Capítulo 10

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Kyle Young

—Dakota. —entré a su habitación —¿Me explicas que hacen las dos enorme valijas en la entrada?

—Son mis cosas.

—Nos vamos por tres días.

—¿Qué importa?

—Somos cinco en un auto Dakota. ¡No entran! —fui a mi cuarto a buscar un bolso extra que tengo y lo arrojé a su cama —Lo que no entre en esa maleta lo dejas. —me puso cara —Y apúrate que Todd y Liam estarán aquí en veinte minutos.

—Tardé tres horas en ver que llevaré, y eso es lo esencial.

Salí de su dormitorio, crucé la sala y salí del departamento. Crucé el pasillo y toqué en frente, Caleb me abrió con una sonrisa.

—¿Estás listo?

—Buenos días para ti también preciosa. —tomé su mano y lo arrastré conmigo —Si hubiese sabido que era así de fácil te hubiera dicho así desde el día uno. —sonrió divertido.

—Dios. ¿Eres tan molesto desde temprano?

—Te encanto. —cruzábamos la sala.

—Cállate. —lo metí a la habitación —Ayúdala a que estas dos valijas quepan en ese bolso. —me estaba por ir a mi dormitorio.

—¿Y tú a dónde vas?

—Debo terminar una tarea antes de que Liam pase por nosotros.

Volví a mi cuarto a terminar mis tareas y entregarlas antes de comenzar el viaje así desconectarme de todos mis deberes.

Los chicos tocaron a la media hora y bajamos.

—Llegan tarde. —lo besé para saludarlo y le di mi bolso para meterlo en el maletero.

—Perdona, se me hizo tarde el entrenamiento.

—¿Estás cansado? ¿Quieres que conduzca?

—No, estoy bien.

Subí a la parte delantera del auto, Todd y Caleb en la parte de atrás. Dakota salió un minuto después de nosotros.

—¿Ella viene? Creo que me arrepiento de ir. —dijo Todd.

Koti estaba por entrar en el auto junto a ellos.

—Todd mueve trasero.

—¿Tienes el ego tan grande que no cabes ahí?

—Ni tu micro pene entraría ahí así que hazte para allá. —respondió ella y se metió a la fuerza al auto.

—¿Puedo pasarme a delante con ustedes? —preguntó en suplica Caleb —Ky me lo debes.

—Perdona pero ya estamos tarde para cambios. —dijo Liam avanzando a la calle.

...

Era media noche, ya estábamos hace unas horas en el auto. Los chicos estaban dormidos luego de tanto discutir todo el camino, y Caleb de intentar que no se maten el uno al otro.

—Se quedarán conmigo.

—No, no, con la fiesta de Aria tus padres estarán muy ocupados. No quiero que se preocupen más, además con mamá solo somos dos así que hay espacio.

—Me alegra volver.

—A mí igual. —pasé mi mano por él.

Lleguemos de madrugada, bajamos las maletas y Liam volvió a subir para irse a su casa. Me coloqué junto a la ventana del conductor y él bajó la ventanilla.

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