Seamos mariposas 2

Capítulo 27

Kyle Young

Tuve la prueba más importante de mi vida y no había salido precisamente como esperaba. Había pasado las últimas semanas sin hablar con Dakota por seguir enojadas la una con la otra y porque pasé más tiempo con Liam, mi antiguo nuevo novio.

Salí del baño ya duchada, no me sentía muy bien ni emocionalmente o fisicamente. Me cambié de ropa y fui a desayunar, me iba a encontrar con Liam en el campus antes de su partido.

Choqué con Caleb al salir del apartamento, tampoco habíamos hablado mucho las últimas semanas. Volví a mis horarios nocturnos ya que no podía continuar con el diurno, mis clases y pasar tiempo con Liam, pero no volvimos a recuperar la relación que teníamos. Ni siquiera la de amigos.

—Hola. —saludó.

—Hola. —respondí por lo bajo —Suerte hoy.

—Es de traidores alentar al otro equipo. —quiso bromear él.

—Solo soy amable Caleb. —dije viéndolo seria.

—Odio eso. Me odio a mi mismo por llegar a eso. —veía sus llaves para evitar el verme —El haber perdido tu amistad además de todo. Sé que estuve mal, y sí fui un completo imbécil por decirle a Liam lo que le dije. Agrego que también un poco desesperado.

—¿Solo un poco? —lo vi sin tanto enfado.

—Bueno, muy desesperado.

—No has perdido mi amistad, solo dame tiempo. ¿Sí?

—De acuerdo. —me sonrió —Te veo en el partido. No le diré a nadie tu secreto, traidora.

Entró a su apartamento y me fui a encontrarme con Liam. Lo esperé sentada en una banca diez minutos, estaba retrasado. Lo vi llegar con cara de culpa.

—Lo siento. Lo siento. Lo siento. —me dio un beso rápido —Me quedé dormido.

—Tranquilo. —le sonreí —Nadie te mandará a la horca por diez minutos de retraso. —toqué su cabello —Además, es tu día. No puedo enojarme contigo.

Fuimos a desayunar, se veía emocionado por el partido. No tenía hambre así que solo me pedí un café a diferencia de él que se pidió todo un banquete.

—¿Qué sucede?

—¿De qué hablas?

—Hace días que no comes bien.

—No me he sentido bien, debe ser estrés. Siento que no llego a estudiar.

—Luego de los exámenes hagamos un viaje.

—Nuestros padres nos matarán si no vamos a verlos en verano.

—Podemos ir a casa las primeras semanas y luego irnos. Solo tú, yo y una gran playa con enormes olas.

—¿Sabes surfear?

—No.

—Tampoco yo.

—Tú, yo y unas clases de surf.

—Me encantaría. —nos sonreímos.

—Pero para eso debes comer. —me acercó su plato para compartirlo conmigo.

Pasamos una agradable mañana, caminamos por el campus y luego fuimos a su dormitorio. Él preparaba su equipo mientras yo me maquillaba con los colores de la universidad. Al terminar me quité la remera que llevaba para ponerme la remera de la buena suerte que tenía su rostro.

Me veía en el espejo semi desnuda, Liam me vio y como estaba pensativa viéndome.

—¿Qué pasa?

—Necesito esas vacaciones urgente, estoy pálida. —me puse la remera.