Capítulo XIX

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JongIn esparcía tiernos besos por el rostro de Kyungsoo, sus labios cálidos y suaves haciéndole cosquillas en la piel mientras su mano derecha acariciaba el brazo del bajito, descendiendo por su estrecha cintura hasta el muslo y ascendiendo nuevamente, repitiendo el proceso con delicadeza.

Kyungsoo no podía dejar de retorcerse, ansiando más de aquel contacto, sintiendo otro tipo placer distinto al del orgasmo alucinante que había experimentado minutos atrás. Él se sentía extasiado, tanto física como emocionalmente, y tan malditamente enamorado del hombre que le besaba con cruda adoración, que apenas podía respirar.

- JongIn... - susurró su nombre, tirando suavemente del cabello contrario para encontrarse con sus ojos. Una sonrisa iluminó el rostro de JongIn al momento en que coincidieron sus miradas, su atractivo y encanto tan evidentes que Kyungsoo no pudo resistirse a besarle, rodeando el cuello del moreno con sus brazos en un gesto silencioso de deseo.

El mayor se inclinó para rozar sus labios contra los de Kyungsoo, abriéndolos ligeramente con la intención de besarle, pero un fuerte gruñido lo interrumpió.

Kyungsoo se quejó avergonzado, apartando su rostro y cubriéndolo con ambas manos mientras JongIn reía dulcemente en su cuello.

- Soo, parece que tienes hambre - comentó JongIn, provocando que otro quejido resonara en la garganta de Kyungsoo. Sí, ya era consciente de ello, no era necesario recordar lo que su estómago había dejado en claro. - Traeré algo para que comamos, no tardaré  -

Al intentar separarse, Kyungsoo sintió que el pánico se apoderaba de él nuevamente, rodeando instintivamente con sus piernas y brazos el cuerpo de JongIn para impedir que se fuera.

- No podemos, ¿y si la comida está envenenada? - preguntó con evidente temor, frunciendo un poco el ceño ante la mirada confundida de JongIn. Eso le recordó que no sabía cómo había llegado el moreno a este lugar. - A propósito, ¿cómo llegaste aquí? ¿Sabes quién nos secuestró? -

JongIn se mantuvo en silencio unos segundos antes de estallar en risas, haciendo sentir a Kyungsoo un poco estúpido por no saber qué era lo gracioso de toda esta situación.

- Soo, cariño, no estamos encerrados aquí - dijo JongIn cuando logró contener su risa, observando a Kyungsoo como si fuera alguna cosita tierna e ingenua. Kyungsoo seguía sin entender a lo que se refería, pero JongIn simplemente besó su nariz y le sonrió antes de afirmar: - Traeré algo de comer y te explicaré todo, lo prometo -

Y Kyungsoo dejó que JongIn se marchara a regañadientes, preguntándose qué parte de esta historia se estaba perdiendo.

***

- ¿Me lo repites, por favor? - inquirió Kyungsoo, masajeando su sien mientras intentaba asimilar todo lo que JongIn le estaba contando.
 
El mayor dio un sorbo al jugo antes de sonreír como un niño travieso, claramente emocionado de haber formado parte de semejante aventura.

- Te prometí que te sacaría de allí y lo cumplí, con la ayuda de Chanyeol, por supuesto - recalcó. - Es como te expliqué, Soo, cuando fuiste arrestado, me volví completamente loco - Kyungsoo sabía que no debía sonreír, pero escuchar nuevamente una afirmación tan fuerte le provocaba mariposas en el estómago, apartando momentáneamente el horrible contexto de la situación. Logré contactar a Chanyeol; su padre fue abogado de la empresa de mi padre durante años, y él aceptó ayudarme a sacarte de la cárcel -

JongIn hacía sonar todo tan fácil, como si "sacarle de la cárcel" no implicara interceptar un coche de policía y secuestrar al prisionero.

- Entiendo esa parte - aseguró Kyungsoo, abandonando su tostada. Estaba tan concentrado en el tema que se le había ido el apetito. - Lo que no entiendo es cómo los policías se rindieron tan fácilmente. Porque yo lo vi, JongIn. Los oficiales ni siquiera opusieron resistencia, más bien me entregaron - exclamó, sin dejar de sentirse asombrado por lo que había sucedido.

The target's guardian - Kaisoo -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora