Capítulo 15

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Kyle Young

Tocaron la puerta y cómo Dakota no estaba abrí. Caleb estaba con una cámara de fotos.

—Hola. —sonreí.

—Hola. —besó mi mejilla y entró —Siento molestarte pero necesito tu ayuda.

—Si. ¿Qué pasa?

—Tengo que sacar unas fotos y necesito que seas mi modelo. —solté una risa.

—Te confundiste de chica, Dakota salió con Todd. Si vienes más tarde puede que te pueda ayudar.

—No vine por ella, sino por ti. Anda, será divertido. —me puso ojos de perrito —Además no querrás que me desaprueben. ¿O si?

—Está bien.

—Genial, te espero en casa mientras te cambias.

—¿Tan mal estoy así?

—No, solo supuse que no saldrías en pijama.

—Claro. —dije avergonzada y me dio un beso.

—Te ves tierna así. —sonrió y se fue.

Cuando salió del apartamento corrí al baño a lavarme la cara, cepillar mis dientes y hacharme desodorante. Luego fui a mi cuarto a buscar que ponerme, quería verme linda pero no quería que se diera cuenta que quería llamar su atención. Opté por unos jeans negros y una remera gris.

—Dios, eres tan básica. —vi a mi yo en el espejo —¿Cuando te volviste tan aburrida?

«Además me volví loca, hablo conmigo misma»

Salí de mi apartamento y toqué la puerta de los chicos. Caleb gritó "Está abierto" desde su habitación. Mason se encontraba sentado en el sofá de la sala.

—¿Por qué no lo ayudas? —él me vio.

—Estoy enfermo. —fingió muy mal el toser y volvió a ver televisión.

Puse los ojos en blanco y me fui a donde Caleb estaba. Él preparó una manta blanca en la pared, luces apuntando a ella y su cámara justo en el centro lista para tomarme fotos.

—¿Dónde me pongo? —él volteó a verme.

—Donde te sientas cómoda. —me paré frente a la cámara y no sabía que hacer —¿Seguro no quieres esperar a Dakota? Ella sería mil veces mejor en esto.

—Ky, aún no comenzamos, relájate. Lo harás increíble.

Caleb me hizo posar de mil formas distintas, algunas un poco raras pero eso nos hacía reír. Al cabo de una hora pasamos las fotos a su computadora, las fotos eran increíbles pero habían problema con ellas y se podía ver reflejado en mi rostro.

—¿Qué pasa? ¿No te gustan?

—¿Qué? No, sí me encantan. Tienes mucho talento es solo que ... —vi la foto en la pantalla —No me veo ahí.

—¿De qué hablas?

—Nada, es estúpido.

—No, nada de eso. Quiero saber, por favor. —apoyó inocentemente su mano sobre la mía.

—Antes era una chica completamente diferente a lo que ves ahora, antes de Liam, de Eddie, de la universidad. Tenía el cabello verde, diez kilos extras, toda mi ropa tenía al menos una mancha de pintura en ella y siempre cargaba un libro con cada idea que pasaba en mi cabeza. Me ves como una niña buena pero hacía grafittis por todo el pueblo, y ahora ya ni recuerdo cuando fue la última vez que abrí ese diario.

—Esa chica no la ves en estas fotos.

—Así es. ¿Y sabes que es lo más loco? A veces la extraño.

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