Capítulo 23

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Dakota Winkler

«¡Ay dios me voy a venir!»

Tenía a Todd entre mis piernas haciéndome sexo oral, pasé mis dedos por su cabello negro distrayéndome para no terminar aún.

Se oyó un portazo repentino que nos hizo detenernos de la sorpresa.

«¿Qué mierda ...?» —ambos vimos a donde se escuchó el sonido.

—Todd para. —le hice una seña de que se alejara —Ni que estuviera por acabar. —actúe indiferente con él y comencé a vestirme con una bata.

Salí del cuarto y vi que Ky se encerró en el suyo, abrí y la vi sentada en el suelo llorando.

—¿Ky que tienes?

—Caleb terminó conmigo.

—Ay, nena. —sequé sus lágrimas —Dame un segundo. —volví a mi cuarto y vi a Todd —Vete, no puedes quedarte. —le dije mientras me ponía las bragas —Y ni una palabra a Liam. Acaba de terminar con Caleb, lo que menos necesita es que él aproveche esto para volver.

—Él no sería capaz.

—Lo sé, pero ahora ambos están heridos. —le di un beso rápido en los labios —Avísame cuando llegues.

—Llama si necesitan algo.

Nuevamente fui con Ky y me senté a su lado.

—¿Qué pasó? Creí que estaba bien entre ustedes.

—También creí eso, pero me atrasé en llegar a la cena. Le dije que no tenía batería y que la lluvia me hacía imposible salir del campus. Se molestó porque mientras esperaba que todo se calmara fui con Liam a cargar mi teléfono. Y de la nada saltó conque estaba cansado en que siempre estuviera con él. ¿Pero que puedo hacer? Él es mi mejor amigo, no puedo dejarlo así como si nada, como si no existiera solo porque es mi ex.

—¿Aún sientes algo por Liam?

—No es eso. Es mi amigo y no quiero dejarlo solo en esto que está pasando.

—¿Segura? A veces el subconsciente sabe más que nosotros y Caleb pudo haber notado algo que tú aún no lo haces.

—Pero aunque así sea yo quiero a Caleb, quería darnos la oportunidad de intentarlo.

—Lo sé, pero no podrás hacerlo hasta que dejes ir a Liam de tu corazón.

—¿Y si mi corazón todavía no sabe lo que quiere?

—Solo dale tiempo. —la abracé de lado —Se me ocurrió una idea loca. —nos vimos la una a la otra —¿Y si nos vamos de viaje de chicas?

36 horas después ...

Salimos del avión y nuestra prima Mckenna nos esperaba, al vernos corrió hacia nosotras para abrazarnos. Saltamos emocionadas ya que hace meses no nos veíamos. Una vez que los abrazos se acabaron fuimos a la salida del aeropuerto, no trajimos más que una mochila cada una ya que nos íbamos a quedar poco menos de dos días ya que debíamos volver a clases.

—Debo decirte algo. —dijo Mckenna mientras salimos —Zack está aquí. —mis ojos se abrieron ampliamente en shock.

—¿¡Qué!? ¿Por qué?—mi corazón latía como loco y me comenzaron a sudar las manos.

—Es su auto, él me trajo. Es que tenemos amigos en común y nos hicimos buenos amigos, pero prometo que no me he acostado con él.

—¿Me veo bien? —pregunté mientras me peinaba nerviosamente.

—Te ves bien. —respondió ella.

—Estás hermosa, no tiene que estar nerviosa. —agregó Kyle.

—¡No estoy nerviosa, ustedes lo están! —actuaba como lo que negaba.

Seamos mariposas 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora