoo, deberías al menos beber un poco de té. No has querido comer nada desde que llegamos - dijo Chanyeol, desde el sofá opuesto. Kyungsoo no necesitaba mirarlo para intuir su expresión; su tono de voz delataba cuan preocupado se encontraba.

The target's guardian - Kaisoo -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora