Despertaba con Liam en su cama, su compañero dormía profundamente en la cama de al lado. Acaricié el cabello y besé su mejilla. Despertó y sus ojos verdes me veían cariñosamente.
—Hola. —apoyó su mano sobre mí.
—Hola. —le sonreí.
—¿Qué hora es? —preguntó él.
Me fijé en la mesa de noche dónde estaba mi celular, ya era tarde.
—Es tarde. —me levanté casi que de un salto —Dios, no puede pasarme esto el primer día. Apesto a cerveza, no me peine, ni lavé mis dientes. —tomé mi mochila.
—Te ves hermosa. —me besó —Pero ten un chicle. —sonrió burlón y golpeé su brazo.
—Tonto. —sonreí divertida.
—¿Nos vemos luego?
—Veré si ya tengo compañera y luego iré a almorzar con Dakota.
—Te amo. —dijo mientras salía de la habitación.
—Yo a ti.
Fui a clases, llegué tarde pero mi habilidad de ser invisible al ojo publico hizo que en silencio lograra sentarme casi al fondo del salón. Entre la primera y segunda clase logré vestirme con algo que no pareciera pijama, me peiné y arreglé. Liam estaba estudiando cuando volví, leía un libro de anatomía para primer año.
—¿Te he dicho que verte estudiar me excita? —susurré en su oído desde atrás de él.
—¿Robando mis frases oruguita? —mordí su oreja —Ya, ya, entiendo. —dijo en tono divertido.
—Robaré otra. —deslicé mi mano por su cuerpo —Hay mejores formas de estudiar el cuerpo humano.
—No quiero que llegues tarde a otra clase.
—Me quedan cuarenta minutos y solo necesito diez para llegar. Tenemos media hora para que estudies mi cuerpo. —besaba su cuello —Como tú quieras. —susurré a su oído.
Liam se levantó sin dejarme decir nada más para convencerlo. Comenzó a besarme y yo a desnudarlo, caímos en la cama. Nos volteamos, estaba sobre él pasando mis manos por su pecho.
Pasamos esa media hora juntos, fue la media hora más aprovechada de mi vida. Que no pasó en esos treinta minutos de extremo placer.
Me senté en el borde de la cama y Liam a mi lado, nos comenzamos a vestir. Nos sonreíamos como tontos por los que había pasado entre ambos.
—¿Qué nos pasa? Parecemos virgenes luego de su primera vez, siento que volví a tener dieciséis otra vez. —solté una risa.
—Pero te aseguro que un virgen no haría lo que hiciste.
—Yo sí. —me levanté de la cama —Era bueno, incluso virgen.
—Presumido. —sonreí divertida y lo besé —Ya me tengo que ir, suerte en tus clases.
Volteé para ir a la puerta y Liam me tocó el trasero en una pequeña e indolora nalgada.
—Tú igual. —me sonrió y yo a él.
Salí a mi próxima clase y de ahí a otras dos, al terminar fui a administración a ver si el problema de compañera de cuarto ya podía resolverse.
—¿¡Qué!?
—No hay habitaciones disponibles señorita.
—¿Qué haré ahora?
—Vuelva con su compañera de dormitorio o la otra opción es rentar algo fuera del campus.
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Seamos mariposas 2
RomansaKyle y Liam van a la universidad, esto es duro para dos adolescente que se conocieron en secundaria. Deberán probar que las estadísticas no van con ellos y son capaces de afrontar el mundo adulto sin que su relación se vea afectada. ¿Podrán lograrlo...